El asunto de la cancelación del Jamming no ha parado de formar parte de la agenda diaria en los medios durante los últimos días. El pasado 18 de marzo era la fecha que se había dispuesto para el inicio del evento y tanto los asistentes como los artistas invitados tenían todo preparado para pasar su puente festivo en medio de ska, reggae y rock. De un momento para otro, sin previo aviso, se encontraron con la noticia de la cancelación del evento. Muchos ya estaban, incluso, en el lugar.
Con todo esto se generó un debate en los medios respecto a la irresponsabilidad por parte de sus organizadores y cuáles serían las acciones a tomar, cómo procederían a devolver los dineros de las boletas y lo invertido en mano de obra, así como en el desplazamiento de los artistas y sus equipos. Infobae ha estado al frente del tema desde que inició todo. Cada vez surgen más líos alrededor. En esta ocasión, las autoridades de Ibagué han anunciado que no saben nada respecto al paradero de los organizadores.
Luis y Alejandro Casallas son las personas que hacían las veces de voceros y encargados de la organización en cabeza del Jamming. El evento se celebraría en el centro vacacional Playa Hawai. De ellos no se conoce paradero, así lo confirmó el secretario de gobierno de Ibagué en entrevista con Caracol Radio. “No tenemos información sobre ellos. Salieron de la ciudad. Desconocemos su paradero”, manifestó.
Previamente, los organizadores emitieron un comunicado en el que mencionaban el infortunio respecto a la cancelación del evento y argumentaban que todo se debía a “motivos de fuerza mayor”. Pese a sus disculpas, las personas han mostrado su malestar en redes sociales y algunos, incluso, han atacado la fachada de la Casa Babylon, en Bogotá, establecimiento que pertenece a Alejando Casallas.
Buena Vibra Eventos es la compañía que llevaba trabajando por varios meses con la organización respecto a permisos y logística del festival. Según ellos, se habían vendido prácticamente todas las entradas disponibles, cerca de 140.000 boletas. Para la noche del 17 de marzo solo quedaban 11. Parece absurdo, pero así es. Al respecto el funcionario entrevistado por Caracol Radio, agregó: “Esto ha sido una burla para la ciudad. Llevamos varios meses organizando todo para brindar todo el apoyo y garantizar la realización del evento. Estábamos listos para atender a todos los visitantes. Fueron muchos meses de preparación”.
El evento iba a disponer de ocho escenarios y se proponía recibir a varios artistas, tanto nacionales como internacionales. Se supondría que iba a ser uno de los evento más importantes para la reactivación económica de Ibagué, en lo que respecta a su aparato cultural. La ciudad estaba preparada para recibir a cerca de 100.000 personas.
Por lo pronto, se espera que los afectados por la cancelación del festival tomen las acciones legales pertinentes en contra de los organizadores que, a día de hoy, no han vuelto a dar la cara.
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