Al menos setenta hectáreas de cobertura vegetal han sido consumidas por un incendio forestal en el corregimiento de Tomarrazón, en Riohacha, capital del departamento de La Guajira. La situación afecta gravemente a campesinos y ganaderos, además de vegetación de la Sierra Nevada de Santa Marta —compartida con Magdalena y Cesar—.
Según lo que declaró a la emisora Cardenal Estéreo el comandante del Cuerpo de Bomberos de Riohacha, Onasis Rodríguez, el fuego inició el pasado domingo 13 de marzo y desde el lunes comenzaron el trabajo de mitigación. A este esfuerzo se han sumado varios civiles voluntarios, que trabajan de sol a sol. No obstante, los fuertes vientos del Caribe están dificultando la tarea de los organismos de socorro.
Aunque el Cuerpo de Bomberos de Riohacha dice que cuenta con el equipamiento necesario para enfrentar emergencias de este corte, la extinción del fuego no deja de ser difícil por las condiciones del terreno. En primer lugar, la geografía quebrada del sector obliga al organismo de socorro a cargar bombas de espalda, que son contenedores con 20 litros de capacidad para agua.
Esta carga se acaba con rapidez y las unidades deben volver a la fuente de agua para surtirse. Ahí comienza el segundo problema: la Guajira es un departamento de ecosistema desértico, reconocido por no tener fuentes abundantes de agua. El río más cercano, el Tomarrazón, está completamente seco.
Por eso no es una opción usar helicópteros para extinguir el incendio forestal, como es costumbre hacerlo cuando la conflagración se da en la región Andina.
“Nos resultaría muy costoso mover un viaje de agua en el helicóptero, por ejemplo, del mar hasta Tomarrazón. Estamos hablando de 45 km y 90 km; no es rentable”, dice Rodríguez.
Entre las opciones que están contemplando para facilitar la intensa labor de los organismos de socorro, que deben caminar varios kilómetros una y otra vez para recargarse con una pequeña cantidad de agua, está la instalación de una piscina en Tomarrazón; para ello necesitarían ayuda de la Cruz Roja, ya que se sale del presupuesto municipal.
El comandante Rodríguez dice que la principal causa de los incendios en Riohacha es la quema que prepara la tierra para la siembra, así como la explotación clandestina de panales de abejas para obtener miel.
Alerta roja de incendios en La Guajira
Las lluvias en La Guajira son moderadas y, según el comandante Rodríguez, a duras penas dan para que se restablezcan los pastizales y los ganaderos recuperen algo de estabilidad económica. El fenómeno de La Niña que está viviendo el resto del país no está ocurriendo sobre ese territorio.
Además, según el boletín 0225 del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Riohacha es uno de los siete municipios de La Guajira que están en alerta naranja por riesgo de incendio de cobertura vegetal, junto con Barrancas, Distracción, La Jagua del Pilar, San Juan del Cesar, Uribia y Fonseca.
El pasado martes, un incendio ocurrió en un hogar ubicado en un barrio irregular de este último municipio. Aunque no hubo pérdidas humanas porque la humilde familia no estaba en casa, sí se quemaron dos camas, tres colchones, un espejo, tres ventiladores, ropa y zapatos. Los vecinos controlaron el incendio antes de que llegaran los bomberos de Fonseca.
Por el calor típico del departamento y los vientos, también están en alerta amarilla de incendios los municipios de Albania, Hato Nuevo, Maicao, Urumita y Villanueva.
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