El trabajo en conjunto de la actriz Andrea Meneses y el dramaturgo Felipe Vergara, “Un abrazo al vacío”, cuenta la historia de la actriz y acróbata aérea por medio de diferentes herramientas documentales, canciones narrativas y acrobacia aérea.
Inspirada en la historia real de Meneses y la desaparición de su madre, la obra se vale de diferentes elementos que dialogan entre sí para crear una narrativa fraccionada que une la poesía, la música y el género documental.
“Un abrazo al vacío” se remonta al 29 de junio de 1984, cuando la artista tenía seis años, ese día su madre, Ligia María Guerrero desapareció. No saben qué pudo haber sucedido con ella, los hechos son confusos y las personas cercanas a Meneses tienen versiones diferentes.
“Siempre he sentido que hay cosas que quieren tapar y solo la versión de mi papá parece dejar ver algo más de lo que oculta. Sin embargo, en el momento en el que Ligia María desapareció, la relación amorosa de mis padres ya había terminado y ellos habían perdido contacto, así que él no tiene mucha información sobre lo que pudo haberle pasado a mi mamá”, escribió Meneses en el texto “Una historia repleta de agujeros”.
Se conoce que Ligia María Guerrero era fotógrafa y militante de grupos políticos Marxistas-Leninistas, además de estudiante y guitarrista que en su propósito de construir un mundo distinto se sintió amenazada. La obra que ahora presenta su hija es un homenaje a ella y demás personas que están en esta situación.
“Un abrazo al vacío” se realiza con el apoyo de una beca de creación del Ministerio de Cultura. “Es un trabajo que busca indagar acerca de las consecuencias sociales de la desaparición forzada, de cómo ha servido para frenar el movimiento social, la movilización en sentido literal, el traslado de un lugar a otro. Andrea como acróbata sirve de metáfora de la importancia de movernos, cuando exploramos el movimiento, aparece la belleza, aparece lo que parecía imposible, aparece lo grandioso”, afirmó Felipe Vergara.
El equipo que trabajó en la obra está compuesto por Marcia Cabrera, Javier Ojeda, Felipe Camacho y Pablo Restrepo, además de Vergara y Meneses. “Son pocas las memorias que he logrado sacar del cuarto oscuro. Pero una especie de retrato velado de mi madre empieza a aparecer. Y entonces siento la necesidad de desenredar los nudos y construir una historia para contar; para transformar el dolor y hacerle el duelo. Quiero realizar una especie de proceso de revelado para que de la cubeta surja imagen de lo que pasó, una imagen que me ayude a darle sentido a algo que lo que, por supuesto, no lo tiene”, escribió Meneses.
La obra se basa en archivos documentales de la familia Meneses, “sabemos que es una historia llena de huecos. Pero esos huecos vale la pena hacerlos visibles, porque la falta de información habla de la poca importancia social que tiene esa información. Los archivos desaparecidos nos hablan de que hay unas historias que quieren mantenerse silenciadas”, dijo Vergara.
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