En la mañana del viernes pasado se dio la primera detención por el caso del Jamming Festival, evento que tendría lugar en Ibagué en el puente del 19 al 21 de marzo, pero solo se reveló hasta este sábado para evitar que se entorpecieran las investigaciones que se adelantan contra los organizadores.
Juan Raúl Solórzano, propietario del balneario ibaguereño Playa Hawai —donde tendría lugar el Jamming—, fue involucrado en la investigación sobre lo ocurrido y ha estado dispuesto a colaborar con la justicia con la información que conoce.
Solórzano, quien también tuvo la amarga responsabilidad de informar al alcalde de Ibagué sobre la cancelación del evento, detalló a las autoridades el organigrama de los responsables del Jamming. El diario tolimense El Nuevo Día ofreció detalles de los tres perfiles más importantes.
Buena Vibra Eventos es una empresa familiar comandada por el odontólogo y disc jockey Alejandro Casallas, propietario de la discoteca Casa Babylon. Ese lugar, precisamente, fue punto de protestas y objeto de vandalismo este viernes por un grupo de personas, frustradas ante la falta de respuestas de la organización.
La función principal de la abogada Andrea Casallas, la hermana de Alejandro, es manejar los temas jurídicos de la empresa. También tendría alto poder de decisión dentro de Buena Vibra Eventos. Cuando una periodista intentó contactarla este viernes durante un programa en vivo para el diario Q’hubo, Casallas colgó la llamada.
El tercer implicado es Luis Casallas, el padre de Andrea y Alejandro, mano derecha de su hijo y coordinador de relaciones laborales. Fue la única persona de la organización que le dio la cara al propietario de Playa Hawai. Él, sin sus hijos, permanecía en un dormitorio de este balneario cuando fue retenido por la Policía de Ibagué.
Desde ayer, Luis Casallas fue trasladado hasta el búnker de la Fiscalía para abrir el proceso del CTI. Permanece custodiado y tiene la orden de no salir de Ibagué hasta cuando sus hijos aparezcan y la investigación dé frutos.
Por otro lado, un centenar de agentes de Policía siguen custodiando los alrededores de Playa Hawai para evitar desmanes como los que tuvieron lugar en Casa Babylon, en Bogotá.
Envían comunicados pero no dan la cara
Aún es un misterio el paradero de los hermanos Casallas, pero a través de las redes sociales emitieron un comunicado para detallar las opciones de reposición para las más de 150 mil personas que adquirieron una boleta para el Jamming.
Por ejemplo, las personas pueden cambiar su boleta del festival para asistir a cualquiera de los eventos privados que ofrecen en esa empresa, entre las que se destaca la presentación de Vicentico, vocalista también de los Fabulosos Cadillacs, que actuará en la capital colombiana el próximo 21 de mayo en el Teatro Royal Center.
También tienen la opción de ir al concierto de Enanitos Verdes que se realizará en el mismo escenario el 1º de octubre, evento que también se tuvo que reprogramar en el 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
En esa compañía de eventos informaron que también podrían cambiar las boletas para otros eventos que realizarán durante este año y que estarían anunciado próximamente.
Ya en cuanto a la devolución del dinero, indicaron que se regirán por el artículo 5 del Decreto 818 del 4 de junio del 2020 en cuanto a los plazos que establecen para el retorno monetario. Eso quiere decir que, si la emergencia sanitaria es extendida de nuevo, Buena Vibra Eventos tendrá hasta un año de plazo para hacer la devolución.
Aunque la Superintendencia de Industria y Comercio no puede hacer mayor cosa con respecto a las vulneraciones causadas por este decreto —quienes quieran su dinero solo podrán esperar sentados—, al menos detuvieron la posible venta y promoción de un posible Jamming 2023 entre sus medidas cautelares.
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