En días pasados un hecho de intolerancia entre menores de edad a las afueras de una institución educativa provocó la expulsión de uno de los implicados que tenía un arma blanca con la que atacó a otro; sin embargo, tras el reclamo de su madre por analizar mejor la decisión, el colegio decidió revocar dicha decisión y dejar que el estudiante vuelva a clases.
Los hechos se dieron en Bucaramanga, frente a la entrada de la Escuela Normal Superior, reconocida recientemente porque allí estudiaba la adolescente Nickol Valentina quien fue asesinada por robarle su celular.
El menor que en un principio fue expulsado tiene 13 años y está cursando el grado noveno. El día del problema él salió de la institución y fue a la tienda que queda frente al colegio a comprar un pan y una gaseosa para almorzar, puesto que ha declarado que no le gusta el alimento que entrega la institución a través del PAE.
Mientras estaba comiendo, afuera de la institución, estudiantes mayores que él se le acercaron y empezaron a agredirlo verbalmente, pero el menor no reaccionaba a los insultos. Sin embargo, uno de sus compañeros se acercó, le entregó una navaja y le dijo que se defendiera.
El hecho, afortunadamente, no dejó heridos, pues el joven utilizó el arma blanca para asustar a quienes anteriormente lo estaban agrediendo, pero no los atacó. Aún así, el momento fue grabado por otros estudiantes y llegó hasta Cesar Augusto Trujillo, coordinador de la institución educativa, quien al ver las imágenes decidió cancelar la matricula del menor.
Ante la situación, considerada injusta por algunos, la madre del menor radicó un derecho de petición y una súplica al colegio para que a su hijo se le permitiera estudiar y se le hiciera el debido proceso, teniendo en cuenta los antecedentes del video.
Caracol Radio dio a conocer el reclamo que hizo la madre cabeza de familia a través de un documento en el que declara que el colegio “está vulnerando el derecho a la educación y el debido proceso para corregir una situación”.
La mujer detalló que tras el incidente el coordinador se comunicó con ella y le hizo firmar un papel, pero que ella no sabe qué firmó en ese momento. “Yo toda preocupada le dije que, si me podía colaborar, que con el psicólogo del colegio y él coordinador me responde que no, que son más de 2000 estudiantes, que realizara esa consulta con mi EPS”, se lee en el documento.
Sin embargo, al día siguiente uevamente la citan al colegio para que retire a su hijo y le comunican que fue expulsado. “Sí, mi hijo cometido un error, fue por fuera del colegio, aunque él tenía el uniforme, pero no le pueden vulnerar el derecho al estudio, ni mucho menos al debido proceso y a orientación psicología que necesitamos”, expresó la mujer en el documento publicado por la emisora.
Este reclamo fue analizado nuevamente por las directivas de la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, quienes decidieron echar para atrás la decisión de la expulsión.
Recientemente se llevó a cabo en el colegio un comité de convivencia, en donde se estudió la preocupación de la madre por la educación de su hijo, a eso se unió un delegado de la Secretaria de Educación de Bucaramanga.
El funcionario se reunió con la rectora para evalkuar el futuro del menor de 13 años y, finalmente, decidieron que los días que estuvo sin poder ir a clases por estar expulsado pueden ser la sanción por la falta grave, pero que ya puede regresar a clases.
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