La presentadora del programa Primer Toque y periodista de la cadena Wins Sport, Andrea Guerrero, sorprendió a sus seguidores con una revelación que hizo mediante su Instagram.
A través de una dinámica sencilla en la red social donde dejaba una caja de comentarios para que sus cientos de seguidores le realizaran preguntas. Por lo general este tipo de juegos es usado por los creadores de contenidos digitales y figuras mediáticas para tener interacción con sus fanáticos, pero esta vez fue usado por la periodista deportiva para realizar revelaciones hasta el momento desconocidas de su vida personal.
A la respuesta de cinco curiosidades de la bella periodista cucuteña, esta respondió: “Tengo síncope vasovagal, soy alérgica a los mariscos, soy control freak, mi debilidad es la pasta y me dan miedo los aviones”, en su red social.
Andrea Guerrero no dio mayor información respecto al padecimiento, dejando en duda como lo ha llevado en su vida y carrera profesional, pero afortunadamente para los fanáticos del deporte y de la comunicadora cucuteña, está se encuentra muy bien.
Sobre el síncope vasovagal, se puede mencionar que es la forma más común de desmayo. Diversas situaciones estimulan el nervio vago, lo que ocasiona una reducción de la frecuencia cardíaca y una dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo por mediación del sistema parasimpático. La frecuencia cardíaca lenta y los vasos sanguíneos dilatados hacen que llegue menos cantidad de sangre al cerebro, provocando así el desmayo.
El síncope vasovagal es de tipo reflejo. Existen síncopes situacionales que ocurren en momentos como al orinar, defecar, deglutir o toser. Las causas del síncope no se han entendido por completo, pero se cree que se presentan en personas con una carga venosa periférica excesiva, lo que produce una caída súbita del retorno venoso periférico, lo que da como resultado un estado de hipercontractilidad cardíaca que activa los mecanorreceptores que responden al estiramiento, limitando así las condiciones de la hipotensión y provoca una disminución en el ritmo cardíaco por debajo de 60 latidos por minuto (lo considerado normal es de 60 a 100 latidos por minuto).
Los factores desencadenantes del síncope vasovagal son los que producen en las personas sensibles un aumento de la actividad parasimpática. Los principales, aunque no los únicos: Cambios drásticos de posición. estar de pie por mucho tiempo, estrés emocional, dolores físicos,. Estimulaciones no placenteras como: {Donar sangre. exposición prolongada al calor, emociones extremas, hambre, ansiedad, náuseas o vómitos, deshidratación}.
Como medidas generales, se debe explicar a quien padece estos síntomas la naturaleza de su problema e instruir para que evite los factores predisponentes (calor extremo, deshidratación, conglomerados de personas), así como también a reconocer los síntomas premonitorios, de modo que, al presentarse éstos, pueda adoptar una posición de decúbito y realizar maniobras que aumenten el retorno venoso. Cuando existen factores que limitan la precarga, como un retorno venoso inadecuado o hipovolemia crónica (por ejemplo, el uso de diuréticos), puede ser que los síntomas desaparezcan al corregir dichos factores (adecuaciones en las dosis de diuréticos, uso de medias elásticas compresivas, entre otros). Puede hacer ejercicio, pero debe instruirse para que consuma bebidas hidratantes antes y después del mismo.
Existen dos tipos de tratamiento para el síncope vasovagal, y el preferible es el cambio en el estilo de vida, porque los fármacos y dispositivos tienen efectos secundarios que pueden afectar más de lo que benefician. Cada tratamiento debe individualizarse en cada paciente, según las manifestaciones clínicas y el resultado de la prueba de inclinación.
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