Antes de adentrar en el trasfondo del documental, es necesario precisar que la comunidad Wayúu es una de las más importantes del país, no solo por el impacto generado en la Alta Guajira, donde se concentra el nicho mayor de sus integrantes, sino por la conservación inefable de sus tradiciones. En ese orden, romper con esos moldes y ser aceptado resulta ser una odisea que puede convertirse en proeza.
Este fue el caso, precisamente, de Georgina, una mujer trans que pertenece a esta comunidad y que ha llevado a cuestas una prolongada lucha por el reconocimiento de sus derechos ante el Estado y la aceptación de su familia.
Todo este viaje interior y exterior que hace ella alrededor de su proceso de reconocimiento fue plasmado en el documental ‘Dos espíritus’, que se estrenará este domingo 27 de marzo en Señal Colombia a las 8:30 p.m., y parte de esa dicotomía se concentra en que, pese a llamarse Georgina e identificarse como mujer, para el Estado se llama ‘Rosario’ y nació un 31 de diciembre; esto debido a una antigua ley que generó sobre ella y sus generaciones siguientes, una imposición de esta fecha de nacimiento.
El dicotómico documental se centra en La Uribia, municipio ubicado al norte de La Guajira y consagrado como la capital indígena del país, así como en el desierto donde está esa frontera que parece invisible y hasta inexistente para ellos, que es aquella que divide a Colombia con Venezuela. Georgina cruza este lugar y durante los 52 minutos de duración del metraje, hace un profundo ejercicio de perdón a su familia.
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Y es que sus hermanos, según cuenta ella en el documental, no logran identificarla como mujer, y de acuerdo con su directora, Mónica Taboada, “La historia de Georgina es una leyenda de rebeldía, cruda resistencia y también, de espinosa reconciliación; una metáfora de los tiempos que vivimos en Colombia”.
Al final de aquel viaje, emprendido a pie y bajo el imperdonable calor del norte del caribe colombiano, la protagonista se encontrará con que la aprobación de sus allegados no es lo más importante, sino la aceptación que tiene consigo en medio de una cultura que no la comprende y un país que, de manera incipiente, logra aceptar a las personas trans no solo dentro de sus comunidades indígenas, sino en otros entornos cotidianos y que también afectan a la protagonista.
Cabe mencionar que este documental evoca a ‘Señorita María, la falda de la montaña’, uno de los formatos más reveladores hechos sobre la vida de María Luisa, una mujer trans campesina que constantemente vive bajo los prejuicios y el rechazo, refugiándose en sus propias creencias y el afecto a los animales. Ambas historias muestran que la transfobia no es un problema aislado y se siente hasta en las zonas más ocultas del país.
Esta producción, ejecutada por Guerrero Films para Señal Colombia, expone también la odisea de lo que significa ser mujer indígena y trans en una región marcada por problemas históricos como el machismo. Asimismo, detalla varios elementos propios de la cultura Wayúu, como la significancia del negro en señal de muerte, y del blanco que, para ellos, simboliza la vida; de manera que ‘Dos espíritus’ es una experiencia que permite conocer esta comunidad y algunas problemáticas sociales en que viven.
La corrupción, la desidia y la extracción de recursos que les impide gozar al agua potable, también son referenciados en la cinta, que muestra la soledad en que vive Georgina pese a que muchos la conocen con ese nombre así como sus luchas por el reconocimiento de su identidad.
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