Eliador y el viaje de regreso narra el último que desea su protagonista, Mateo, quien quiere emprender un viaje a través de su amigo el milenario río, quien ha sido testigo de la historia y los relatos que han sucedido desde el día de su nacimiento hasta la actualidad.
Gloria Cecilia Díaz, quien se desempeña también como docente, es la autora de esta novela infantil, la cual habla sobre la naturalidad de la muerte y cómo, en occidente, huimos de ella y no la asumimos con un acto común en nuestras vidas. Además, invita a que los niños la vean como algo a lo que no hay que tenerle miedo.
En entrevista con Infobae, Gloria Cecilia Díaz habló sobre porqué es importante que los niños sepan de la muerte, cómo la cultura mexicana está en constante relación con esta, lo necesario e indispensable que es la literatura en la infancia, entre otras cosas
Infobae: ¿Por qué en occidente vemos la muerte como un tabú y no se les habla de esta a los niños?
Gloria Cecilia Díaz (GCD): En países como el nuestro se ve la muerte como algo externo y ajeno a nosotros aunque sepamos que en cualquier momento algún familiar o persona cercana se puede morir, además, hay un miedo y ese miedo es hacía lo desconocido; y esto tiene que ver con la cultura y también la religión. Por ejemplo, en las culturas ancestrales se tiene una visión diferente de la muerte y eso invita a que haya un diálogo sobre esta con todas las personas de la comunidad, desde los más pequeños hasta el más anciano.
Hay que tener en cuenta que los niños preguntan y en algún momento van a preguntar sobre la muerte. No porque sean menores hay que mentirles, a ellos hay que hablarles las cosas como son porque van a enfrentarse a la realidad en algún punto. A un niño se le puede morir el abuelo o la mascota y, claro, eso es toda una tragedia, pero él también tiene derecho a vivir ese duelo y entender que es un proceso.
Infobae: A lo largo de su libro nos encontramos con el concepto de memoria, ¿cuál cree que sea el papel de esta para la construcción de una sociedad que está totalmente influenciada y casi dirigida por la inmediatez y lo efímero?
GCD: La memoria es salvadora. La memoria es el pilar, la raíz de una cultura, al no estar cerca de esta no podemos construir algo. Y aunque no seamos conscientes de la importancia de esta, la memoria siempre va a ser eterna e inmortal, porque habrá relatos que la nutran a diario. Y sobre la inmediatez, esta afecta directamente a la memoria, cada día nos volvemos incapaces de retener mucha información porque las redes sociales no están educando para ver videos de 30 segundos y no aguantamos más. Eso efímero no permite que se trabaje la memoria.
Infobae: En relación con lo anterior, ¿por qué el río es el escenario para hablar de la memoria?
GCD: El agua ha sido testigo de mi vida. Nací y viví gran parte de mi vida al lado de un río. Mi papá hacía varios almuerzos a la orilla. En el río o en el mar están registradas todas las historias que nos podamos imaginar porque son elementos que han estado desde siempre, son milenarios, así que son el escenario perfecto para recurrir a la memoria.
Infobae: ¿Cuál es el papel de la literatura infantil para que los niños comiencen a crear su propia memoria?
GCD: La literatura infantil es como todo: una vivencia. Siempre he dicho que cada persona es libre de tomar lo que más le llama la atención, pero cuando una persona que se acerca a la literatura desde muy pequeña tiene la oportunidad de escoger lo que más le gusta de esas historias, de comenzar a crear su propio relato, pues el contar es estructurante y esto ayuda mucho al desarrollo de la memoria en la infancia.
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