Los trabajadores del Hospital San Francisco de Asís en Quibdó, Chocó, dejarán de prestar sus servicios médicos tras completar seis meses sin recibir sueldos. Los colaboradores se declararon en “manos caídas”, expresión que da a entender que no recibirán más pacientes ni en el servicio de urgencias.
El hospital está en paro desde el pasado 24 de enero, por lo que en ese momento los trabajadores decidieron suspender las consultas externas y la vacunación y solo atenderían las urgencias vitales; sin embargo, recientemente declararon que no recibirían pacientes bajo ninguna circunstancia a partir de este 7 de marzo.
El centro de salud hizo la salvedad de que los pacientes que están dentro del hospital seguirán recibiendo atención médica, a pesar de que no han recibido nuevos insumos. A su vez, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) está gestionando el traslado de estas personas a otros puntos de atención, teniendo en cuenta que San Francisco de Asís cerrará sus instalaciones.
“Vamos a cerrar el hospital. ¿En qué consiste? Los pacientes que están hospitalizados van a seguir siendo atendidos por nosotros con lo que tenemos porque nos faltan insumos, pero no vamos a recibir a ningún paciente más porque no tenemos con qué trabajar”, explicó una de las enfermeras ante RCN Radio. También señaló que el personal no tiene ni siquiera con qué lavar el uniforme para ir al centro de salud.
Por otro lado, el personal confesó al mismo medio de comunicación que ya perdió todas las fuerzas porque están viviendo de la caridad de amigos y familiares. “Me ayudaron para pagar la energía, pero no tengo Internet para que mis hijos estudien. Estamos mendigando hasta para comer. Una persona te regala una papa y otra la cebolla”, señaló otro trabajador a RCN Radio.
A esta situación se le suma la reciente liquidación de la EPS Coomeva, la cual causó que se perdieran 2 mil millones de pesos más, que se suman a los más de 24 mil millones de déficit que tiene el hospital. De esa cantidad, al menos 14 mil millones corresponden a otras entidades prestadoras de servicio de salud que fueron liquidadas y ya no pagarán lo que deben.
Cabe recordar que San Francisco de Asís no es la única entidad de salud que ha tenido problemas por la falta de insumos y recursos financieros. El pasado 18 de febrero el Hospital Ismael Roldán de primer nivel entró en paro por condiciones similares e incluso el pasado 4 de marzo, los trabajadores de salud — de ambos centros de salud — protestaron en frente de unas de las entradas de la Gobernación del Chocó exigiendo una solución por parte del Gobierno nacional.
Entre sus demandas, el personal de salud exige que: se le garanticen sus salarios, que se brinden los insumos para poder atender a los pacientes, una mayor inversión en la infraestructura y un cambio estructural que permita a los dos hospitales públicos salir de la crisis que se ha profundizado con la pandemia.
Estas exigencias han generado que algunos trabajadores reciban amenazas, situación que denunció el exinterventor del Hospital San Francisco de Asís, Camilo Ramírez. “En este momento yo creo que hay más de 30 personas que están siendo amenazadas — expuso el exfuncionario que tuvo que renunciar a mediados de febrero —. No son cuestiones directamente del hospital sino de la región, porque están cobrando extorsiones al personal del centro médico”.
Se cree que las amenazas las ha realizado las Autodefensas Revolucionarias Mexicanas, un grupo paramilitar del que no se tiene mucha información.
Lo cierto es que el Estado se comprometió en entregar ayudas económicas por 8.000 millones de pesos, pero hasta la fecha no se ha avanzado en la entrega y por eso los trabajadores tomaron la decisión de no prestar más atención.
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