El pasado 20 de marzo jóvenes encapuchados interrumpieron la ceremonia religiosa que se llevaba a cabo en la Catedral Primada. El acto que ellos mismos señalaron se trataría de un performance artístico, creo una fuerte división, pues dicha manifestación pone en disputa dos derechos consagrados en la Constitución Política: el derecho a la libre expresión y el derecho a la libertad de culto.
En redes sociales, algunas de las personas exigieron respecto a los espacios de fe, entre esos figuras como Gustavo Petro y Federico Gutiérrez; y otros en defensa del colectivo que relacionan con la primera línea, señalaron que la irrupción es valida en protesta a todas las denuncias que se han llevado acabo en contra de la iglesia.
“¡Hasta la fe nos quieren expropiar! Y así, combinando todas las formas de lucha, incendiando el país y atacando a los que piensan diferente, piensan ganar y gobernarnos. Por Colombia, por nuestras familias, por nuestro futuro... ¡Vamos a derrotarlos en primera vuelta”, escribió el candidato presidencial de Equipo por Colombia.
Petro no se quedó atrás y contestó: “Nosotros pusimos en la Constitución la libertad de cultos, el uribismo, desesperado, la abofetea. Le pido a la Iglesia Católica iniciar acción penal contra estas personas”.
Ahora tras la polémica, en W Radio, lograron hablar con Simona, la líder del grupo de encapuchados que entró a la Catedral y en el espacio explicó su postura tanto frente a las iglesia como frente a las elecciones presidenciales que Colombia afrontará el próximo 29 de mayo.
La líder del performance señaló que la decisión de meterse de forma abrupta al recinto religioso, por por un impulso emocional: “Fueron nuestros corazones indignados ante tanto dolor y tanta falta de empatía ante tantas muertes que murieron en las calles, los que no han tenido garantías sociales” y agregó que “Esta es la potencia que también tiene el arte, tiene la capacidad de incidir en espacios no convencionales para llamar la atención sobre ciertas denuncias. El arte no pide permiso para asistir a un espacio determinado”.
Aclaró también que su acto no fue violento ni vandálico y que el fin era cuestionar a los participantes de la ceremonia, pero que en la respuesta de la ciudadanía fue muy negativa “En este momento somos blanco de muchas amenazas, esta acción me demostró lo violento que es este país y que no va a cambiar en las urnas sino que cambiará cuando yo acepte la diferencia. Soy víctima de ataques de derecha y de la fanaticada petrista. Quiero aclarar que no soy Michelle Obando, a quien han amenazado”.
Así mismo, hizo una fuerte separación ideológica de Gustavo Petro y dijo que el colectivo no se sienten representados por el candidato: “Nuestras acciones no caben en sus urnas y hemos manifestado que no somos petristas ni uribistas (...) (nuestras acciones) las están enmarcando e instrumentalizando”, anotó Simona a la emisora colombiana.
Por su parte, el párroco de la Catedral Primada, el padre Jorge Marín, comentó ante los micrófonos del noticiero local CityTv sobre lo sucedido que, “entraron con tapabocas y se hicieron en las bancas para participar de la celebración, como cualquier persona. Y cuando iba a empezar la comunión, se encapucharon ahí mismo, se pararon sobre las bancas y empezaron a gritar arengas. Pero no se entendía qué era lo que pedían o de qué movimiento eran”.
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