En Colombia el ambiente político vive un remezón. Nuevos aires y nuevos panoramas se muestran en el horizonte y la orientación del país muestra una inclinación a las ideas de izquierda de cara a las elecciones presidenciales del próximo 29 de mayo. Francia Márquez, quien se impuso como la gran revelación política en las elecciones primarias del pasado 13 de marzo, fue confirmada como la fórmula vicepresidencial del candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro.
Es importante ver que la llegada de Francia Márquez a la arena política nacional, no es un hecho fortuito, ni es un golpe de suerte. Es el resultado de nuevos cambios dentro de la realidad política, económica y social del país, en donde diversos factores han confluido para hacer de esta coyuntura, un momento inédito dentro de la historia política nacional. La aparición de las fuerzas de izquierda y centro – izquierda, como protagonistas del debate político refresca y brinda nuevas posibilidades para las próximas elecciones, y la elección de Márquez, como fórmula vicepresidencial, conlleva a nuevas oportunidades y a la vez retos para la campaña para acceder a la presidencia de Colombia.
¿Qué significa la elección de Francia Márquez para el Pacto Histórico?
La llegada de Francia Márquez a las líneas del Pacto Histórico, es el resultado de la visibilización de las demandas y la exigencia por cambios sociales que se venían gestando, y que tuvieron su primera demostración en el estallido social que se presentó en el país el año pasado.
El descontento generalizado expresado en toda la sociedad colombiana, favoreció la aparición de nuevas fuerzas ciudadanas en el debate político nacional. Uno de ellos, es la irrupción de una generación de jóvenes más politizados y permeados a las necesidades sociales que se viven en la coyuntura actual, debido al declive de las condiciones económicas, a la precarización de las condiciones laborales y al aumento de conciencia de verse y definirse como actores políticos activos y determinantes dentro del debate nacional. Esto se demuestra en la alta votación obtenida por Márquez y en donde gran parte de sus electores fueron jóvenes situados entre los 18 y 35 años.
Otro aspecto a considerar, es que Francia Márquez, reivindica el papel de las mujeres, como generadoras, cuidadoras y protectoras de la vida (en todos sus aspectos), lo que incluye también el cuidado del medio ambiente, como generadoras de tejido social y de redes de autocuidado. Este hecho, no es un hecho menor, ya que por primera vez las mujeres se sienten identificadas y ven con la candidata a la vicepresidencia, la vía efectiva para lograr el reconocimiento de sus necesidades y aspiraciones en un país tradicionalmente machista.
De igual manera, Francia Márquez, encarna las luchas por la reivindicación de los derechos de las minorías, no solamente de la población afrocolombiana, también de la población indígena, campesina y las minorías sexualmente diversas. Pero esto tiene una repercusión mucho más profunda: por primera vez una mujer perteneciente a la población afrocolombiana, con una larga historia de defensa de los derechos de las minorías y el medio ambiente, tiene la posibilidad de llegar a un cargo de toma de decisiones en las altas esferas del gobierno, y esto habla al país de la capacidad de la posibilidad de la transformación de la desigualdad política, social y económica, tan tradicional en la sociedad colombiana, y en donde Francia Márquez, por primera vez accede un lugar de influencia real en la política no desde las oportunidades brindadas por venir de las élites privilegiadas, sino desde el recorrido social, la defensa de las necesidades de la población menos favorecida y el reconocimiento a su amplia trayectoria en las luchas sociales.
¿Cuáles son los retos y desafíos que vienen?
La llegada de Márquez, también trae retos y desafíos para el Pacto Histórico y para el candidato Gustavo Petro. El primero de ellos es el voto de opinión, después de las votaciones del 13 de marzo, Francia Márquez se convirtió en el fenómeno electoral del momento, pero la gran mayoría de su caudal electoral actual, se centra en el voto de opinión y en la imagen pública favorable que tiene actualmente; la lejanía con el discurso político tradicional, la continua denuncia frente a las prácticas de la clase política tradicional del país le han generado altos grados de simpatía e identificación con la población que ya está cansada de los escándalos de corrupción que a diario se conocen. Pero la imagen y el favor de la opinión pública es muy volátil, así pues, puede presentarse un desencanto y un enfriamiento de la popularidad de la candidata a la vicepresidencia, como le sucedió años atrás a Antanas Mockus con su “Ola Verde”.
De igual forma, cabe hacerse la pregunta: ¿Tendrá Gustavo Petro, la capacidad de transferir los votos obtenidos por Francia Márquez a su propia campaña?. Este es un punto muy importante a analizar, ya que muchos de los resultados obtenidos por la candidata a la vicepresidencia fueron votos que respaldaban a la figura particular de la activista social y un símbolo de respaldo a la propuesta política del Pacto Histórico.
Esto genera un dilema muy importante que va a marcar el ritmo de los próximos meses: cómo se van a desarrollar las conversaciones y las negociaciones con otros sectores políticos, con el fin de lograr los acuerdos y alianzas políticas que aseguren las mayorías del Pacto Histórico dentro del congreso, y más importante aún, de cómo asegurar las maquinarias electorales que garanticen una votación muy representativa que le asegure la elección en primera vuelta, que finalmente es la principal apuesta del Gustavo Petro en la contiendo electoral y la de asegurar su llegada a la presidencia de la república.
Esto genera un gran interrogante: ¿Cómo va a lograr Gustavo Petro, quien tiene una larga trayectoria en el mundo político, alinear el discurso de Francia Márquez, mucho más contestatario y de denuncia directa, alinear estas dos vertientes para lograr acuerdos con las demás fuerzas políticas? especialmente con el partido liberal, con quien ya ha habido acercamientos entre Gustavo Petro y su jefe Cesar Gaviria.
En este momento, dentro de todas las campañas políticas con miras a la presidencia, empieza a influir cada vez más el cálculo electoral, y la medición cuidadosa de los movimientos y apariciones públicas de los candidatos. Un estadio muy interesante que plantea muchas preguntas y que hace necesario una acompañamiento juicioso y constante de la sociedad civil, los medios de comunicación y la opinión pública en general, para lograr una visión profunda y una comprensión de las propuestas que muestran los candidatos para el devenir de Colombia en los próximos cuatro años.
Politólogo especialista en Gestión Pública
Mg. Estudios Políticos e internacionales
Docente universitario y analista