La ciudadanía residente del municipio de Aracataca, en Magdalena, denunció, ante las autoridades, los actos vandálicos que se cometieron en contra del monumento hecho en homenaje al Premio Nobel de literatura colombiano, Gabriel García Márquez. De acuerdo con la denuncia, y con lo que quedó registrado en fotografías, a la estatua le quitaron su pie izquierdo. Esto, comentan los testigos del hecho, es una agresión, no solo para para el municipio sino también para el Caribe y el país. La escultura, ahora mutilada, está ubicada en la Plaza de la Iglesia de Aracataca.
“Esta es una obra cultural, una obra de nuestro premio Nobel, lo importante es que se ha activado un dispositivo y ya se dio con el paradero del autor de este hecho que no es acorde a lo que nosotros somos, pronto daremos con la captura de este personaje que no solo ha hecho un daño a Aracataca, sino al Caribe Colombiano. La policía ya le viene haciendo las investigaciones correspondientes”, manifestó el alcalde de Aracataca, Luis Emilio Correa.
“No es posible que estas cosas sucedan en nuestro municipio y no tengamos un mínimo sentido de pertenencia (...) debemos cuidar lo nuestro, somos personas de buenas costumbres, gran cultura e inteligencia, y estamos ante los ojos del mundo por el legado que Gabriel García Márquez nos dejó”, comentó un ciudadano en testimonios rescatados por parte del diario El Heraldo.
Como un hecho macondiano ha sido catalogado el reparo de algunos cataqueros con la estatua del nobel Gabriel García Márquez, que será colocada en la plaza Bolívar de Aracataca.
La historia tiene un ingrediente adicional, pues, la actual imagen del escritor no es la que inicialmente colocarían en el escenario público. Ocho meses atrás el cartagenero Óscar Noriega llevó al municipio, por encargo del Alcalde de turno, una efigie que prometía quedarse en la población, pero esto no ha sido así.
En julio del 2020, esta obra fue constantemente criticada por la supuesta falta de similitud de su rostro con el del autor de ‘Cien años de soledad’. La creación de la escultura estuvo en manos del artista plástico de La Guajira, Otto Arteta Bonivento. La obra, inicialmente, estaría en manos del cartagenero Óscar Noriega, sin embargo, al no llenar las expectativas de la interventoría, el proyecto le fue arrebatado.
“La otra había gustado mucho. Queremos ver la nueva porque se dice que la eligieron para economizar y tememos a que se cumpla lo que reza el dicho: lo barato sale caro”, comentó José Polo, comunicador social de la población, a W Radio.
“Considero que el material de la obra no era lo más importante, porque yo tengo los moldes y la hubiese fundido en bronce, como lo pedían. En mi caso, la Interventora fue la que dijo que mi escultura no le gustaba. Desde un principio no hubo interés, se notó que el factor económico primó”, destacó por su parte, Noriega.
“Cuando conocí la escultura dije que no estaba de acuerdo, porque el valor no correspondía al material utilizado, fibra de vidrio, lo que nos parecía peligroso. Pedí nuevas propuestas de bronce para que la gente pudiera interactuar con ella. Así fue donde conocimos la obra de Otto Arteta”, agregó la ingeniera Ingrid Fernández. Según detalló la experta, habían cuatro bocetos de la misma obra, sin embargo, ganó el de Arteta Bonivento.
Mientras se esclarece lo ocurrido con el robo a la estructura hecha en honor a Gabo, se recuerda lo sucedido a mediados del año pasado. En julio del 2021, otra estatua en honor al escritor, ubicada en Santa Marta, también fue vandalizada. Este monumento, levantado por el escultor Óscar Noriega, está avaluado en los 300 millones de pesos y, para ese entonces fueron atacadas por presuntos manifestantes que marchaban por la zona. Según vendedores ambulantes que presenciaron los hechos, los atacantes golpearon la estructura en repetidas ocasiones.
“El día de la marcha, uno de los manifestantes la tumbaron y se golpeó. Lo que hemos hecho es rodarla donde nadie la tropiece y limpiarla. Nosotros instalamos las ferias hace 15 días pero los daños pudieron ocurrir a finales de mayo”, dijo Alime Ruidiaz, representante de los comerciantes, ante la prensa.
“No deja de embargarme un leve tristeza por lo que sucedió y más por lo que representa este personaje para la literatura mundial (...) Debo destacar la actitud que tomó la comunidad con el muchacho que la dañó, por ellos fue que la cosa no fue peor”, dijo, para aquellos días, el escultor detrás de la obra.
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