El pasado viernes 18 de noviembre, la justicia colombiana volvió a vivir otra vergüenza nacional, pues el criminal Juan Larinson Castro Estupiñán, conocido como ‘Matamba’ se fugó de la cárcel La Picota, al sur de Bogotá.
En un principio la información era confusa, pues se hablaba de que estaba en otro patio borracho, pero al final la Fiscalía confirmó que el segundo de alias ‘Otniel’ -peligroso líder del Clan del Golfo- ya no estaba en poder de las autoridades judiciales.
Los primeros indicios de la investigación llevan a señalar al dragoneante del Inpec, Milton Libardo Jiménez Arboleda, como uno de los responsables del escape, pues dejó abierta la celda del peligroso narcotraficante.
El escándalo también llevó a señalar al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) como responsable, no solo del escape de ‘Matamba’, sino de otros casos de corrupción que se han dado dentro de los centros penitenciarios de Colombia.
Por esta razón, Óscar Robayo, presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP) habló en Blu Radio, donde defendió la entidad y dijo que “no se puede juzgar una institución” por lo que hagan algunos miembros del INPEC.
“No se puede juzgar una institución por algunos funcionarios que están cometiendo algunos errores, volvemos a lo de Carlos Mattos, vuelve el tema de la perfilación como lo que pasó con Aida Merlano, hay decisiones administrativas que están afectando el sistema”.
Robayo dijo que hay una responsabilidad del Estado frente a los casos de escapes y salidas de presos con influencias y dinero y aseguró que los trabajadores del INPEC mantienen funcionando las cárceles sin dinero o apoyo.
“Son la mayoría de los funcionarios del Inpec que mantienen un sistema carcelario sin recursos, sin cámaras, sin equipos de comunicación, con escasez de guardia, con turnos de 25 horas seguidas. Entonces aquí hay que hacer una reforma estructural (...) El Gobierno nacional está escudándose en nosotros los guardianes. Aquí hay una respuesta administrativa negligente”.
Por último, Robayo dijo que espera que exista una reforma de fondo que logre solucionar a fondo los problemas del sistema penitenciario del país.
Así se fugó ‘Matamba’
Recientemente se conoció cómo se habría fraguado el plan de escape, y cómo fue el proceso para que el narcotraficante ‘Mataba’ saliera de este lugar, sin alertar a los guardias que custodiaban a los reos.
De acuerdo con Semana, alias ‘Matamba ́ no se encontraba en el pabellón de extraditables, lugar en donde esperaba tramitar su proceso para ser enviado a los Estados Unidos. Juan Larinson Castro Estupiñán estaría en el edificio Eron estructura 3, que resguarda a los presos de alto perfil y que debe tener un componente férreo de seguridad, esto, desmentir la información oficial de su presencia en el patio de extradición.
Castro ya habría planeado su fuga con varias semanas de antelación, pues todo se realizó sin ningún contratiempo y de manera tranquila. ‘Matamba’ se encontraba alojado en el piso 8° del centro carcelario, en este caso algunos guardias del Inpec que se encontraban involucrados en este plan, le ayudaron a abrir su celda. Posterior a esto, de manera tranquila descendió por las gradas hasta el sótano de este bloque, en dicho lugar hay un espacio específico para la realización de audiencias virtuales a los presos y por ahí habría salido, posterior a esto, sin rodeos y de manera sigilosa, pasó hacia la puerta principal del centro carcelario, en donde lo estaban esperando para emprender la huida de esta zona de la capital.
De igual forma, Semana tuvo acceso a una grabación que mostraría la fuga del narcotraficante, aunque la información que indicaba que el narcotraficante no parecía en su celda empezó a rondar sobre las 9 de la mañana, en la grabación, ‘Matamba’ sale del lugar donde se encontraba sobre la 1 de la mañana, con el uniforme del Inpec en su totalidad y una chaqueta negra que le cubría su cabeza, realiza un intercambio de palabras con un guardián y sale de manera tranquila evitando ser detallado por las cámaras de seguridad.
Uno de los guardias de este pabellón le indica el camino a correcto a Castro Estupiñan, pues aparentemente se había equivocado, y sin generar ningún tipo de reacción descendió hasta su punto de salida en donde levantó la mano, realizando una señal de misión cumplida, pasó a los controles de seguridad del centro carcelario y se despidió del resto de los guardias como si fuera compañero de estos, luego de esto, abordó un vehículo y se marchó a un rumbo desconocido.
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