La audiencia de imputación de cargos contra Pedro José Trujillo, quien confesó haber asesinado a Nickol Valentina Rodríguez, una adolescente de 15 años de edad, cuando la apuñaló para robarle el teléfono celular en Bucaramanga; contó con un crudo relato de los hechos y dolorosos testimonios, que terminaron por conmover al juez.
El crimen de la adolescente conmovió al país durante el fin de semana. Una nueva víctima de la delincuencia que recibió múltiples heridas en la noche del jueves 24 de febrero, en el túnel de la glorieta vial del Mesón de los Búcaros, por parte de un ladrón que la agredió cuando opuso resistencia para quitarle el celular.
Los familiares y habitantes de la capital santandereana realizaron una velatón después de los hechos realizaron una velatón, pero la menor de edad falleció en horas de la madrugada del viernes. Esa noche, las autoridades hallaron al asesino en Barrancabermeja y le dieron captura.
El hombre fue presentado ante el Juez Segundo de Garantías, para definir la medida de aseguramiento. En esa audiencia, la Fiscalía aseguró que en interrogatorio había logrado la confesión del crimen por parte del indiciado, y relató cómo ocurrieron los hechos.
“En el interrogatorio él contó que había visto sola a la niña en el túnel, la abordó y la cogió por el cuello, que ella se alcanzó a soltarse, volvió y la cogió del cuello y la apuñaló en el cuello y otra que no recuerda dónde y huye. Que cuando se fue, la niña aún estaba de pie”, narró la fiscal del caso en las audiencias preliminares ocurridas el fin de semana anterior.
El ente acusador también logró siete testimonios que involucraban al criminal con el homicidio. Incluso uno que fue determinante, según citó Noticias Caracol, el de un sobrino que fue determinante. Trujillo lo llamó para pedirle una maleta prestada.
“Se le hizo extraño, lo vio asustado, afanado, angustiado y le dijo: ‘Me tengo que ir porque están buscando mi cabeza. Yo no lo quería hacer, la niña se murió’”, confesó ante su familiar antes de abandonar la ciudad.
Todos esos relatos terminaron por conmover al juez, quien no pudo ocultar la indignación y tristeza que le causó el relato del crimen, por lo que pidió unos segundos para reponerse y continuar con las decisiones judiciales.
“No existe ninguna justificación para haber perpetrado ese atentado por la diferencia abismal e inconcebible que existe, entre la insignificancia del valor penal de un teléfono celular, cuando se le compara con el supremo bien jurídico de la vida que además pertenecía a una niña menor de edad”, dijo el juez.
En medio de esa reflexión, el juez, con la voz entrecortada, pidió un minuto de silencio. “Me disculpan un momento, quisiera hacer un receso de un minuto, les ruego me disculpen. Antes de ser juez soy un ser humano y creo que el día que pierda la capacidad de conmoverme presento la renuncia”, señaló.
Trujillo fue imputado por los delitos de hurto calificado agravado y homicidio agravado, que fueron aceptados en audiencia. El juez, además, impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, mientras se define la pena que será impuesta.
El imputado también confesó que tenía antecedentes por hurto en Bucaramanga, que los había cometido porque se encontraba necesitado, según narró la fiscal asignada, debido a que tiene un hijo en Venezuela por el que tiene que responder. Sin embargo, se siente arrepentido por el crimen que cometió. La familia de la adolescente pide justicia por el crimen.
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