Nuevas pistas sobre la muerte del joven que fue hallado sin vida en su casa en Medellín

Juan Danilo Bedoya Román llegó a su vivienda, acompañado por dos hombres desconocidos, en la madrugada del pasado 15 de marzo; momentos después su madre vio salir a los sujetos corriendo y al ingresar al cuarto, encontró el cuerpo con claras señas de tortura

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Las autoridades de Medellín siguen investigando el homicidio de Juan Danilo Bedoya Román, un joven de 30 años perteneciente a la comunidad LGTBI, encontrado sin vida en su vivienda y con claros signos de violencia y tortura. Según señaló El Espectador, la investigación se está centrando en encontrar a los dos hombres con los que Bedoya llegó a su casa a la 1:00 de la mañana, el pasado 15 de marzo.

El diario Q’Hubo MEdellín conoció que, el ahora occiso, llegó a su hogar sobre la 1:00 de la mañana en compañía de dos hombres con los cuales se encontraba departiendo. Dos horas después, la madre del joven observó a los dos sujetos -desconocidos para ella- abandonando la vivienda de manera precipitada y huyendo con rumbo desconocido en un vehículo.

Tras el análisis de cámaras de seguridad, por parte de las autoridades, el diario bogotano señaló que la búsqueda de los dos principales sospechosos avanza en la ciudad, puesto que pudieron dar con las placas del vehículo en el que huyeron.

A la madre de la víctima le causó curiosidad la situación por lo que, según conoció el diario local, decidió dirigirse a la habitación de su hijo donde lo halló muerto y con evidentes signos de tortura.

Según informaron las autoridades el cuerpo del hombre fue hallado por su madre, quien alertó de inmediato a las autoridades. De acuerdo con la inspección judicial, la víctima fue encontrada tendida en el piso, atada de pies y manos con un cable de extensión, semidesnuda y cubierta con una sábana.

Tras alertar a las autoridades, el diario Q´Hubo conoció que el caso quedó como homicidio por establecer, y será el dictamen de Medicina Legal el que establecerá finalmente cómo fue asesinado el hombre de 30 años.

El hecho ha causado gran conmoción en el país y, especialmente, entre la comunidad LGBTI, quienes señalan que no es posible que más casos como este se sigan presentando en el país. Por ejemplo, organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGTBI, como Caribe Afirmativo señalaron que “para nuestra organización es una gran preocupación que este tipo de casos estén ocurriendo en Medellín porque dan cuenta de una violencia sistemática contra personas con orientaciones sexuales e identidades y expresiones de género diversas”.

El asesinato de Bedoya se dio en su vivienda, ubicada en el barrio Las Estancias, Villa Hermosa (comuna 8), la madrugada del martes 15 de marzo. Según la Secretaría de Seguridad, el cuerpo de Bedoya presentaba traumas en diferentes partes del rostro y extremidades.

Noticias Caracol añadió que al joven de 30 años le habrían robado algunas pertenencias personales; sin embargo, los móviles del crimen todavía son materia de investigación.

Según la Defensoría del Pueblo, en el periodo de 2020 a 2021, al menos 98 personas de la comunidad LGBTI fueron asesinadas en el país, de los cuales 77 fueron homicidios y el resto feminicidios. Las principales víctimas son las mujeres transgénero (27), seguidas de hombres gay (14) y lesbianas (8), mientras que entre las regiones donde más se han registrado casos son Magdalena y Atlántico (6), Valle del Cauca (4) y Cesar y Sucre (4).

Hay que recordar que la modalidad del crimen de Juan Danilo Bedoya Román no es la primera que se registra en Medellín en los últimos meses. El pasado martes 15 de febrero, Blu radio conoció que un ciudadano colombo-venezolano de 38 años de edad, identificado como Sahmir Javier González Sarmiento, fue hallado muerto en el barrio La Castellana atado de pies y de manos.

El compañero sentimental de la víctima, quien decidió mantener en reserva su identidad, contó a la emisora bogotana que, tras no saber nada de González Sarmiento por más de 12 horas, decidió irlo a buscar a su apartamento, donde lo encontró muerto, atado de pies y manos, y con una sabana amarrada a su cuello.

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