William Alfonso Romero Ovalle era un ciudadano cualquiera: no estaba en el radar público y su nombre no figuraba en la región Caribe, de donde es oriundo. Sus filiaciones políticas pasaban desapercibidas hasta que un día se le apareció un ángel de la guarda de apellido Gnecco; su nombre, Cielo.
Cuando Romero estableció una relación con la integrante de este poderoso clan del Cesar, su nombre se volvió muy popular, tanto que en su momento, fue llamado a ser el gerente de la infructuosa campaña presidencial de Germán Vargas Lleras en 2018, al mismo tiempo que promovió la candidatura de varios personajes ligados a este poderoso grupo familiar, de acuerdo con la Fundación Paz y Reconciliación.
Actualmente, Romero Ovalle aspira ocupar una de las 16 CITREP; sin embargo, carga a cuestas varios cuestionamientos, siendo el primero de ellos su nexo con Cielo Gnecco, ni más ni menos que una de las matriarcas de este clan. En varias ocasiones, el candidato ha presumido a esta mujer en redes sociales, concretamente en Instagram, donde escribió que la la considera “como una madre”.
Además, publicaciones similares muestran la cercanía entre estos dos personajes y que ha derivado en relaciones laborales con políticos respaldados por este clan, como por ejemplo, Franco Ovalle Angarita, miembro de la familia Ovalle, la cual es aliada de los Gnecco y que tiene a dos de sus familiares, condenados: Luis Ovalle Angarita, por fraude procesal, y Manuel Guillermo Ovalle, por irregularidades contractuales en los Juegos Nacionales de 2015, que terminaron con un millonario desfalco que incluyó varios escenarios que terminaron siendo elefantes blancos.
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Continuando con la cercanía entre Gnecco y Romero Ovalle, esta tuvo como -otro- efecto el apoyo de este último a Luis Alberto Monsalvo, hijo de Cielo y que también tiene varios cuestionamientos, siendo el más delicado una acusación formal de la Fiscalía General de la Nación el 8 de julio de 2021 por aparentes irregularidades en contrataciones del PAE en 2015, primer periodo a cargo como gobernador del Cesar.
En ese orden, apoyó a Vargas Lleras en su última postulación presidencial -2018-, pues este fue el candidato que recibió la bendición de los Gnecco; sin embargo, aquella maquinaria no le sirvió pues no le alcanzaron los 1.400.000 votos otenidos para pasar a segunda vuelta; de hecho, fue la segunda peor de aquellos comicios. Y como dato adicional, el acercamiento entre Vargas y el clan cesarense dejó como resultado una alianza entre el partido de la U y Cambio Radical para apoyar a Franco Valle a la gobernación en el mismo departamento.
La alianza entre Romero Ovalle y el clan Gnecco no se detiene allí
Este concordato entre ambos personajes continúa para beneficio del clan político. El actual aspirante a la CITREP del Cesar también tuvo nexos con José Alfredo Gnecco Zuleta, familiar de Luis Alberto, uno de los hombres que más ha gozado de privilegios por parte de esta familia. De acuerdo con Pares Colombia, supuestamente le había entregado la suma de 150 millones de pesos a Luis Gustavo Moreno para que este beneficiara a su papá, Lucas Gnecco, en un proceso que se adelantaba en su contra por corrupción.
Finalmente, vale recordar que Cielo Gnecco es una de las cabezas mayores de este clan, heredando influencias y el poder político Lucas, Jose Eduardo y Jorge, sus hermanos. Ademas, dicha familia ha cooptado en varias oportunidades la gobernación del Cesar, y su estructura económica ha sido cuestionada por lograrse gracias a nexos con grupos paramilitares y narcos de la región. Ahora, le estarían apostando a una circunscripción de paz mediante William Romero Ovalle.
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