Alias ‘Matamba’: el narcotraficante que se perdió de una cárcel de Bogotá y fue encontrado borracho en otra celda

Juan Larinson Castro Estupiñán, alias ‘Matamba’, por unos minutos fue dado como uno de los fugados más peligrosos de la historia de la cárcel La Picota, en el suroriente de Bogotá. El capturado como parte del grupo armado organizado Clan del Golfo, que opera rutas cruciales para la exportación de cocaína desde la costa pacífica colombiana, no apareció en el conteo diario de presos de su pabellón, llamado “de los extraditables”.

La alarma que causó la desaparición de Castro Estupiñán fue mayúscula. El propio ministro de Justicia, Wilson Ruiz, ordenó una vigilancia especial para explicar por qué ‘Matamba’ había desaparecido de su celda. Al revisar en el resto del centro penitenciario, la respuesta fue clara: el capturado fue hallado en otro de los pabellones de la cárcel, pasando tranquilamente los efectos del alcohol que había consumido, presuntamente, la noche anterior.

Cabe resaltar que, en su contra, los Estados Unidos realizaron un pedido de extradición tras su captura en mayo del 2021, pues este tenido narcotraficante se operaba las más importantes rutas del narcotráfico en Tumaco, Nariño comandando el grupo ‘La cordillera del Sur’. Juan Larinson Castro se convirtió en un principal aliado de Darío Antonio Úsuga David alias ‘Otoniel’, en el control territorial de gran parte del Pacífico colombiano.

Como tal, dominó las acciones del Clan del Golfo en zonas como Rosario, Leiva, Policarpa y Cumbitara (Nariño). En estos municipios coordinaba el transporte del clorhidrato de cocaína que se cultivaba para llevarlo a las costas del Pacífico en Colombia y Ecuador, desde donde la droga es transportada hacia México para el cartel de Sinaloa ‘Nueva Generación’ y su posterior venta en Norteamérica.

Castro pasó por todos los grupos armados existentes en la historia del conflicto colombiano. En 1997 hacía parte de las Farc, pero se ordenó su fusilamiento por insubordinación. Luego, en 2003, fue capturado como parte de un grupo paramilitar y consiguió su desmovilización en 2005, en el marco de los acuerdos de Justicia y Paz del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez. Como muchos de estos desmovilizados, volvió a la ilegalidad y en 2016 fue nuevamente capturado, luego de una emboscada en Nariño.

Después de esta captura, ‘Matamba’ logró escapar: negoció su libertad con la Fiscalía, y desapareció. Solo hasta mayo del año pasado, cuando fue detenido en plena celebración de su cumpleaños, volvió a ser puesto a disposición de las autoridades y llevado a La Picota.

Uno de los principales centros carcelarios de Colombia, la cárcel de máxima seguridad de La Picota ha estado en el ojo del huracán en las últimas semanas. En su pabellón “de extraditables” se encuentran detenidos decenas de narcotraficantes y jefes de grupos armados que han sido solicitados por jueces de Estados Unidos y están a la espera de su proceso de extradición. También hay en sus celdas políticos, empresarios y otros capturados de alto nivel.

A pesar de esto, un informe televisivo de Noticias Caracol encontró irregularidades con uno de los presos, Carlos Mattos. El empresario, condenado por sobornar jueces en medio de un litigio por los derechos de importación de automóviles Hyundai en Colombia, habría conseguido salidas de su centro de reclusión con la excusa de atender citas médicas, pero en la que resultó en su oficina reunido con sus abogados de manera irregular.

Debido a estas denuncias, el presidente Iván Duque ordenó la destitución del director del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), mayor general Mariano Botero Coy, y del director de la cárcel, Wilmer Valencia.

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