Después de dos años inició juicio contra asesinos de estudiantes colombianos en México

El pasado 24 de febrero de 2020, los cuerpos de Ximena Quijano Hernández, de 25 años, y José Antonio Parada Cerpa, de 22 años, fueron encontrados en un secto de Puebla, México, llamado Huejotzingo. Tanto Quijano como Parada eran estudiantes de medicina de nacionalidad colombiana que estaban en ese país por un intercambio estudiantil.

Tras salir de un festival en esta zona, los estudiantes colombianos salieron junto a Francisco Javier Tirado Márquez, compañero de clases mexicano, y tomaron un Uber de regreso a la donde estaban viviendo en el estado de Puebla. Sin embargo, nunca regresaron, hasta que al otro día los cuerpos de los tres estudiantes y el conductor del Uber, identificado como Josué Vital, fueron encontrados con impactos de bala.

Por el asesinato de estas cuatro personas las autoridades mexicanas capturaron a Pablo Jesús, de 43 años; Ángel, de 23; y Lisset, de 22, días después de los hechos y los vincularon al proceso por los delitos de homicidio y robo de vehículo, con prisión preventiva. Se estableció que los tres hacían parte de una banda de jaladores de carros.

Sin embargo, dos años después de lo sucedido el juicio contra estas tres personas no había iniciado. En México, el pasado 27 de febrero existía la posibilidad de que los tres quedaran en libertad porque se vencía el plazo de dos años para que una persona esté privada de libertad sin ser condenada, pero un juez de control días antes amplió la medida cautelar para que esto no sucediera.

Finalmente, esta semana inició el juicio oral en el que las familias de las víctimas vieron cara a cara a los asesinos, contra quienes pesan más de 100 pruebas en su contra en el expediente.

Los investigadores mexicanos encontraron en la casa de Lissetlas pertenencias de los tres estudiantes, además, el carro en el parqueadero, por lo que la vinculación con la muerte de los dos colombianos y dos mexicanos fue inmediata.

A Noticias Caracol, los padres de Ximena y Antonio revelaron lo que sintieron al ver a los culpables de las muertes de sus hijos en el juicio oral que se llevó a cabo sin la presencia de los medios de comunicación. Las dos familias coincidieron en que la rabia y la impotencia, dos años después, siguen intactas, pero que confían en la justicia de ese país.

Sonia Hernández, la madre de Ximena, dijo que “confío en todas las pruebas que tiene la Fiscalía, que se han podido recolectar durante este tiempo de investigación y también en que la pena sea la máxima para estos asesinos”.

De la misma forma, el abogado mexicano Ricardo Fernández, representante de las víctimas en el caso señaló que los tres capturados pueden enfrentar una pena de hasta 70 años en la cárcel. “Tenemos materia cibernética, telefónica, periciales en balística, en toxicología y todas estas pruebas en suma, que son casi 100, nos van a hacer llegar a la verdad real”, detalló el abogado al noticiero colombiano.

Se espera que el juicio dure dos meses, pues cada día las autoridades estarán revisando entre dos y cinco pruebas con sus respectivos testigos para tomar la decisión final del caso.

En una rueda de prensa con medios mexicanos el abogado expresó que “les pedimos que nos apoyen para que el señor gobernador no deje esto impune, nos ayude a que se aplique la pena máxima y sea un ejemplo para que próximamente los estudiantes no sean tocados”. Cabe recordar que en 2020, en Puebla y otros estados se realizaron marchas estudiantiles en contra de estos asesinatos.

Por su parte, el gobernador Miguel Barbosa Huerta se pronunció y pidiendo que “se aplique la pena máxima a los asesinos de los estudiantes de Medicina y al conductor de Uber, va a iniciar la etapa de juicio oral”, según citó el portal 24 horas MX.

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