La actriz Margarita Rosa de Francisco le salió al paso a su amiga y excompañera de set, Amparo Grisales, luego de que esta la mandó a callar a través de una publicación en Twitter. Sin embargo, lo que se esperaba fuera una dura contestación, terminó en una carta cargada de elogios.
Así lo hizo saber la intérprete, oriunda de Cali, quien compartió una publicación en su cuenta de Instagram donde se le ve junto a la actual jurado del programa de imitación Yo Me Llamo. Allí, se observa a las dos actrices cuando eran jóvenes y protagonizaron la exitosa -y polémica- telenovela Los Pecados de Inés de Hinojosa.
“Querida Amparo: qué buena oportunidad para decirte unas cuantas sinceridades”, se lee en la imagen compartida por De Francisco, en la que redirige a su sitio web Margarita va sola, donde le envió una emotiva y sentida carta a Amparo Grisales, con quien ha diferido en los últimos meses por sus vehementes posiciones políticas-
“Qué buena oportunidad me estoy dando para decirte unas cuantas sinceridades. Este género en particular, el de la epístola, tiene la virtud de facilitar la precisión de lo que se quiere comunicar, especialmente cuando va dirigida a una sola persona”, expresó la ‘niña Mencha’, como se le recuerda a De Francisco, quien reveló que siente profunda admiración por Grisales.
Más adelante, Margarita recordó cómo inició su amistad de años con la también conocida como ‘diva de Colombia’, a quien reconoce vio por vez primera en televisión. “Desde ahí, nos ha tocado soportar juntas los insultos y burlas por haber tenido el atrevimiento de cumplir años”, agregó, a su vez que, poéticamente, le echó flores a más no poder a Amparo Grisales.
“El motivo de esta carta es ahondar un poco más en el sentimiento de admiración que me inspirás, no necesariamente ciego. Se puede admirar a alguien, incluso este maldito mundo, con todas sus imperfecciones”, afirmó, usando las tildes en ciertas palabras para que se denote el marcado acento vallecaucano que la caracteriza.
Incluso, de Francisco destacó a Grisales por tener esa capacidad de ser “dueña y orgullosa de su poder sexual”, pese a los varios reparos que le ha hecho públicos a través de redes sociales. Sin embargo, dice Margarita, ninguno de esos llamados de atención le han hecho olvidar varios de los momentos juntas, incluso, en el que se besaron en televisión nacional.
“La forma en que ‘manifestás’ tu desacuerdo o tu molestia conmigo no consigue deshacer el milagro de haberte mirado directamente a los ojos, besado, y corroborado que la mujer que desafiaba con su sola presencia a una sociedad mojigata como la colombiana, era, sigue y seguirá siendo una maravilla real, viviente”, comentó, mientras dice que le gustaría ser como ella que dan de qué hablar con tan solo opinar.
En otros apartes, recordó que Amparo Grisales la apoyó, con regaño incluido, cuando su mascota Lalo murió luego de que le suministraron excesos de anestesia. “Vos tuviste la generosidad de acompañarme y exigirle una explicación al médico, con tus propias lágrimas”, agregó, mientras que también le dijo que, aunque no lo haga público, ella también tiene varios motivos para jalarle las orejas.
“Quiero aclarar que mi fascinación no obedece a un agradecimiento por favores que me hiciste y que me sirvieron. Tampoco quiero hacerme “la buena”; no creás que no puedo llenarme de razones para regañarte de vuelta. Lo que me ocurre es que la totalidad de lo que sos y representás para mí, me quita las ganas de hacerlo”, asegura.
Para rematar su misiva, llena de analogías y hasta frases cargadas de amor y admiración, la actriz con marcadas ideas petristas, le dijo que no habían podido construir una verdadera amistad “porque en ella los obstáculos se tramitan en la intimidad valiente de la conversación y de corazón a corazón”.
Y agregó: “Aunque te dejo el mío -su corazón- en este mensaje, no te lo envía una amiga, sino una admiradora incondicional pero consciente de tu humanidad en todos sus claros y oscuros colores. Por eso te voy a volver a gritar esto en tu cara: mujer divina, mujer de carne y hueso, ¡nunca te callés!”, concluyó Margarita Rosa.
Lea la carta completa a continuación.
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