Billetes falsos: consejos para que no le metan un gol

Con estas recomendaciones podrá ahorrarse un dolor de cabeza si le dan una falsificación en tiendas, transporte público o una entidad financiera

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Billetes falsos de denominaciones de veinte y cincuenta mil pesos distribuidos al menudeo
Billetes falsos de denominaciones de veinte y cincuenta mil pesos distribuidos al menudeo

Tristemente, a casi todo aquel que ha manipulado dinero en efectivo le ha pasado: mientras hace una compra, le devuelven uno o más de los billetes con los que intenta pagar porque no se trata de dinero real, sino de una falsificación. Tendrá dos opciones: bien usar otro medio de pago, bien irse sin el producto y su dignidad.

En ese momento comienza el dolor de cabeza para recordar dónde pudo haber recibido ese billete. ¿Se trata de otro negocio al que puede volver para hacer el reclamo? ¿Fueron las vueltas del transporte público que todavía no usa tarjeta? ¿El cajero automático o una sucursal bancaria le dio ese dinero y usted, confiado, no lo revisó?

La molestia es justificada. Si usted rompe accidentalmente un billete auténtico y nadie se lo recibe, puede entregarlo en el Banco de la República y reponer su dinero. Sin embargo, con un billete falso hay varios problemas.

Primero, el emisor no está obligado a reponérselo por un billete auténtico. Segundo, según el artículo 274 del Código Penal colombiano, circular dinero falso —en palabras comunes, “meterle” un billete falso a otra persona— puede dar cárcel de tres a ocho años. Si lo sorprenden, pueden denunciarlo.

Ahórrese la molestia

Por eso, quien tiene la mala fortuna de recibir uno de estos billetes debe asumir la pérdida. Sin embargo, puede tener en cuenta algunos consejos de Asobancaria para evitar que le pase a usted y rechace un billete falso cuando alguien trate de dárselo.

• Fíjese en el papel. Acostúmbrese a la sensación y apariencia de un billete real: el papel tiene una textura especial y es impreso en alto relieve —sospeche de un billete que se sienta muy liso—, es un poco grueso y pesado —a esto se le conoce como gramaje del papel— y se imprimen con tintas de colores brillantes, que no deberían borrarse o transferirse.

• No pague con afán. La prisa es su peor enemiga cuando se trata de pagar con efectivo. El afán o la presión pueden hacer que usted baje la guardia y no se fije en los detalles; incluso, podrían hacerle un cambiazo —usted entrega un billete auténtico y le devuelven uno falso de la misma denominación—.

Evite hacer pagos en sitios concurridos y cambiar billetes a personas desconocidas. También se recomienda no encomendar pagos en efectivo a menores de edad.

• Conozca las características de seguridad. El emisor ha puesto varias claves en los billetes para identificar los que son auténticos. Algunas de ellas se pueden ver a contraluz —como los hilos de seguridad—, otras se ven al girar el billete —algunas imágenes cambian de color y se mueven— y otras se ven bajo una luz ultravioleta. Si usted tiene un negocio, invierta en una lámpara verificadora de billetes.

• Si no está seguro, compare. Algunas personas se enojan cuando usted se fija demasiado en los detalles del dinero que recibe. Relájese y compare: algunos falsificadores utilizan la presión para cerrar el trato. Compare el billete con otro de la misma denominación o con un afiche de billetes —puede conseguir uno en el Banco de la República—.

• ¿Y si un banco le da un billete falso? La entidad financiera le pedirá entregar el billete y llenar un formulario sobre las circunstancias en que usted lo recibió: fecha, hora, si fue en sucursal o cajero y serie del billete. Debe adjuntar el comprobante del retiro. Tras una revisión de seguridad de rutina, el banco deberá consignarle el dinero de vuelta.

Si eso no ocurre, usted puede poner la queja en la Superfinanciera en cualquier momento.

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