Con la plantación de 29 mil mangles, Nuquí le apuesta a reforestar un ecosistema vinculado a su identidad

El Ministerio de Ambiente de Colombia informó este martes que la comunidad de Nuquí, municipio a orillas del golfo de Tribugá en el Pacífico colombiano, y miembros del Consejo Comunitario Los Riscales sembraron 29.000 plántulas de mangle con el propósito de restaurar este ecosistema que brinda múltiples bienes y servicios ecosistémicos para la comunidad de pescadores.

Esta estrategia, que contó con la participación de 156 niños, niñas, adolescentes y adultos de esta aldea que es conocida por ser una de las sala cuna de las ballenas jorobadas, se vincula al propósito del Gobierno nacional de sembrar 180 millones de árboles antes que concluya en 2022, meta que ya sobrepasa el 65 %, y que ha estado apoyada por comunidades de diferentes regiones del país.

“Colombia se ha comprometido con la restauración y recuperación de zonas degradadas, y hoy, con el apoyo de la Gobernación de Chocó, la Alcaldía de Nuquí, el Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico (IIAP) y Codechocó, ratificamos ese compromiso. Nuquí es ejemplo de conservación y refleja el fuerte vínculo entre la comunidad y el manglar, un ecosistema que posee un potencial biológico inimaginable. Celebramos esta iniciativa que se suma a la meta de país de sembrar 180 millones de árboles a 2022″, indicó el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.

A su vez, la cartera de Ambiente reconoció que viene adoptando la gestión integral de estos ecosistemas, a través de iniciativas como el Programa Nacional de Uso Sostenible, Manejo y Conservación de los Ecosistemas de Manglar, con los que se viene avanzando en la zonificación de más de 290.000 hectáreas de este importante ecosistema que es hábitat de miles de especies de flora y fauna nativa.

Por su parte, el director general del IIAP, William Klinger Brahan, aseguró que en el territorio del Chocó biogeográfico conformada por la región que va desde Córdoba hasta Nariño, se superó la meta inicial de reforestación, registrando la siembra de 1.587.000 árboles naticos, de los cuales 73.000 fueron en el municipio de Nuquí, dentro de los que 43.000 se plantaron con el apoyo de consejos comunitarios y el resto con resguardos indígenas.

“Propusimos una estrategia no solo de capacitación en procesos de reforestación, sino del conocimiento profundo del manglar, del monitoreo comunitario; estamos dejando esa capacidad instalada para que la comunidad pueda seguir trabajando en este propósito”, señaló el director del Instituto de Investigación Ambiental del Pacífico.

En ese sentido, el Ministerio de Ambiente reconoció que para las poblaciones del Pacífico colombiano como Nuquí, y Tribugá, donde se planeaba la construcción de un puerto, el mangle representa más que un ecosistema, debido a que las comunidades los encuentran como parte de su cultura, economía y tradicón, razón por la cual la restauración representa “casi en un principio para sus supervivencia como comunidad”.

“El mangle es una sala-cuna para los peces, las pianguas y los camarones, es muy importante para nosotros; con el mangle conseguimos muchas cosas para el sustento de nuestras familias y de nuestros hijos, por eso nosotros hacemos la reforestación. Si Tribugá respira bien, toda Colombia va a respirar mejor”, concluyó la habitante de Nuquí, María Saturnina González.

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