En San Andrés se han registrado una serie de denuncias de personas tratando de cazar y matar tiburones tigre después de que un turista italiano fue mordido por uno y eventualmente perdió la vida. La corporación ambiental del archipiélago, Coralina, pidió el apoyo de expertos nacionales e internaciones para capturar a los dos ejemplares que habitan en la zona protegida y trasladarlos para preservar sus vidas.
Todo comenzó el pasado viernes 18 de marzo, cuando Antonio Roseto Degli Abruzzi, de 56 años, fue mordido por un tiburón tigre después de sumergirse en el sector conocido como ‘La piscinita’. Tras el incidente, el extranjero fue trasladado al Hospital Clarence Lynd Newball, donde llegó sin signos vitales.
Es importante señalar que a Roseto le advirtieron que no nadara en esa zona, ya que se tenía detectada la presencia de tiburones, que llegaron temporalmente a las aguas de la isla por una ola migratoria.
A pesar de eso, la comunidad de San Andrés mostró gran indignación por los hechos, tanto así que un grupo de personas se organizó con el objetivo de cobrar “venganza” por la muerte de Roseto y sacrificar a uno de los dos tiburones tigres que están en la zona. La Armada nacional ha impedido varios intentos de cazar los ejemplares; sin embargo, el pasado domingo se registró la muerte de un tiburón nodriza.
Coralina rechazó los hechos relacionados con el tiburón nodriza, asegurando que esta especie “no representa ningún peligro para el ser humano”. Asimismo, señalaron que irán hasta las últimas consecuencias para dar con los responsables.
El traslado de los tiburones tigre
La corporación ambiental indicó en un comunicado de prensa que decidieron pedir el apoyo de expertos en tiburones nacionales e internacionales para garantizar la protección y preservación de los ejemplares de tiburón tigre que se encuentran en el costado suroccidente de la isla de San Andrés en inmediaciones al sector de Pox Hole.
Los expertos realizarán las maniobras de captura y reubicación de los ejemplares para alejarlos de la costa de la Reserva de Biosfera Seaflower, donde se encuentran actualmente. De esta forma, dejarán de “representar un potencial peligro para lugareños y visitantes” y se salvaguardará las vidas de los tiburones.
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“Al ser especies de gran tamaño se requiere un entrenamiento especial, por lo cual las acciones van a ser realizadas por el personal de la corporación con el apoyo internacional”, afirmó la entidad ambiental. Los expertos llegarán a la isla el próximo lunes o martes. “Ellos traen tags satelitales que se le colocarán a los ejemplares para hacerles posterior seguimiento”, agregó.
La corporación recordó que los tiburones que habitan en el archipiélago son especies protegidas y cazarlos representa un delito ambiental. “Las penas van desde multas hasta prisión preventiva de la libertad”, puntualizó Coralina.
“Las Autoridades locales como Coralina, Secretaría de Agricultura y Pesca de la Gobernación Departamental, Armada Nacional y Policía Nacional, en el marco al cumplimiento al fallo de la acción popular que nos obliga a cuidar a los tiburones, estamos haciendo las acciones pertinentes para salvaguardar la vida de las especies y quienes frecuentan la zona”, se lee en el comunicado.
La entidad también le pidió a los habitantes proteger las especies que se encuentran en su hábitat natural e invitó a la ciudadanía a comunicarse con el 123, en tal caso de ver actividades de pesca ilegal de tiburones, rayas, quimeras, especies protegidas en el territorio. A su vez, hizo un llamado a la comunidad para no arrojar restos de alimentos al mar que podrían afectar a diferentes especies.
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