El Festival Estéreo Picnic culminó su primer día de conciertos con una jornada que será inolvidable, no solo por las grandes bandas del rock que tocaron el escenario sino por la noticia de la muerte del baterista de Foo Fighters, Taylor Hawkins.
Sin duda fue este el momento más estremecedor del día. El reloj marcaba un poco más de las 10 p.m. cuando mientras miles de fanáticos esperaban en el escenario principal a la banda liderada por el mítico Dave Grohl, antiguo baterista de Nirvana, un vocero del evento salió al escenario para anunciar la noticia: el resto de la gira suramericana de la agrupación estadounidense se había cancelado sin previo aviso debido a una situación muy grave de salud de uno de sus integrantes, este fue el mensaje del festival que se proyecto sobre el escenario:
Poco a poco empezaron a notarse las lágrimas y el shock en las caras de los asistentes cuando desde el Twitter de la banda confirmaron la muerte de su baterista. Y es que, a pesar de que los titulares de las noticias de los principales medios de comunicación del mundo informaban la muerte de Hawkins, ninguno de los espectadores podía creerlo. Solo hasta que 25 minutos más tarde, cuando Eric Burton, vocalista de los Black Pumas, apareció en el escenario Adidas para pedir un minuto de silencio en honor al famoso baterista fue que el público creyó lo que había pasado.
La noche se llenó de un notable bajonazo entre la audiencia, muchas personas no vieron razón para quedarse y empezaron a salir del festival buscando regocijo en otras partes. Algunos se quedaron a la luz de las velas que se prendieron en el escenario mientras escuchaban el himno que se convertirá en un memorable adiós para Hawkins: My Hero.
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Los artistas que brillaron en el escenario
Antes de la estrepitosa noticia, pudieron presentarse en las míticas tablas del FEP artistas como The Drums, quienes prendieron la jornada con una presentación que calmó el hambre de los fanáticos que esperaron por tanto tiempo a esta banda que presentó su disco Portabento, en conmemoración de los 12 años del lanzamiento del mismo.
“Portamento fue una era interesante en mi vida. Habíamos recién lanzado el álbum anterior y a la gente le había gustado mucho. Estábamos muy sorprendidos, porque habíamos recién hecho ese disco debut gracias al amor que teníamos por la música que nos gustaba en esa época. Nunca creímos que el resto del mundo lo notaría y que les gustaría”, comenta su líder Jonathan Pierce al medio BioBioChile.
Así fue como la cita se desplegó del escenario Adidas al Principal, donde The Libertines fue implacable tocando los clásicos que todos querían escuchar: What Katie Did, Can’t Stand Me Now o la inolvidable Up The Bracket, con la que la banda británica que vio la luz en 1997, bajo el liderazgo de Pete Doherty, abrieron el show.
Entonces, luego de la devastadora de la muerte de Hawkins, la agrupación de Austin, Texas, Black Pumas apareció en el escenario minutos después para apaciguar a la audiencia con su soul psicodélico, cuyos coros se escucharon seguramente hasta el nublado cielo nocturno que adornó el festival.
La inolvidable noche cerró con la potencia electrónica de Claptone, que puso a bailar a los asistentes con sus mezclas llenas de éxitos virales y otros que destacaron beats tropicales, sin dejar de lado su imprescindible sello “housero” que se desplego en el escenario detrás de su icónica máscara.
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