Tras el desastre que resultó del Jamming Festival que se realizaría en Ibagué durante este puente festivo de marzo, varias personas han saltado del barco antes de ahogarse con él. No obstante, la señora Paola Moreno, una de las personas que están siendo perseguidas por este motivo, dejó el Jamming antes de la pandemia y el escándalo.
Algunos de quienes sí debieron dar la cara por el fracaso del evento, que tenía más de 150 mil entradas vendidas y convocó a numerosos microempresarios para vender en su feria comercial, siguen sin aparecer. Por ejemplo, desde el viernes se desconoce el paradero de Alejandro Casallas, el propietario de Casa Babylon y cabeza visible de Buena Vibra Eventos. Tampoco se sabe dónde está Andrea Casallas, la hermana de Alejandro y abogada de la compañía.
Algunos no huyeron. La exjefe de prensa de Buena Vibra Eventos, Consuelo Restrepo, renunció a su cargo a través de un comunicado de prensa y prometió encontrar formas de ayudar a quienes resultaron afectados por el evento fallido.
Por su parte, el señor Luis Casallas, padre de Andrea y Alejandro, se quedó en Playa Hawai y le dio la cara al propietario del balneario hasta cuando fue retenido por la Policía de Ibagué. El señor sigue retenido hasta cuando sus hijos aparezcan y la investigación se adelante.
Aparte de estas personas, alguien más recibió ataques, difamaciones en medios de comunicación y amenazas en redes sociales, pese a no estar involucrada en la organización del Jamming Festival 2022. Se trata de Paola Moreno, la exesposa de Alejandro Casallas.
Algunos medios reconocidos del país difundieron una parte de la historia de vida de Paola. Por supuesto, es verdad que ella y Casallas estuvieron casados. También es verdad que ella y su expareja fueron fundadores de la discoteca Casa Babylon en 2004.
Asimismo, Paola Moreno y Alejandro Casallas también crearon el Jamming Festival en 2011, un evento musical itinerante centrado en el reggae que se hizo más grande y popular con cada año que pasaba.
No obstante, la pareja se separó en 2012 y ella empezó a separarse cada vez más de lo construido con Casallas. El divorcio se hizo oficial en 2016, año en el que ella también se retiró de la organización del Jamming.
En 2018, Paola Moreno abrió su propio negocio: la discoteca Bonggo, que todavía funciona hoy. Con su empresa en marcha, se retiró también de Casa Babylon en 2020.
Tras el escándalo causado por el Jamming 2022, Paola tuvo que publicar un comunicado de prensa en sus redes personales para informar a la comunidad que está divorciada del ahora desaparecido Alejandro Casallas y de sus negocios.
“• Desde entonces he permanecido ajena de las decisiones administrativas, operativas, comerciales y de otras índoles propias del Jamming Festival y de Casa Babylon.
• Por lo tanto, no tengo responsabilidad sobre los aplazamientos que ha tenido el Jamming Festival desde 2020; tampoco conozco los mecanismos que la organización disponga para devolución de dinero, pago de proveedores y demás obligaciones adquiridas.
En virtud de lo anterior y expresadas las precisiones anteriores, reitero que no tengo ningún vínculo con el señor Alejandro Casallas y que no formo parte del Jamming Festival ni de Casa Babylon, desde 2016 y 2020 respectivamente”.
Ahora que se aclaró el malentendido, el siguiente paso que deben dar las autoridades es encontrar a quienes sí son responsables y exigirles soluciones reales para las personas afectadas con sus acciones.
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