Desde la biblioteca Virgilio Barco de Bogotá y con presencia virtual desde otras 5 ciudades del país, estudiantes, docentes, empresarios, políticos y demás actores de la sociedad civil, hicieron presencia en la entrega de los resultados del movimiento Tenemos que Hablar Colombia.
El proyecto fue realizado por la Universidad de los Andes, la Escuela de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico (Eafit), la Universidad Nacional, la Universidad Industrial de Santander (UIS), la Universidad del Norte y la Universidad del Valle; en alianza con el Grupo Sura y la Fundación Ideas para la Paz (FIP). Por más de un año conversaron con 5 mil personas, con el fin de encontrar la solución a los actuales problemas económicos, sociales, educativos y culturales del país.
Se llegaron a delimitar 6 puntos, que no se deben ignorar, con el fin de construir un país más justo. Estos conformarán la hoja de ruta para que las voces de 5000 colombianos tengan incidencia en las políticas públicas.
El primero es que se debe hacer un nuevo pacto por la educación. Señalan que hay que reformar el sistema y mejorarlo, “fomentando una conciencia colectiva, cambiando la cultura política de la apatía y alejándose de la polarización”.
La política debe ser un medio para garantizar los derechos. La corrupción es el principal obstáculo en este segundo mandato. Señalan que se deben:
“Eliminar las prácticas corruptas de los políticos, pero hay que mantener las instituciones y hacer que funcionen como deben funcionar. Esto, ampliando los espacios de participación y la representación política, adelantando ejercicios de formación ciudadana y modificando las reglas de juego”.
La cultura es el tercer punto, la cual se debe transformar para cambiar la sociedad. “Hay que cambiar la corrupción o la cultura de viveza, y cuidar la diversidad, las tradiciones y la biodiversidad”, enfatizaron en que se deben respetar las ideas políticas sin el temor de ser asesinado.
“Cuando se habla de biodiversidad y diversidad cultural, el 80 por ciento de los conversadores argumentó que había que protegerlas. La cultura encabeza la lista de las cosas que queremos mantener. Ambas se entienden como parte de una identidad nacional”,
Algunas de las estrategias para desarrollar este, el cuarto mandato, es afianzar el turismo ecológico y evitar la pérdida de diversidad y tradiciones de los distintos pueblos.
El quinto punto señala que existe una desconfianza en lo público. El Congreso, la presidencia y demás actores políticos, deberán abrir conversaciones, fortalecer modelos de gobierno transparente, atender las agendas ciudadanas, entre otras acciones que generen confianza en este aspecto.
El sexto punto, el cual tiene un consenso general, dice que se debe proteger la paz y la constitución. Esto garantizará la libertad, la democracia y la justicia. Además, evitará la inequidad, la violencia y el malfuncionamiento del Estado. También señala que se deben cuidar los acuerdos de paz firmados con las FARC; esto garantizará la convivencia y la seguridad.
El director y gerente del proyecto, Santiago Silva destacó: “La conversación genera confianza, sentarse a conversar con personas distintas en escenarios controlados ayuda a construir confianza. Colombia enfrenta un problema de desconfianza se debe a unos abandonos históricos que han minado la confianza”.
También, recalcó la importancia de la participación de los niños en este dialogo. Aseguró que, a diferencia de los adultos, ellos hablaron de los aspectos medio ambientales. “Claramente si nos imaginamos esto en perspectiva de futuro, los niños nos están planteando algo, un cambio”.
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