La Procuraduría General de la Nación hizo un llamado de atención por las frecuentes fallas que se han registrando en el servicio de energía eléctrica en la costa Caribe. Pese al cambio de operadores de este servicio, la ciudadanía sigue quejándose por los cortes de luz.
De acuerdo con el Ministerio Público, la agremiaciones, los personeros municipales y la comunidad en general, hicieron llegar al órgano de control las quejas, inquietudes y comentarios frente a la prestación del servicio público de energía eléctrica en la costa Caribe.
Por lo anterior, la Procuraduría General de la Nación solicitó respuestas a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y a los operadores Afinia y Air-e, sobre las irregularidades en el servicio de energía eléctrica en la costa.
En carta enviada a la superservicios, Natasha Avendaño García; al director de la CREG, Jorge Alberto Valencia Marín, y a los gerentes Javier Lastra Fuscaldo (Afinia) y Jhon Jairo Toro (Air-e), el Ministerio Público pidió información sobre las acciones adelantadas para mejorar la prestación del servicio en la región.
Adicionalmente, presentó la actuación preventiva adelantada y las conclusiones de las mesas de trabajo realizadas con las comunidades en noviembre de 2021.
En estos espacios, las pequeñas agremiaciones, vocales de control, personeros municipales y comunidad en general, expresaron sus inquietudes por las suspensiones e interrupciones del servicio que afectaban gravemente la economía de los territorios.
De acuerdo con el Ministerio Público, las principales quejas en ese entonces estaban relacionadas con inconformidades en la facturación; falta de claridad en el procedimiento de cobro, y la preocupación por las conexiones fraudulentas que implican que esos consumos lleguen a los usuarios legalizados.
La Procuraduría General de la Nación aseguró que los ciudadanos tenían gran expectativa por la llegada de los nuevos operadores (Air-e y Afinia) en reemplazo de Electricaribe; sin embargo, señaló que se evidenció un alto grado de desconfianza debido a que los clientes finales no perciben cambios en las condiciones del servicio, es decir, no existen las mejoras que se prometieron con esta modificación.
El órgano de control también dio a conocer las inconformidades presentadas por los veedores ciudadanos en las sesiones de diálogo, entre ellas, la desconfianza en relación con el proceso de instalación de los medidores inteligentes, donde se encontraron quejas de facturas que ascienden al millón de pesos para estratos dos y tres.
Problema heredado
La empresa Electricaribe dejó a más de 2.741.000 usuarios insatisfechos, principalmente de los estratos 1, 2, y 3, y equipos obsoletos desde hacía más de tres décadas. En octubre de 2020, esta dejó de prestar el servicio de energía para la Costa Caribe colombiana. En su lugar comenzaron a operar Air-e (en Atlántico, Magdalena y la Guajira) y Afinia (en Bolívar, Córdoba, Sucre y Cesar), dos subsidiarias de Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Los habitantes de la costa Caribe representan el 26 % de la demanda nacional de energía eléctrica. Para tratar de suplir esa demanda, Electricaribe se endeudó y adquirió energía de otras empresas. Además, la compañía fue señalada como negligente al cobrar por las conexiones irregulares, que representaban el 30 % de usuarios totales de electricidad.
En su momento, el gerente general de Air-e dijo que los usuarios del Caribe colombiano tendrían que armarse de paciencia mientras se efectuaban los cambios y se reparaban los vacíos dejados por Electricaribe. “La gente sabe que algo irá cambiando, pero será gradual. Y lo digo porque la gente no puede creer que porque se apaga Electricaribe y arranca Air-e ya todo cambió. Mágicamente no se puede cambiar”, dijo John Jairo Toro.
Sin embargo, a cinco meses del cambio de operadores, las irregularidades en el servicio de energía eléctrica continúan y la comunidad ya no aguanta más.
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