“Hay mucho nerviosismo porque Petro lo único que ha generado es incertidumbre” Indalecio Dangond, el columnista que quiere ser senador por el agro

El candidato se unió al Centro Democrático porque era afín a sus ideas conservadoras. Buscará que todos los predios rurales de Colombia estén legalizados para 2023

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El candidato recomienda que la gente dé su voto de opinión, sin importar la corriente política.
El candidato recomienda que la gente dé su voto de opinión, sin importar la corriente política.

Si bien el primer nombre del administrador de empresas Indalecio Dangond Baquero no resuena demasiado en el votante de la región Andina, su apellido sí puede sonar familiar. No estaría equivocado quien lo relaciona con el exitoso cantante de la nueva ola del vallenato. De hecho, es el hermano de William Dangond Baquero, cantante y padre del famoso Silvestre Dangond Corrales.

Además, Indalecio es medio hermano de Silvestre Dangond Lacouture, un nombre que alzó controversia por haber sido beneficiario injustificado de Agro Ingreso Seguro, política pública para prestar dinero a campesinos con bajas tasas de interés que fue aprovechada por personas sin vulnerabilidad.

No obstante, Indalecio Dangond se ha mantenido apartado del espectáculo y el escándalo. Él se considera como una persona “decente, con liderazgo, con experiencia”, que le ha dedicado casi toda su vida al crecimiento del campo.

Su hoja de vida está relacionada con entidades dedicadas al financiamiento del agro, incluido un cargo en el Ministerio de Agricultura. Además, ha sido columnista en medios como El Heraldo, El Espectador y El Informador, entre otros.

Con respecto a sus convicciones políticas, se considera un conservador

de la línea de Laureano Gómez y Álvaro Gómez Hurtado. Cuando asesinaron a Álvaro Gómez Hurtado, el Partido Conservador quedó prácticamente huérfano. Los alvaristas nos terminamos identificando mucho con la línea de pensamiento del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Por eso, muchos pasamos a las filas de la ideología del Centro Democrático, que es un 90 % de esa línea conservadora de Álvaro Gómez Hurtado.

Dangond considera que la economía nacional y el Plan Nacional de Vacunación fueron manejados “con mucha responsabilidad” por el presidente Iván Duque Márquez, y que hizo lo que pudo pese a la pandemia, las manifestaciones de 2021 y el flagelo del narcotráfico. No obstante, siente que algunas decisiones pudieron ser tomadas con un poco más de celeridad para evitar que la inflación fuera tan alta.

La mano en el corazón

Indalecio Dangond nunca ha ocupado un cargo de elección popular; si resultara elegido senador, esta sería la primera vez. Sin embargo, tiene la confianza de que no haría parte de los congresistas que “el 95 % de los colombianos rechaza, por ser un Congreso ineficiente y un Congreso con muchas manchas de corrupción”.

Como una persona dedicada al periodismo de opinión, él espera de los votantes un voto de opinión sin importar la corriente política.

Por esta vez, por favor, pónganse la mano en el corazón. Cierren los ojos que escuchen las propuestas de todos nosotros los candidatos y voten a conciencia, que su voto sea útil. [,,,] En estos momentos, lo más importante para fortalecer la democracia en Colombia es elegir bien, no importa de qué partido. Estoy invitando a los colombianos a que votemos a conciencia, que su voto sea de opinión, independientemente que sea de izquierda, que sea de centro o que sea de derecha. Que el voto sea útil, que no se dejen comprar la conciencia.

Con respecto a las presidenciales de mayo, él tiene en mente a cuatro candidatos que, en su opinión, garantizarían la inversión del sector productivo en Colombia y protegerán la libertad económica del país: Óscar Iván Zuluaga, el de su partido, Federico Gutiérrez y Álex Char, precandidatos del Equipo por Colombia, Sergio Fajardo, de la Coalición Centro Esperanza.

Dangond les da la razón a quienes están haciendo negocios con una cláusula Petro de por medio:

Hay una incertidumbre muy alta en toda la clase empresarial del país, porque Petro no ha hecho otra cosa que anunciar en los debates recientes que, cuando él llegue a Palacio, lo primero que va a hacer es marchitar inmediatamente todo el sector minero energético del país y subir los impuestos prediales a todos los empresarios del sector agropecuario del país, para ayudarles a bajar los precios de su finca y poderlas comprar con bonos de deuda pública, para entregársela a una clase rural media.
Hay mucho nerviosismo porque Petro lo único que ha generado es incertidumbre en la confianza inversionista del país. Le digo una cosa: si yo tengo una una inversión importante para hacer en este país y veo que uno de los candidatos más opcionados a ser presidente está punteando las encuestas y tiene ese discurso de destrucción de la fuerza productiva, téngalo por seguro que yo aplazaría esta inversión hasta tanto pasen las elecciones.

Un agro legalizado

A Indalecio Dangond le preocupan varios asuntos sobre el campo. Uno de ellos es que el 90 % de los productores del campo están fuera del sistema bancario del país; más de 2.6 millones de campesinos están financiando sus proyectos por fuera de la banca, en transacciones que son, en cuando menos, inseguras.

Además, según él, de cada cien campesinos, 60 no tienen sus títulos al día. “No tener el título de una finca al día equivale a no tener cédula, porque no existe para el sistema de crédito ni para los subsidios”, dice Dangond.

Por otro lado, siente que el campo colombiano está rezagado en tecnología y envejecido en personal:

En Colombia, de cada 100 productores del campo, 90 tienen más de 50 años. Se nos envejeció la fuerza laboral agrícola en Colombia y no estamos motivando a los jóvenes a que reemplacen a esta generación que ya se va de retirada. Corremos con el peligro que dentro de 10 años no tengamos quién produzca los alimentos del país.

Entre las propuestas de Dangond figura la inclusión financiera de todos los productores del campo para 2026, la legalización de todos los predios en 2023 y capacitaciones en biotecnología para el campesinado.

Infobae Colombia le preguntó a Dangond cómo hacer una política de legalizaciones que no afecte a los campesinos con menor poder adquisitivo o los ponga en riesgo de tener que ceder su tierra. Esto respondió:

El trámite de una formalización de un título no vale más de 3.5 millones de pesos. Ellos no lo tienen, ellos son muy pobres. Hay una ley que le exige al Estado a que debe ayudarles a formalizar y correr con el 100% de los costos de este trámite. El problema es que no ha habido congresistas, senadores en la comisión quinta, en la comisión de presupuesto, que cuando se está discutiendo el presupuesto nacional de la nación ayuden a apropiar esos recursos para garantizar el 100 % de la legalización gratuita de esos títulos a todos los campesinos del país. Es un tema de voluntad política, es un tema de falta de gestión en el legislativo.

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