Se viralizó en redes video de presunto matoneo a una alumna con deficiencias visuales en un colegio en Tulúa

Se ha difundido en redes sociales las imágenes de estudiantes de penúltimo grado de bachillerato que grabaron cómo utilizan un condón inflado para molestar a la víctima

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“Abra la boca” y “solo una lamidita”, se escucha a diferentes jóvenes del salón, mientras le ponen el preservativo en la cara a la estudiante invidente Foto: Captura del vídeo
“Abra la boca” y “solo una lamidita”, se escucha a diferentes jóvenes del salón, mientras le ponen el preservativo en la cara a la estudiante invidente Foto: Captura del vídeo

En un vídeo quedó registrado el momento en el que María Camila Zuleta, de 18 años, es hostigada por una de sus compañeras al interior de la Institución Educativa Aguaclara en Tulúa, Valle. El hecho ha causado indignación entre los ciudadanos, sin embargo, el colegio ha manifestado que no sería un caso de bullying.

La escena se ha viralizado en redes sociales, en donde estudiantes de penúltimo grado de bachillerato grabaron como utilizan un condón inflado para molestar a la víctima con una condición de discapacidad visual. “Abra la boca” y “solo una lamidita”, se escucha a diferentes jóvenes del salón, mientras le ponen el preservativo en la cara a la estudiante invidente.

Al enterarse de la situación, las directivas de la institución convocaron a una reunión con los padres de familia de todos los alumnos involucrados.

Vídeo que está en redes sociales del presunto matoneo a la joven invidente Foto: Twitter @Lancero19644052
Vídeo que está en redes sociales del presunto matoneo a la joven invidente Foto: Twitter @Lancero19644052

Por su parte, la rectora del colegio informó que no se trataba de un caso de bullying, ni tampoco de algún tipo de discriminación contra la joven invidente, quien fue identificada como María Camila Zuleta, de 18 años.

Ellos estaban en el descanso y nos dijeron que estaban entrando y saliendo del salón. No es un hecho de aplaudir, así haya una aclaración, definitivamente no es algo de avalar porque es un comportamiento no adecuado”, indicó Leidy Montes, rectora del colegio Aguaclara en una entrevista a Blu Radio.

Además, añadió que “la niña que grabó nos dijo que era una recocha de grupo y que en ningún momento pensó en dañarla”.

A la primera que se le dio la palabra en la reunión fue a Camila, la niña presuntamente vulnerada, e inmediatamente nos dice que estaban recochando, jugando con un anticonceptivo y que a ella siempre la han tratado bien”, afirmó Montes, haciendo referencia que la joven invidente no se había sentido vulnerada.

Después de la reunión se habría llegado a la conclusión de que estas actuaciones eran solamente una dinámica de grupo, en la que no se buscó dañar a la joven invidente ni a ningún otro compañero.

Camila es una niña pila, inteligente, cantante, pianista y tiene una personalidad arrolladora y una capacidad tanto intelectual como su personalidad de tomar decisiones y no dejarse intimidar. Ella no se dejaría amenazar y lo mismo su madre, es una señora muy comprometida”, concluyó la rectora.

A partir de este momento, la institución anuncia un acompañamiento permanente a sus 1.800 estudiantes.

En el caso de María Camila, será presentada ante una trabajadora social y tanto ella como sus compañeros, van a liderar charlas y procesos de concientización para prevenir el bullying.

“Se va pa’ la casa a tomar tetero”: niño de siete años fue sacado de colegio a empujones por coordinadora

Un video de una madre del municipio de Ansermanuevo (Valle del Cauca) se hizo viral por la reacción aparentemente cruel e impaciente de una coordinadora, quien es vista sacando a un pequeño niño a empujones del colegio donde estudia, la sede Pío XII de la Institución Educativa Santa Ana de los Caballeros.

La mujer es madre de otra estudiante de la institución. En el video que estaba grabando, ella quería denunciar que su hija de siete años fue devuelta y entregada a una persona que no era su acudiente, ya que esta persona aseguró ser vecina de su abuela. Esperanza Abadía, la coordinadora, se confió de esta persona y la entregó.

La mujer había llevado a la niña a clase porque no sabía que su maestra había enfermado, ya que eso se notificó vía WhatsApp y ella no tenía datos. No obstante, cuando la madre llevó a la niña al portón del colegio, no fue informada del asunto.

Pese a que la niña aseguró que se sabía el número de su abuela, con el cual se le podía informar para que pasara por ella, la decisión final fue enviarla a casa con su vecina.

Preocupada por esa situación, que sin duda es una brecha de seguridad fácilmente aprovechable por posibles delincuentes, la madre regresó al portón del colegio a hacer el reclamo. Lo que se encontró fue una situación aún más extraña.

Con carpetazos y empujones, la mamá vio a Abadía sacando del plantel a otro niño, también de siete años, mientras el menor lloraba y ella le decía, “por acá no vuelve” y “se va pa’ la casa a tomar tetero”.

Como si no hubiera visto nada, la madre increpó a la coordinadora sobre el caso de su niña, ya que aparentemente ella la había visto entrar y no le advirtió que no había clase antes de que se retirara. También aseguró que ella no estaba en capacidad de aprenderse los nombres de los más de 300 estudiantes que asisten al plantel.

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