Carlos Mattos acepta preacuerdo: pagará cuatro años de cárcel y multa de 93 millones de pesos

La Fiscalía General de la Nación señaló que por los hechos registrados en la última semana y las denuncias sobre irregularidades en los traslados del detenido se decidió cambiar un aspecto del preacuerdo

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En una visita realizada a las celdas de Carlos Mattos y Emilio Tapia en la cárcel La Picota de Bogotá, tras las denuncias reveladas en días pasados sobre que ambos tenían lujos e incluso estaban remodelando sus sitios de reclusión, la Contraloría en compañía de la Defensoría no encontraron nada irregular. (Colprensa-Externos).
En una visita realizada a las celdas de Carlos Mattos y Emilio Tapia en la cárcel La Picota de Bogotá, tras las denuncias reveladas en días pasados sobre que ambos tenían lujos e incluso estaban remodelando sus sitios de reclusión, la Contraloría en compañía de la Defensoría no encontraron nada irregular. (Colprensa-Externos).

El empresario Carlos Mattos, implicado en el caso Hyundai y causante de un escándalo en el sistema penitenciario nacional, cambió un punto del preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación durante la tarde de este viernes.

Tras llegar a la Cárcel de Máxima Seguridad de Cómbita, el exempresario aceptó pagar 93 millones de pesos y 56 meses de prisión en ese centro penitenciario. Con dicho preacuerdo, Mattos está aceptando su responsabilidad en el caso de corrupción al sistema judicial.

Cabe recordar que Mattos pagó al menos $2.600 millones a dos jueces de Bogotá y varios funcionarios de la rama judicial para conseguir que fallaran medidas cautelares a favor de la empresa Hyundai Colombia Automotriz, presidida por el empresario. Mattos cometió el mismo delito una segunda vez con el mismo objetivo.

Dicha empresa controlaba la venta de los vehículos de la marca surcoreana en Colombia hasta 2016, año en que el fabricante le otorgó los derechos a Neocorp, filial colombiana de NeoHyundai, que a su vez hace parte del grupo empresarial Eljuri, uno de los conglomerados más poderosos de Ecuador. El último también es dueño desde 2001 de la importadora MetroKia, encargada de dicha marca en territorio colombiano; y de JAC desde 2013.

El preacuerdo

El preacuerdo para Mattos ya incluía la irrisoria multa y el tiempo en prisión, con la rebaja de un tercio de su condena. No obstante, el equipo de Mattos también estaba negociando el lugar donde el sindicado cumpliría su condena.

Esta parte del acuerdo se cayó por el escándalo destapado esta semana en el informativo Noticias Caracol, luego de que el empresario fuera sorprendido visitando sus oficinas con permisos que se le habían concedido expresamente para atender a citas médicas.

Por otro lado, Mattos ya había acordado pagar 500 mil dólares a la Fiscalía General de la Nación y 500 mil más a la Rama Judicial, tribunales que están siendo representados en calidad de víctimas por el abogado Francisco Bernate.

Lo único que falta para que se ejecute este preacuerdo es que sea aprobado por el juez. No obstante, esa decisión se sabrá hasta el próximo viernes 11 de marzo, en una semana.

Con este acuerdo, la investigación por los sobornos de Hyundai Colombia estaría llegando a su fin, pero aún deja varios interrogantes, como la presunta responsabilidad del exfiscal general Néstor Humberto Martínez Neira, quien aparece en varios documentos asociados al caso.

El cambio de prisión

En la noche de este 2 de marzo, Mattos fue trasladado de la cárcel La Picota de Bogotá hasta la cárcel el Barne, en Combita (Boyacá).

El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, dijo:

Fue trasladado el señor Carlos Mattos desde la Penitenciaria La Picota, en Bogotá, hacía el establecimiento el Barne, ubicado en Cómbita, Boyacá. Allí estará con personal de custodia, que brindará vigilancia permanente. (…) Mattos será recluido en las mismas condiciones en las que se encuentran los demás privados de la libertad.

En video quedó registrado cómo funcionarios del Inpec llegaron a la celda de Mattos en La Picota y le informaron que tenían una orden para trasladarlo. El presidiario aceptó sin objetar y empezó a empacar sus pertenencias y sus medicinas.

El único cuestionamiento que hizo Mattos fue acerca de a donde sería trasladado. Por razones de seguridad, la información no podía ser revelada. El guardia del Inpec le indicó al empresario que en el camino se “iría dando cuenta”.

Una vez fue revisado por el médico, porque aseguró que se sentía mal, Mattos salió a Cómbita escoltado por personal del Inpec. Se indicó que a las 11:30 p. m. el exempresario ya estaba en su nuevo centro reclusorio, donde fue reseñado y le tomaron las huellas dactilares de nuevo como parte del proceso.

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