El confeso asesino de la joven Julieth Johana Mejía, de 22 años, quien estaba recluido en la cárcel Modelo de Bucaramanga, ya había sido imputado por el delito de homicidio agravado en concurso heterogéneo con ocultamiento, alteración o destrucción de pruebas. Pero, se le modificó la sentencia por el cargo de feminicidio gracias a las pruebas obtenidas en la necropsia de la víctima y por testimonios de allegados al agente.
Esto último, fomentado luego de una petición hecha por parte de la familia de Julieth a la Fiscalía General y manifestaciones de movimientos feministas. Las investigaciones iniciales apuntaban a que el crimen se habría cometido por que Medina no tenía dinero para pagarle por un supuesto servicio sexual.
En la reconstrucción de los hechos, se manifiesta que Edwin Medina citó a tempranas horas de la mañana a Julieth en su apartamento, allí la asfixió y mantuvo el cadáver en la propiedad hasta las horas de la tarde, cuando decidió esconder el cuerpo en una maleta. Al notar que no podía cargarla, llamó a un “amigo” con la excusa que le colaborara a sacar unos escombros. La maleta, con Julieth dentro, fue abandonada en un andén de la Carrera 22 con Calle 39, a pocos metros del parque Bolívar, en la ciudad de Bucaramanga.
La maleta fue encontrada por un reciclador y luego la policía adelantó las investigaciones que terminaron con la captura del hombre, quién según el diario Vanguardia, aceptó haber cometido el crimen en ese momento.
Las cámaras de seguridad del sector habrían sido la clave para encontrar a los dos hombres llevando la maleta y abandonándola. El otro tipo quien acompañaba a Edwin Yesid habría sido quién le confirmaría a las autoridades la identidad del expolicía de 33 años de edad.
Días después, el mismo medio reveló que Edwin y Julieth tenían una relación antes de los hechos. Además, que el procesado perteneció a la Policía Nacional durante 7 años, pero en 2017 fue retirado de la institución por llevar actos no acordes con la disciplina. Se desempeñaba como patrullero en Bogotá.
En las últimas semanas, Bucaramanga ha sido epicentro de manifestaciones en contra de violencia contra las mujeres. El más reciente cometido hace unas semanas a una joven de 15 años, que fue asesinada por intentar robarle un celular.
La joven Nickol Valentina Rodríguez, que era estudiante de la Normal Superior, fue interceptada a la altura del túnel de la glorieta vial del Mesón de los Búcaros. Al no dejar quitarse sus pertenencias, dos hombres le causaron mortales heridas con arma blanca.
Cifras oficiales muestran que del 1 de enero al 28 de febrero del año 2022 se han recibido 240 denuncia por violencia contra la mujer en Bucaramanga, Vélez y Yariguíes. Esto ha motivado a la creación de iniciativas que buscan sensibilizar sobre esta problemática.
Una de estas se llama Redacción Morada es un laboratorio de periodismo feminista cuyo objetivo se centra en replantear el cubrimiento y difusión de contenidos que involucren a la mujer y a la población diversa. El equipo está conformado por mujeres de diferentes disciplinas como la psicología, las lenguas y la comunicación social, con el que buscan generar contenidos que transformen las tareas del periodista.
El departamento de Santander cerró el año 2021 con 15 mujeres asesinadas, de los cuales, 4 casos se tipificaron como feminicidio. Aunque, el Observatorio de Feminicidios del departamento señala que la Fiscalía debió haber tipificado 15.
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