Este es el restaurante clásico de la gastronomía bogotana que será cerrado definitivamente en los próximos días

Es triste el adiós que se le tiene que dar a la churrasquería La Normanda ubicada en el centro de la capital, un sitió que llegó a ser uno de los más representativos de las históricas calles bogotanas.

A lo largo de 53 años de funcionamiento, desde 1968, la churrasquería La Normanda representó mucho en la gastronomía bogotana, por eso, es comprensible la triste reflejada en la mirada de Mercedes Juya Patiño, quien desempeño el rol de cajera durante 24 años y ahora queda anonada al ver cómo su trabajo, que fue muchas veces su casa, cierra definitivamente.

“¿Y ahora qué voy a hacer? ... ¿Para dónde voy a coger? ... ¿Quién con esta crisis me va a dar trabajo?”, se lamentó Mercedes Juya Patiño, al saber que sería una de las tantas integrantes a las cifras de desempleo del país, aunque según mencionó al diario el Tiempo, debido al declive en las ventas y la poca rentabilidad generada por los golpes de la pandemia supuso el inminente final de la churrasquería La Normanda.

Actualmente Mercedes junto a su compañera de trabajo Gloria Alexandra Rivera, llegan diariamente al local para acompañar en los últimos días de despojo a su jefe Rafael Cárdenas, en estos días ya no se viven los recordados ‘voleos’ de turno donde preparaban innumerables platos a los comensales del centro capitalino, ahora se rematan los últimos artículos de La Normanda a los espectadores y transeúntes interesados interesados.

Refrigeradores, juegos de cubiertos, cuchillos, canastos y diferentes cosas se exhiben para rematar, todo acompañado de un silencio absoluto producido por la nostalgia de la partida y la anterior venta del sonido de La Normanda.

Del restaurante tan solo falta por desmontar las barras del bar, mientras que parrillas, alacenas estufas y demás ya fueron retiradas del lugar que tantas veces sirvieron a los comensales.

Sobre el cierre del restaurante indicó Rafael Cárdenas que se dio debido a la secuela de la pandemia, pero también varias situaciones como la inseguridad que se acrecentaba en el centro y el traslado de sus clientes habituales: “El furor de La Normandaalcanzó su tope hasta principios de 2000. De ahí en adelante comenzó su descenso. Influyeron varios factores. El centro ya no era el mismo, la inseguridad se acrecentó, y nuestra copiosa clientela fue mermando. Le estoy hablando de numerosos comensales de empresas aledañas a nuestros restaurantes, como Telecom, Caracol Radio, Sutatenza, Inravisión, RTI, Estudios Gravi, Bavaria, entre otras, que se trasladaron a distintos puntos de la ciudad” indicó al diario El Tiempo.

El cierre del restaurante no lo ven solamente como si dejase de funcionar el servicio de un simple restaurante, comensales y habitantes de la zona lamentan el hecho, al afirmar que es una parte de la gastronomía e historia bogotana que pasará al olvido.

“El cierre de La Normanda es un duelo para todos los que por años la frecuentamos ... Aquí pasamos gran parte de nuestras vidas. A las ocho de la mañana ya estaba uno degustando el primer café. Era el mejor sitio para tertuliar, para arreglar el país, como decíamos, o para comer sabroso. De mis platos favoritos, el pollo a la canasta. Da mucha tristeza su final, pero así es la vida... qué le vamos a hacer”, indicó a El Tiempo, Jairo Medina de 73 años de edad, quien se identificó como el comensal mas antiguo de La Normanda y como uno de los que más va a extrañar el lugar.

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