Uribe invita a una consulta interna para definir candidato presidencial

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, citó este martes a una reunión extraordinaria a los directivos, líderes regionales y candidatos del partido Centro Democrático, del cual es su líder natural. En esta reunión definió un comité programático de cinco integrantes, para que decida la forma de consultar la posición de los militantes de cara a las presidenciales.

Uribe eligió a estos parlamentarios como los cinco líderes del comité programático: los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Miguel Uribe Turbay y Alirio Barrera, más el representante a la Cámara Óscar Darío Pérez.

Además, pidió que se tenga en consideración la opinión del dos veces excandidato a la presidencia, Óscar Iván Zuluaga y su fórmula vicepresidencial hasta este lunes —cuando Zuluaga tomó la decisión personal de renunciar a su aspiración—, Alicia Eugenia Silva.

La idea de la comisión es que decidan, en el menor tiempo posible, de qué manera se consultarán las inclinaciones de los más de 600 mil militantes del partido Centro Democrático. Además, ellos deben establecer una serie de puntos programáticos fundamentales que den soporte a cualquier decisión que tomen sobre el camino a seguir por el partido.

Durante la misma reunión, que fue transmitida en redes sociales y tuvo acompañamiento de la prensa, cada uno de los cinco líderes elegidos tuvo la oportunidad de manifestar su opinión ante el resto de la dirección sobre temas como la renuncia de Zuluaga, los tiempos en los que debería hacerse la encuesta con los militantes y el mea culpa con el que Uribe abrió el encuentro.

María Fernanda Cabal, la segunda senadora más votada del partido, dijo que el Centro Democrático inició un momento de adversidad y ejerció un liderazgo significativo desde 2014, pero que el Gobierno Duque se alió con personas enemigas de la colectividad y dio retrocesos que no son responsabilidad de Uribe.

Cabal añadió que los votantes de Petro no son sus votantes y que es responsabilidad del partido volver a enamorar a los no uribistas y a los indecisos, así como hacer coaliciones con sectores como Justa Libres y Salvación Nacional.

Por su parte, Paloma Valencia confesó que se sintió molesta porque algunos miembros del Centro Democrático dejaron solos a Zuluaga y Silva, quienes habían sido elegidos por un mecanismo acordado con los cinco precandidatos —incluida ella—. Según la senadora caucana, él era el único candidato en la baraja que representaba el desacuerdo total con el Acuerdo final con las FARC, mostrado en el plebiscito.

Ella se mostró de acuerdo con un periodo de dos semanas, de siete que faltan para la primera vuelta, para definir lo que pasará a continuación contando con la opinión de la militancia.

Por su parte, el exgobernador de Casanare y senador electo, Alirio Josué Barrera, aseguró que uno de los motivos por los que el Centro Democrático perdió tantas curules en estas legislativas tiene que ver con que la ausencia de Uribe en el tarjetón no atrajo los mismos votos. Se mostró de acuerdo con participar en coaliciones.

Miguel Uribe Turbay aseguró que él tiene amplia experiencia en la psiquis del candidato por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, porque él fue el líder de oposición en el Concejo de Bogotá durante su mandato. Dijo que, del mismo modo en que Uribe pensó en el bienestar del país por encima de cálculos políticos, el partido debería actuar de la misma manera.

Otras figuras visibles del partido, como Fabio Valencia Cossio, y la líder de las juventudes uribistas, se tomaron la palabra para decir que la mayoría del Centro Democrático estaba inclinada hacia votar por Fico Gutiérrez y que era redundante llamar a consultas.

El expresidente y otros presentes mostraron su desacuerdo ante esta idea por varias razones. En primer lugar, Uribe teme que tomar una decisión así sin contar con la militancia hará que Fico reciba el estigma de “el candidato de Uribe” y, eventualmente, pierda las elecciones. “Mucho hace el que poco estorba”, aseguró.

Además, él cree que la dirección y la militancia regional o cristiana podrían tener puntos de vista diferentes y que valdría la pena considerar; incluso si la decisión final es darle la libertad al partido para elegir el candidato que cada militante considere ideal.

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