Empleada doméstica que trabajaba para el asesinado padre del rector de las CES era allegada de los criminales que lo ultimaron

La mujer habría pactado con los delincuentes el ingreso a la vivienda de los padres de Jorge Julián Osorio

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Imagen de referencia. Foto: Pixabay
Imagen de referencia. Foto: Pixabay

Un asalto que se salió de control y una infame confabulación estuvieron detrás del crimen del señor Octavio Osorio, padre del rector de la Universidad CES, Jorge Julián Osorio, en Medellín (Antioquia), quien fue ultimado el pasado viernes 11 de marzo.

En un artículo del periódico El Colombiano consultaron con los investigadores de la Seccional de Investigación Criminal de la Policía, en coordinación con la Fiscalía, lograron que la empleada doméstica de los padres del educador confesara su vinculación con este crimen.

A la mujer la delató el nerviosismo y el constante cambio en su relato sobre lo ocurrido en el intento de robo donde fue asesinado el adulto mayor. Inicialmente aseguró que los criminales eran afrodescendientes, pero después los describió como trigueños, y en medio de esa constante indagación la mujer no soportó y señaló que los asaltantes eran su conyugue y un cuñado de él, reseñaron en el diario antioqueño.

De acuerdo con su confesión, lo que habían planeado era que ella les abriera la puerta, pero no pensó que los delincuentes fueran a atacar al señor Osorio, su esposa e hija, todos ellos adultos mayores.

Una vez las autoridades le indicaron la gravedad del delito en el que se encontraba implicada, indicaron en El Colombiano, ella se comprometió a colaborar con las autoridades y suministró las identidades de quienes serían los asaltantes y asesinos.

En la emisora Alerta Paisa informaron que así fue como se capturó en Sincelejo (Sucre) a Juan Carlos Cárcamo Martínez, alias El Negro, que estaría planeando huir hacia Venezuela, a través de la Guajira.

Mientras que en Bello, área metropolitana de Medellín, fue detenido alias Javier, tras un operativo en el que participaron integrantes del GOES y se utilizó hasta el helicóptero de la Policía. Este último, señalaron también en El Colombiano, sería el compañero sentimental de la empleada doméstica.

Lo que llamó la atención de las autoridades

En las primeros pesquisas, las autoridades encontraron que los ladrones entraron sin forzar ni puertas ni ventanas. Una vez adentro, no solo asesinaron a Osorio de 93 años, sino que también le dieron un golpe en la nariz a Margarita Gómez Peláez, de 91 años, madre del rector, y a la hermana del rector, de 64 años le hicieron una herida con un arma blanca.

No se observa que haya sido violentada la puerta, las ventanas ni el balcón. Se está haciendo la inspección del cadáver, practicando los actores urgentes, las entrevistas y revisando los videos. Tenemos las características de los agresores”, señaló inicialmente el coronel José Galindo, comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Medellín.

Ese fue el cabo suelto con el que las autoridades llegaron a la mujer cómplice de los criminales y lograron esclarecer que se trató de un robo que se les salió de control.

En el relato de reconstrucción de los ocurrido, en El Colombiano narraron que la empleada doméstica fue contratada para reemplazar por una semana a la trabajadora de confianza en ese hogar, y quien había sufrido una calamidad familiar.

Como era su último día de trabajo, la delincuente acordó con los asaltantes que le abriría la puerta para perpetrar el robo. Ellos irrumpieron con violencia y posteriormente atacaron a una de las hijas de los padres del rector de la CES, a quien hirieron en la boca.

Luego se pusieron a buscar que robar del hogar y en el camino se encontraron con la esposa del asesinado, a la señora Margarita Gómez de 91 años, a quien estrellaron contra una pared y terminó con una lesión en la nariz.

Este hecho provocó el nerviosismo del señor Octavio Osorio quien comenzó a gritar por ayuda, lo que habría enfurecido a los delincuentes quienes lo hirieron con arma blanca en el abdomen y cuyas heridas le produjeron la muerte.

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