Los audios que involucran al senador liberal Mario Castaño en la presunta red de contratos a dedo, con porcentaje a su favor, serían un asunto de tragos. Al menos, eso aseguró él cuando se le preguntó al respecto en la emisora La W el sábado 5 de marzo.
Cuando las periodistas del programa W Fin de Semana le preguntaron si conocía a las personas que fueron detenidas por el caso de este gran desfalco fiscal, Castaño aseguró que solo tres de ellas eran conocidas o cercanas a él.
Por ejemplo, sobre Alejandro Noreña —exasesor de la dirección administrativa del Senado—, aseguró que le ayudó un tiempo “en el ejercicio político en Manizales”; los demás, según él, eran contratistas cuyas acciones se salían de su responsabilidad. “Yo no sé, yo no puedo responder por los actos de la gente en su vida privada, no tengo ni idea”, dijo.
El senador Castaño, quien busca reelegirse en los comicios de la semana próxima, también dijo que la dirección de la investigación apunta erróneamente hacia él y se siente perseguido.
El proceso ni siquiera es contra las personas que capturaron, el proceso esta dirigido en contra de Mario Castaño. Están utilizando la misión de justicia para intereses perversos.
Las periodistas también lo increparon porque algunas de las acciones delictivas se habrían concretado desde su oficina en el Capitolio. Sobre eso también se lavó las manos: dijo que él lleva mucho tiempo sin entrar a su oficina —”desde antes de la pandemia no voy por allá”— e invitó a que se revise la minuta de ingresos para probar lo que dice.
Cuando le preguntaron por qué, en una grabación filtrada, habló sobre una prórroga de un contrato en una empresa de licores que le generaría ingresos de 15 mil millones de pesos en quince años, Castaño sacó una de las excusas más sorprendentes: afirmó que estaba en estado de embriaguez cuando sostuvo esa conversación y que las ganancias de las que hablaba eran en regalías para el departamento.
Finalmente, al reiterarle que algunos de los contratistas detenidos —que, le reiteraron, trabajan para él— estaban pidiendo coimas a nombre suyo por la asignación o prórroga de contratos, él insistió en que no podía estar encima de ellos y que se trataba de sus vidas privadas.
Además, Castaño aseguró que tiene todo el material probatorio para probar su inocencia ante la Corte Suprema de Justicia y que no renunciará a su curul para que su caso pase a la Fiscalía General de la Nación, como dice que ya ha ocurrido con otros senadores cuando se ven envueltos en ese tipo de escándalos.
El caso de Mario Castaño
A la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llegó un compulsa de copias contra el senador Mario Castaño, para que se investigue su participación en una red de corrupción, que direccionaba contratos con la finalidad de apropiarse recursos públicos de Valle del Cauca, Cauca, Tolima y Risaralda.
Según las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, empresarios y particulares frecuentaban al congresista para ser beneficiados con contratos. En la reuniones, presuntamente, se ajustaban los pliegos contractuales y las condiciones exigidas en licitaciones de obras públicas en estos departamentos, para que quedaran en manos de las oferentes que el senador del Partido Liberal indicaba. Se direccionaban contratos a cambio del 10 % del valor total de cada uno.
El ente investigador manifestó que en total han sido capturadas nueve personas vinculadas a esta red como resultado de un año de investigaciones por parte de fiscales de la dirección Especializada contra la Corrupción y miembros del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) y se les imputará los delitos de concierto de delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos y prevaricato.
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