Coronel Hernando Pérez Molina fue aceptado en la JEP, habría promovido ‘falsos positivos’

El oficial en retiro es uno de los comparecientes de más alto rango de las fuerzas militares comparecientes del tribunal especial y llega con tres investigaciones en su contra en la justicia ordinaria

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Ejército Nacional de Colombia (Imagen
Ejército Nacional de Colombia (Imagen referencia)

Hernando Pérez Molina fue comandante de la Tercera Brigada y luego de la Tercera División del Ejército y es investigado por al menos 17 casos de muertes ilegítimas presentadas como bajas en combate, conocidos como falsos positivos, de las que habría tenido conocimiento e incluso presuntamente promovió durante su comandancia.

El coronel en retiro presentó su solicitud de sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) desde septiembre de 2021, y fue contestada en los últimos días por la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas para asumir la investigación de sus procesos, además por haber sido mencionado por varios comparecientes del Ejército.

Pese a esa situación, Pérez Molina, según indicó la emisora W Radio, se presentó como inocente y entregó un documento de aporte a la verdad que no convenció del todo a la magistrada de la Sala, Sandra Jeannette Castro, quien le solicitó allegar un documento con un aporte más integral en los próximos 10 días.

La Sala sostuvo que el nombre del general ha sido mencionado en dos expedientes de ‘falsos positivos’, además por parte de comparecientes de ese caso en la JEP, por ejecuciones de civiles en lo departamentos de Cauca, Valle del Cauca y Caldas. Se cuentan al menos 17 víctimas que podrían estar relacionadas con Pérez Molina, cuyos victimarios fueron miembros del Batallón de Infantería N°23 Vencedores y del Batallón N°57 Mártires de Puerres, que para entonces seguían sus órdenes.

“Presuntamente (Pérez Molina) no solo incentivó la práctica de esas conductas ilícitas, sino que tuvo conocimiento previo o posterior de las circunstancias en que serían ejecutadas o como fueron encubiertas, lo que condujo a que fueran iniciadas indagaciones preliminares en su contra por las Fiscalías”, citó el diario El Espectador del documento de sometimiento.

La Sala considera que el general podría ser responsable de esas ejecuciones tanto por conducta activa u omisiva, pues incluso habría felicitado a sus subalternos después de cometerlas y presuntamente se cometieron bajo presiones de resultados impartidas por el mismo coronel.

El coronel Robinson González del Río mencionó al coronel en retiro por órdenes impartidas para priorizar muertes como resultados operacionales. “No deben haber capturas, lo que deben de haber son bajas mano, después de sea bandido, todo lo que sea bandido se muere. Entonces cuando él me expresa eso (González acusando al general) de que todo lo que sea bandido se muere y la verdad como esa era la doctrina que se vivía en ese tiempo en el ejército”, señaló González en 2014 según citó la emisora W Radio.

Uno de los casos por los que es investigado Pérez Molina, es la muerte de dos inocentes en la vía que conduce de Cartago a Cali en el Valle del Cauca, en 2005. Las víctimas fueron Deibi David Orozco Útima, de 22 años, y de Heber Antony Palacio, de 15 años, quienes fueron presentados como bajas en combate.

Por esos hechos fue condenado el coronel José Alejandro Forero Besil, entonces comandante del Batallón No. 23, quien daba la orden de “el Ejército no necesita capturas, sino bajas”, cuando se encontraba bajo el mando de Pérez Molina.

Según estableció la Fiscalía, el 14 de mayo de 2005, los dos jóvenes fueron sacados a la fuerza por soldados del pelotón Bastión No 4, al mando del teniente Julián García Peña, de una finca conocida como El Bosque, donde las víctimas trabajaban como labriegos y a donde llegaron los militares en una supuesta operación contra las Farc.

El soldado Mauricio Alberto Tabares Rincón aseguró en testimonio que tras la “captura” de los dos jóvenes, el teniente Julián García Peña se comunicó con sus superiores en el Batallón Vencedores para reportar la captura de dos guerrilleros de las Farc. La respuesta fue que “la orden era que no se necesitaban capturas, sino bajas. Esa orden fue dada por el comandante del Batallón”.

La Fiscalía estableció que después de la muerte se alteró la escena para simular un combate y el comandante del Batallón y el entonces jefe de operaciones estuvieron presentes en la modificación de las actas de desplazamiento para dar legalidad a la supuesta operación.

Orozco Utima recibió cinco disparos y Antony Palacio tres que entraron por su cuello y espalda. El teniente Peña García y los soldados del Pelotón No 4 recibieron felicitaciones, el mayor Jimmy Antonio Coral Burbano recibió felicitación y ajustes en su hoja de vida; mientras que el coronel Alejandro forero Besil recibió una felicitación emanada del Comando del Ejército, desde el Ministerio de Defensa de Bogotá.

El teniente Peña García y los soldados del Pelotón No 4 recibieron felicitaciones, el mayor Jimmy Antonio Coral Burbano recibió felicitación y ajustes en su hoja de vida. Por su parte, el coronel Alejandro forero Besil recibió una felicitación emanada del Comando del Ejército, desde el Ministerio de Defensa de Bogotá.

Otros casos tienen que ver con la muerte de Joan David Vargas y Herley Iván Jamioy, en mayo de 2005 en la vereda Valesillos de Zarzal, según indicó el diario El Espectador, entre otros que suman 17 casos que Pérez Molina habría conocido.

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