La elección de Miguel Polo Polo como representante afrodescendiente de la Cámara se sumó a la larga lista de polémicas en torno a esas curules especiales del Congreso de la República. Además, por unas polémicas declaraciones que dio en una entrevista radial, a la que se sumó un reconocimiento previo en el que se identificó como indígena.
Alí Bantú, candidato de la lista de Soy por Somos (movimiento del que hace parte también Francia Márquez) a la curul afrodescendiente pero que no fue elegido, difundió en sus redes sociales en que el elegido representante era reconocido dentro de las minorías indígenas.
El documento expedido por el sistema de información indígena de Colombia (SIIC), del Ministerio del Interior, certifica que Miguel Abraham Polo Polo aparecía como perteneciente al censo de la Comunidad Indígena Isla Gallinazo en los registros de 2016 y 2019.
A través de la verificación por Código QR se puede verificar la autenticidad del documento. Aunque no se establece que una persona no pueda pertenecer a dos minorías, Polo Polo ha sido cuestionado justamente por no identificarse en el activismo de la comunidad afro.
“El Sr. @MiguelPoloP es indígena, no es negro. En el año 2019, este muchacho se “autopercibió” como indígena en la comunidad Isla Gallinazos para ganar una beca (adjunto prueba reina). En consecuencia, este señor no cumple con los requisitos para hacerse elegir por la cámara afro”, sostuvo el candidato Bantú.
La Ley 649 de 2001 establece como único requisito para aspirar a la curul de las comunidades negras que los candidatos para ser elegidos “deberán ser miembros de la respectiva comunidad y avalados previamente por una organización inscrita ante la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras del Ministerio del Interior”.
Tampoco se cuenta en las inhabilidades, además de las generales para aspirar a cargos públicos, ninguna referente a un doble reconocimiento minoritario. Sin embargo, Polo Polo es cuestionado por la identidad con las comunidades que dice pertenecer y que aparte aspirar a representar.
Al respecto del nuevo cuestionamiento, Polo Polo respondió en su cuenta de Twitter, únicamente respecto a la beca, pero no a los cuestionamientos éticos. “Después de graduarme de bachillerato en 2013, ingresé a la Universidad de Cartagena en 2016 a través de un examen de admisión, allí cursé mi Pregrado en Gestión Publica. En 2021, el Colombo Americano me otorgó una beca para estudiar inglés. Nunca he sido becario como indígena”, sostuvo.
En entrevista con la W Radio, contra la que anunció acciones legales, el elegido representante afirmó que ser afro o indígena, supuestamente legalmente, es auto reconocerse como tal. “Todo el pueblo colombiano en su ADN tiene algo de afro entonces en ese orden de ideas venir a decir que yo no represento la lucha afro es algo que está salido de los cabellos”, afirmó.
Polo Polo también describió como “mezcolanza” y “mazamorra” el mestizaje con genes afros e indígenas, además que no defiende “los derechos colectivos, a mí el colectivismo no me gusta, yo defiendo los derechos individuales”, por lo que sus propuestas no estarán enfocadas en minorías.
De acuerdo con un documento titulado Representación, Participación y Curules Especiales de Minorías Étnicas de la Registraduría y Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales, las dos curules afrodescendientes han estados envueltas en cuestionamientos de representación desde hace varios años.
El estudio señala que desde la reactivación de las curules en el año 2002, no ha habido unanimidad de los consejos comunitarios afrodescendientes por los elegidos. En ese año quedaron María Isabel Urrutia y Willington Ortiz, reconocidos por sus logros deportivos, pero poco por su trascendencia política.
Urrutia fue elegida nuevamente junto a Silfredo Morales Altamar, quien terminó condenado por corrupción al término del cuatrienio. En el 2010 quedó elegido Yahir Fernando Acuña, cuestionado por ser apadrinado por Enilce López alias ‘La Gata’. En 2014 los elegidos María del Socorro Bustamante y Moisés Orozco Vicuña fueron desconocidos por las comunidades negras.
Según dice el documento, uno de los problemas de base es la ausencia de una organización comunitaria de las poblaciones negras, que en muchos casos no se reconocen como tal, por lo que los representantes que hacen parte de una tradición en la lucha afro no obtienen el apoyo para ser elegidos y lo logran quienes son apoyados por clanes políticos.
A diferencia, en la curul indígena, los requisitos para los candidatos son que “deberán haber ejercido un cargo de autoridad tradicional en su respectiva comunidad o haber sido líder de una organización indígena, calidad que se acreditará mediante certificado de la respectiva organización refrendado por el Ministerio del Interior”.
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