Temporada de lluvias: recién nacida murió en Murindó por falta de atención médica

Los lugareños están preocupados ante la posibilidad de seguir perdiendo personas en urgencias vitales

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La madre del recién nacido
La madre del recién nacido tiene apenas 14 años.

La empalizada que está enfrentando el municipio de Murindó, en el occidente del Urabá antioqueño, está dejando un saldo de 700 personas damnificadas — el 14 % de su población— y dos mil ciudadanos aislados del resto del país, puesto que no hay carreteras que los conecten y su canal de comunicación con el exterior es el río Murindó.

La historia más triste sobre esta tragedia llega este miércoles desde el resguardo indígena Guaguas, una de las concentraciones de la etnia embera katío que viven en el municipio. Una niña de 14 años dio a luz a otra pequeña en la madrugada de este 8 de marzo.

Como es normal en este tipo de partos de alto riesgo, en los que la mujer gestante aún no termina su desarrollo físico, la bebé llegó al mundo con complicaciones: presentó problemas respiratorios, lucía morado y su cabeza estaba hinchada. Tuvo dos crisis en un lapso de tres horas.

Vieron necesario hacer un traslado al casco urbano para salvar la vida de la recién nacida y atender a su pequeña madre. No obstante, Guaguas se encuentra a dos horas en lancha del casco urbano de Murindó y el río está inutilizable por los palos y ramas que lo bloquean.

El personero de la comunidad, Dolcey Torres Segura, aseguró que se hicieron varias llamadas al Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran) para gestionar un traslado por vía aérea.

Según denunció Torres en la emisora Caracol Radio, nadie en el Dagran respondió y la bebé perdió la vida.

Fue imposible porque no hubo cómo extraerla, me comuniqué con el Dagran, con el director pero no me contestó, nos comunicamos con muchas entidades, pero no fue posible. La única vía era el área, pero no fue posible y la niña falleció.

Varias horas después, la niña que dio a luz finalmente pudo ser trasladada al centro asistencial de la zona urbana, donde permanece estable.

La comunidad grabó un video para hacer la denuncia de lo sucedido y añadieron que con frecuencia sienten la ausencia del Estado en su territorio.

En este momento estamos muy tristes. Lamentablemente se nos falleció la bebecita. Por eso, queremos que nos apoyen. Necesitamos que urgentemente saquen esta palizada que está aquí porque nosotros no queremos seguir muriendo a raíz de esta situación, de esta crisis que nos está pasando. Por favor, colabórenos.
La comunidad pidió que no la olviden porque está en una situación compleja.

La respuesta de la Gobernación de Antioquia a la situación no es la más alentadora. La situación de la palizada, que bloqueó por completo el cauce del río Murindó e inundó las poblaciones que viven a los extremos de donde ocurrió el deslizamiento, tardará más de un mes en resolverse.

Como le informó al periódico El Colombiano el director del Dagran, Jaime Enrique Gómez, la maquinaria necesaria para acabar con un bloqueo de esas proporciones es pesada. Como ya se mencionó, no hay carreteras para llegar a Murindó, de modo que los instrumentos deben movilizarse en planchones.

Mientras las máquinas llegan y se soluciona la empalizada, la responsabilidad del Gobierno es evitar la muerte de más personas en circunstancias similares y hacer contrapeso a la posible temporada de hambruna que se aproxima.

Cabe recordar que los enseres consumidos en Murindó son llevados allá mediante el transporte fluvial o productos del río, y que buena parte de la economía murindoseña depende de la agricultura y de la pesca que no tendrán por un tiempo, gracias a la sequía causada por los palos y ramas.

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