JEP le cierra las puertas a escolta de Carlos Pizarro tras no hacer aportes a la verdad

La jurisdicción aseguró que Jaime Ernesto Gómez, procesado en el magnicidio, realizó una contribución ambigua, precaria y revictimizante del caso

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El agente Gómez Muñoz hacía parte de una compleja estructura criminal que se valió de los recursos del extinto DAS para vigilar los movimientos de Carlos Pizarro, propiciar su homicidio y encubrir el crimen.
El agente Gómez Muñoz hacía parte de una compleja estructura criminal que se valió de los recursos del extinto DAS para vigilar los movimientos de Carlos Pizarro, propiciar su homicidio y encubrir el crimen.

En segunda instancia la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dejó en firme la decisión de no aceptar la petición de sometimiento de Jaime Ernesto Gómez Muñoz, procesado por el homicidio del ex candidato presidencial, Carlos Pizarro ocurrido el 26 de abril de 1990.

En 2017 la Fiscalía General de la Nación acusó a Gómez Muñoz, exagente del DAS, quien hacía parte del esquema oficial de protección del ex guerrillero del M-19, de ser el coautor del magnicidio en el marco de una alianza criminal con otros actores. Esta decisión de la JEP es definitiva y confirmó el fallo del 7 de Septiembre de 2021, indicando que su aporte a la verdad ha sido “ambiguo e incompleto”.

En la determinación conocida por La W, los magistrados indican que no es admisible, que ante la JEP, Gómez Muñoz llegó a alegar su inocencia sin sustentar con pruebas sus afirmaciones, aunque en la justicia ordinaria aún no ha sido condenado. “No se puede abrir la puerta al antiguo escolta del DAS, debido a que su plan de aporte a la verdad fue precario”, afirma el documento conocido por el medio de comunicación.

El próximo 26 de abril se cumplirán 32 años del asesinato del líder político y guerrillero y la impunidad sigue rondando su caso. Su hija María José Pizarro, actual y reelegida congresista de Colombia, recordó en una entrevista con el medio español Efe, cómo fue el día antes al homicidio de su papá:

“Él llegó un poco tarde y no traía el chaleco antibalas y entonces mi hermana le preguntó: ‘¿Por qué no tienes el chaleco?’, y mi papá le dijo: ‘Porque si a mí me van a matar me pegan un tiro en la cabeza y el chaleco no me sirve de nada’. Nos dijo que muy posiblemente lo iban a matar muy pronto y que lo único que nos pedía era que no lo olvidáramos. Y al día siguiente lo asesinaron”.

Con la decisión de la JEP, el proceso de Jaime Ernesto Gómez Muñoz será enviado de vuelta de forma inmediata al Juzgado Octavo Especializado de Bogotá. La misma jurisdicción expresó en su comunicado que el procesado “no se evidenció una voluntad de ajuste; por el contrario, las víctimas no fueron mencionadas en su escrito, lo que denota una falta de compromiso con el aporte pleno a la verdad al cual está obligado”.

La investigación de la justicia ordinaria afirma que el día de asesinato de Pizarro, Gómez Muñoz, ejecutó a alias Jerry (el sicario de Pizarro). El agente hacía parte de una compleja estructura criminal que se valió de los recursos del extinto DAS para vigilar los movimientos de Carlos Pizarro, propiciar su homicidio y encubrir el crimen.

En su determinación la JEP, acusó un retroceso en la investigación ya que Gómez Muñoz argumentó que nunca tuvo vinculación alguna con estructuras paramilitares involucradas en el homicidio. Para la justicia transicional, existen fallos judiciales que han señalado la participación de escoltas del DAS en la organización sicarial que asesinó a varios líderes de izquierda, entre ellos Pizarro.

Por último, los jueces consideraron revictimizantes las actitudes, declaraciones y aportes de Gómez Muñoz, al sugerir que las mismas víctimas, familiares de Pizarro, son las más “reacias” a que se conozca la verdad del magnicidio. Así los expresan en el documento conocido por La W:

“Las afirmaciones contenidas en el escrito de impugnación, que sugieren que las personas afectadas por el homicidio del señor Pizarro Leongómez que intervinieron durante el trámite, son reacias al esclarecimiento integral de los hechos y buscan posicionar una única versión de los acontecimientos, no tiene asidero y constituyen una afrenta a su dignidad”, concluyó la Sección.

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