“Una pantera negra al poder”, Alí Bantú Ashanti aspira a su primer cargo en la política colombiana

El abogado, en diálogo con Infobae, espera tener el apoyo de ‘la gente de las manos callosas y de los pies descalzos’, los ‘nadie’, los que han sido históricamente marginados e ignorados

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Alí Bantú Ashanti
Alí Bantú Ashanti

La cuenta regresiva para iniciar con los comicios que pretenden modificar las esferas políticas del país en Colombia se hace cada vez más pequeña. Quedan tan solo días para que se llegue a la primera gran jornada de votaciones y, ante eso, Infobae continúa sus diálogos con varios de los aspirantes a diferentes cargos.

El turno ahora fue para el abogado y simpatizante del movimiento ‘Soy porque somos’, de la precandidata a la presidencia Francia Márquez, Alí Bantú Ashanti. Es director del colectivo de abogados humanistas afrocolombianos Justicia Racial, que defiende los derechos humanos y aboga por la eliminación del racismo y la discriminación racial en Colombia. La defensa por la vida es una de sus principales banderas y, el 13 de marzo, bajo el número 301, aspira a quedarse con la curul afro en la Cámara.

En sus redes sociales, al anunciar su campaña política, el candidato escribió: “Una pantera negra al poder”. De acuerdo con lo que le relató a este portal informativo, es un animal con el que siente gran identificación. “La pantera es el animal con el cual me identifico. Me encantan porque simbolizan fuerza, inteligencia, belleza. Además, la pantera es el símbolo que tomó el movimiento ‘Black Power’ en los Estados Unidos inspirados, precisamente, por Malcolm X, que no sólo inspiró a los afroamericanos sino a todo un continente y a todos los jóvenes afro que somos antiracistas. Por eso acudo a la pantera negra, también porque me considero como un defensor de los animales”, destacó.

Alí Bantú Ashanti fue líder estudiantil y, al igual que los miles de jóvenes que estuvieron manifestándose en las calles colombianas durante el año pasado, buscaba un mejor futuro para el país. Ahora, preside su primera campaña para llegar, de manera oficial, a la política del país.

“Hoy estoy convencido de que la mejor forma de defender la vida, y me refiero a todas las formas de vida, es precisamente haciéndose partícipe y estando en todos los escenarios de toma de decisiones trascendentales para la sociedad y para la naturaleza. Cansado de ver a tantos jóvenes oprimidos por la fuerza pública. Cansado de ver la pobreza y la miseria en la que está sumida la mayoría de los colombianos. Mi familia, mis amigos. Cansado de ver la desesperanza en el país. Cansado de ver el asesinato de líderes sociales y ambientales, a compañeros y compañeras de lucha. Cansado de ver esta injusticia. Cansado del atropello de la fuerza pública a quienes hoy venimos levantando nuestras voces por la grave situación y crisis de todos los valores. Yo mismo fui uno de esos jóvenes que tuvo que hacer demasiados esfuerzos para terminar una carrera profesional”, destacó.

Alí Bantú Ashanti
Alí Bantú Ashanti

El abogado considera que en Colombia hay amplia crisis de valores, por lo que es necesario reconstruir, por partes, la sociedad. “Todo eso me llevó realmente a tomar la decisión. Es un paso más de ese activismo ambiental, por el derecho a la educación superior en Colombia, la defensa de las universidades públicas. Hoy hay una crisis de valores, y es necesaria una reingeniería de esta sociedad que, considero, ya tocó fondo. Eso me lleva a poner mi nombre para estar en el Congreso de la República, creo que es un escenario que hay que recuperar para los debates, para la transformación. No puede seguir siendo el escenario de unas castas políticas que utilizan el papel de legislador para seguir sosteniendo un listado de cosas inconstitucionales, ilegales”, puntualizó.

Sí. Alí Bantú Ashanti piensa que el país está en un punto en el que el cambio es necesario. En el que la gota ya rebosó la copa. Ha trabajado al lado de las víctimas, por lo que conoce el conflicto desde diferentes perspectivas y posiciones.

“Yo soy un abogado defensor de los derechos humanos, constitucionalista, fue el tránsito que hice después de mi activismo estudiantil. Terminé mi carrera profesional de Derecho y me dediqué, primero, a la implementación de los acuerdos de paz. Fui quien coordinó el capítulo étnico del acuerdo de paz, fui uno de los abogados que estuvo impulsando la implementación. Posteriormente me retiré y me dediqué a construir, con varios abogados y abogadas, un espacio para defender a víctimas de la fuerza policial, de la cual, la población afro es la víctima preferida y predilecta. Nos dedicamos a acompañar a madres y a familias que han visto asesinados a sus hijos por las balas del Estado, pagadas con nuestros impuestos. Comenzamos a hacer ese trabajo de manera gratuita”, dijo a Infobae.

La indolencia lo aterra. No entiende las razones por las cuales los medios de comunicación nacionales no le dan la suficiente importancia al conflicto colombiano. Mientras hubo un extenso cubrimiento de movimiento Black Live Matter de los Estados Unidos, aquí asesinaron a un joven afro a los golpes, mientras cubren el conflicto de Ucrania y Rusia, en el país asesinan líderes sociales, reclamó.

“A nosotros nos tomó por sorpresa, y no tanto, cuando los medios de comunicación del país hicieron eco de lo que pasó con George Floyd en los Estados Unidos, y no de lo que pasaba aquí durante las protestas. Una hipocresía que se sale del raciocinio. Aquí la Policía asesinó a Anderson Arboleda, por ejemplo, un pelao al que mataron a bolillo. Aquí tampoco importan las vidas negras, la vida de los jóvenes en general, mestizos, blancos. Venimos haciendo esa labor, acompañando a esas víctimas. Yo hago parte de la primera línea jurídica, pero más que eso soy un abogado del colectivo Justicia Racial”, argumentó.

“Ayer (24 de febrero), por ejemplo, asesinaron a 21 colombianos en Arauca. 21 colombianos. Fue tan indignante ver cómo los medios de comunicación le restaron toda la importancia, era como si estuvieran matando, qué sé yo, pescados. No les importó nada. Fue una noticia más. Cuando tú vas a ver, sea la posición que tú tengas, pienso yo, es que nos estamos asesinando como sociedad. Y a quienes están asesinando es a jóvenes pobres, sea del bando que sea. Nos estamos acabando”, añadió.

Alí Bantú Ashanti
Alí Bantú Ashanti

La defensa de la vida sobre todas las cosas, la defensa del agua y el medio ambiente, una reforma policial y la legalización del mercado de las drogas se encuentran en su plan de gobierno. Su agenda se basa en el trabajo con y para la comunidad.

“Una de nuestras primeras propuestas es, justamente, una reforma policial. Queremos hacer una reforma que se construya desde la esquina, desde el barrio, con la gente. Queremos hacer partícipe a la mayoría de la población en esta reforma, particularmente a la gente de los pies descalzos y las manos callosas, las que han sido más propensas a violencia por parte de esa institución”, indicó sobre su línea de propuestas. Son en total cuatro grandes pilares los que rodean su plan.

“Segundo, creo que este país ha construido unas ciudades totalmente desiguales en donde la propiedad y la finca raíz están en manos del poder financiero, es necesario arrebatarle el derecho a la vivienda a los bancos para ponerlo al servicio a la gente. Queremos, entonces, crear el derecho a la ciudad, queremos ciudades más humanas, iguales, donde el transporte público no sea una tortura, sino que sea digno. Que el empleo no sea un elemento para enriquecer a uno y empobrecer a los otros”, resaltó.

“Queremos defender el agua. La estamos destruyendo. Somos el tercer país con más recursos hídricos en el mundo, sin embargo, también hay que decirlo, en el Pacífico colombiano una de las necesidades más grandes es el agua potable. Cincuenta municipios del pacífico no tienen agua potable, es decir, casi todos los municipios. Eso es una tragedia, eso da vergüenza. En Buenaventura el agua llega por horas, en los hospitales del Quibdó el agua llega hasta con excremento, eso lo evidenció una investigación”, continuó.

“Le queremos apostar también a la regularización del mercado de drogas. Estamos cansados de que ese sea el combustible para asesinar a nuestra gente y que esa sea la justificación para despojar a nuestra gente. Estamos exportando el 90% de la droga que se consume en el mundo, eso son miles y miles de millones de pesos que superan, incluso, el presupuesto nacional. ¿Te imaginas lo que haríamos con esa cantidad de recursos? Sacamos al Pacífico adelante. Hacer una legalización permitiría que el país pudiera ser una potencia, por ejemplo, el uso de la hoja de coca en la industria farmacéutica”, concluyó sobre sus propuestas.

Alí Bantú Ashanti y Francia Márquez
Alí Bantú Ashanti y Francia Márquez

Francia Márquez, para el momento, encabeza el movimiento que también representa Alí Bantú Ashanti. Su aspiración por quedarse con la presidencia del país continúa en proceso de campaña, sin embargo, para el abogado, es una gran ventaja ver a Francia disputándose aquel cargo. No solo se trata de un símbolo feminista dice él, sino también de una figura que le da voz a los que durante muchos años han sido ‘los nadie’.

“Francia se ha convertido en un símbolo para muchas mujeres. Para muchas mujeres negras, mujeres barriales, lideresas, que vienen impulsando una agenda alternativa para el país. Para nosotros, como comunidades afro, es muy esperanzador verla hoy disputándose en la consulta del Pacto Histórico, un lugar, un lugar de dignidad. La acogida que la gente le está dando hace parte, precisamente, de ese contexto de desesperanza. Estamos cansados ya de lo mismo, del man ‘pupi’ de Harvard que viene a restregar sus títulos, que además ha estudiado con los recursos nuestros, se van a Miami a comprar yates con la plata que le roban a los colombianos. Estamos cansados de eso, si ellos no han podido en 200 años de vida republicana, pues vamos a hacerlo nosotros, los nadie”, aseveró.

Para recuperar la confianza y el respeto que ha perdido la población sobre los espacios políticos, dice el candidato, es necesario percibir la política desde la práctica y no desde el discurso. “Tiene que ser una práctica, una praxis. Yo creo que todas las personas que se han metido al escenario de la política electoral se encuentran con que, cada vez que avanza, la vida política va poniendo pruebas en espacios en donde se puede perder el objetivo y el fin. Por el simple hecho de ganar votos, o ganar adeptos, o ganar presencia en un espacio de elección popular, terminan vendiendo sus principios ideológicos y políticos. Esto envía un mensaje muy negativo a los jóvenes y a la gente que siempre ha sido apática a temas de política. Eso no construye y muestra que estamos en medio de una sociedad desesperanzada”, aclaró.

Prometió que ese no es ni será su caso. Que es consciente de las razones por las cuáles decidió entrar a la política y que nunca se le olvidarán. Confirmó que no le interesa hacer ‘pactos con el diablo’. “Yo creo que el ejemplo enseña, y si el ejemplo que puedo dejarle a los jóvenes y a la sociedad es que podemos dejar un país distinto, a costa de modificar el escenario político, créeme que lo voy a hacer”, señaló.

No le teme a las maquinarias. Aunque sabe que en Colombia la política ha sido de tradición e involucra grandes cantidades de dinero y caras ya conocidas, espera que ‘Soy por que somos’ se haga un lugar dentro de la discusión nacional. Está convencido de que se puede ir de la resistencia al poder.

“A pesar de las maquinarias, de los 12 mil o 14 mil millones de pesos compren curules, el destino de la gente o el destino del país, nosotros estamos dispuestos a seguir caminando. Yo creo que lo más importante, a pesar de todo, de todo lo que pasa en la política colombiana y todo lo que pasa en nuestra sociedad, la gente se niega a renunciar a sus sueños individuales y colectivos. Siempre y cuando nosotros logremos avivar esa llama de sueños, esas esperanzas adormecidas en los corazones y almas de los colombianos, siempre y cuando siga titilando esa pequeña esperanza de soñar con un país diferente, van a haber oportunidades. Eso es lo que estamos haciendo, de avivar esos corazones, que hay esperanza en medio del terror”, comentó.

“Nos hemos dispuesto a caminar, a hablar con la gente, a decirles que no desistan, que no se suiciden, literalmente, porque muchos jóvenes están optando por terminar su vida de una manera u otra. Engrosar las líneas de grupos armados ilegales es un suicidio, o lanzarse de manera desesperada en un submarino en el Pacífico para llevar un kilo de coca a Centroamérica o Europa, también es otra forma de suicidio. Estamos hablando con la gente, estamos escuchando. Creemos que este país lo podemos forjar entre todos”, finalizó y reflexionó.

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