“El país está condenando a las mujeres a escoger entre tener una carrera y tener hijos”: Sandra Borda

La reconocida académica y analista política entra a la campaña electoral, con el Nuevo Liberalismo y una visión muy profunda de género, paridad y atención a la juventud

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Presentación de la lista al
Presentación de la lista al Senado por el Nuevo Liberalismo. En la foto: Sandra Borda. (Colprensa - Álvaro Tavera)

“Los que pueden, hacen; los que no, enseñan”. Esta polémica frase de George Bernard Shaw probablemente estuvo en la cabeza de Sandra Borda Guzmán cuando Juan Manuel Galán le propuso integrar la lista al Senado por el Nuevo Liberalismo. Luego de 15 años de docencia e investigación en la Universidad de los Andes, y varios meses de dirección programática de la precandidatura de Galán a la Presidencia, la analista política se enfrenta ahora a su primera campaña electoral.

Esta campaña es para Borda una oportunidad, también, de llevar a la práctica lo que discutió en múltiples oportunidades en sus columnas, paneles de opinión y participación en programas radiales. En diálogo con Infobae Colombia, las posturas a favor de la juventud, en especial la que se encuentra en edad de estudios superiores, y el cierre en las brechas de género entre hombres y mujeres son sus mayores preocupaciones.

Infobae: Hasta hace tres meses, Sandra Borda era una de las académicas más mediáticas del país como analista y columnista. ¿Cómo fue ese salto de la academia a la política, primero como parte de la campaña de Juan Manuel Galán y ahora en el Senado?

Sandra Borda: Es un salto que todavía no termino de procesar, pero que ya tenía antecedentes. A mí hace cuatro años me habían ofrecido hacer parte de una lista y no lo hice, y por cuenta de mi trabajo en medios de comunicación he estado cerca del debate y de la discusión política. Lo que me llevó finalmente a tomar la decisión, que, para ser honesta, no fue tan difícil, es que buscaba en este tipo de proyectos que estuviese acompañado de un proyecto de construcción de partido político. Ese no era un requisito fácil de cumplir, porque con el desprestigio de los partidos casi ningún político quiere apostar a crear partido. Si más del 80% de la gente no le cree a los partidos, ese es un incentivo para que no se hable de partidos, por eso se lanzan por firmas y demás.

Pero en el Nuevo Liberalismo sí decidieron meterle el hombro a esa necesidad de crear partido y para mí, eso era importantísimo: tener una estructura institucional en ese proyecto. Creo que la otra consideración era la característica de la lista en la que me ofrecieron participar: una lista paritaria, encabezada por una mujer, en cremallera, que es el escenario ideal para las mujeres que tradicionalmente no hemos hecho parte del proceso electoral. Ese tipo de escenario nos da chances, nos da posibilidades y nos permite trabajar colectivamente. Era el escenario ideal, y ya venía trabajando como directora programática de la campaña de Juan Manuel Galán y ahí me di cuenta que el proyecto liberal que encarna el Nuevo Liberalismo, que es liberal de verdad, es el sitio donde más me sentía cómoda ideológica y políticamente hablando.

Infobae: Juan Manuel Galán nos decía que el Nuevo Liberalismo tiene la mejor lista del tarjetón, por sus nombres: Mábel Lara, periodista y activista; el exdefensor del Pueblo Carlos Negret; política tradicional con Carlos Fernando Galán; víctimas como Yolanda Perea, y está Sandra Borda. ¿Cuál es la fuerza que le da a esta lista su presencia?

Parte del proyecto del liberalismo es construir política pública a partir de la evidencia, y creo que mi trayectoria como académica, que he sido profesora de planta e investigadora de la Universidad de los Andes por 15 años, es un activo en favor de este principio. Hemos tratado de construir, también como parte de mi formación como politóloga, porque nos ha permitido construir un proyecto de comportamiento legislativo de la bancada que ha sido muy bien recibido, esta necesidad de aproximarse al trabajo legislativo de una manera distinta.

También he hecho contribuciones para tratar de recuperar la confianza de la gente en las instituciones de la democracia y esto ha hecho un trabajo importante. Creo que, desde el punto de vista de la rigurosidad y la formación como politóloga, hay varias cosas en las que he podido contribuir. Además he trabajado en temas de género y participación política de género y eso ha sido importante para construir el proyecto político del partido, que es la parte más interesante de todo esto. No solamente estamos metidos en una contienda electoral, sino que estamos construyendo partido y plataforma política.

Infobae: Uno de sus momentos más notorios de campaña fue un video que publicó, en el que narraba su historia de vida, pero que muchos interpretaron como si exhibiera sus privilegios, como educación de calidad, empleo razonable… ¿Cómo convertir esos “privilegios” y hacer que no sean la excepción, sino la regla, para los colombianos?

Yo creo que el punto esencial del video era contar un poco mi historia de vida, que cuando uno entra en política y se dedica a contarle quién es uno, y se arriesga a que a la gente le guste o no le guste quién es uno. Para unos fui demasiado privilegiada, y para otros estaba posando de poco privilegiada… está bien, yo entiendo perfectamente que en eso consiste ser político, en exponerse un poco, pero quería cumplir con el objetivo fundamental de mostrar quién soy yo, con todos los problemas que eso tenga.

Presentación de la lista al
Presentación de la lista al Senado por el Nuevo Liberalismo. En la foto: Sandra Borda. (Colprensa - Álvaro Tavera)

No todo el mundo tiene que gustar de quién soy yo y cuál es mi historia de vida, pero creo que es importante que la gente sepa con qué está contando, porque la mayoría de personas que me conocen lo hacen por mi labor como analista política pero no están familiarizados con mi trayecto de vida. Yo creo que el objetivo se cumplió y pude contar cuál es mi trayecto de vida, las ventajas y obstáculos de ese trayecto.

Ahora, parte de las razones por las que decidí contar parcialmente eso y también lo conté en mi libro Parar para Avanzar, es porque a mi generación le tocó un acceso a la educación muy distinto y una transición de la educación al mercado laboral mucho menos traumática de lo que les toca a los jóvenes ahora. Lo sé porque soy profesora y conozco las dificultades por las que pasan. En el video y el libro cuento que yo estudié con un crédito del Icetex, que después de que me gradué no me demoré en pagar más de dos años. En esas épocas el Icetex funcionaba como debe funcionar, como una entidad para ayudar a la gente a que acceda a la educación privada sin necesidad de convertirse en un sitio que se sostiene a punta de intereses y de poner a las personas contra la pared. Eso no puede seguir siendo el Icetex; no estoy de acuerdo con la propuesta de abolirlo, porque creo que hubo una época en que fue fundamental para nuestra formación y debe regresar a esa esencia.

Infobae: ¿Entonces usted apoyaría programas como Generación E o Ser Pilo Paga?

Creo que la gente debe tener la posibilidad de escoger entre estudiar en una universidad pública y una privada, y el Estado tiene que hacer la tarea de brindar posibilidades en este proceso de toma de decisiones. Pero también creo que es necesario financiar la educación pública. El programa Ser Pilo Paga hizo una gran tarea para permitirle a sus beneficiarios escoger, a darle opciones a personas que tenían un menú muy restringido, y eso está bien, pero el problema es que desfinanció la educación pública.

Yo continuaría con un programa como Ser Pilo Paga siempre y cuando los recursos no sean arrebatados a las universidades públicas, porque necesitan mucha financiación. Es realmente un milagro que tengamos universidades tan competitivas como la Nacional con los modelos de financiación que ya sabemos. Además tienen problemas de acceso, no están entrando los estudiantes que deberían a la universidad pública.

Infobae: ¿Cómo apoyar a los jóvenes que salen de las universidades a buscar trabajo?

En ese trayecto de transitar de la educación al primer empleo, a la fuerza laboral, creo que hay un cuello de botella tremendo para los jóvenes. Creo que hay que buscar, por ejemplo, que el Estado como uno de los principales contratantes, exija en los procesos de contratación y licitaciones que haya una cuota de personas en primer empleo. Uno no puede pedir que haya experiencia si no da oportunidades de trabajar por primera vez. A los menores de 35 años, a quienes recién están saliendo de la universidad, hay que brindarles opciones y hay que ayudarles de una manera más constructiva.

Por ejemplo, los contratos de prestación de servicios no son la mejor forma: uno no puede condenar a los jóvenes a que salten de un puesto a otro cada seis meses, en una precariedad laboral inmensa y sin posibilidad de construir carrera. El Estado es el mayor contratante de servicios, así que se puede empezar por ahí a reducir ese tipo de contrataciones y a permitirle a los jóvenes que construyan carrera cuando trabajen.

Foto: Instagram - @sandrabordag
Foto: Instagram - @sandrabordag

Infobae: El otro fuerte de su campaña es la mujer y la paridad de género. ¿Qué proyectos plantea para tratar de cerrar la brecha entre géneros?

Lo primero que diría es que habíamos avanzado, sobre todo en paridad laboral, y la pandemia y el confinamiento nos retrocedieron lo poco que habíamos avanzado. La Misión de Empleo entregó cifras elocuentes: 67% de los hombres está insertado en el mercado laboral mientras solamente el 54% de las mujeres están allí. Horas laborales diarias remuneradas, las de los hombres son entre 7,3 y 7,4 mientras las mujeres solo están trabajando 5 horas remuneradas al día. Eso sería un problema solamente de discriminación si no fuera porque además, como dice la misma Misión de Empleo, las mujeres tienen un nivel de escolaridad mayor. Entonces estamos privando a la fuerza productiva del país de usar a las mujeres y su capacitación, lo que me parece absurdo.

¿Qué está pasando allí y por qué las mujeres son las primeras en salir cuando llegó la pandemia? Básicamente, no tenemos sistemas de cuidado para los hijos. Cuando los niños dejan de ir al colegio por la pandemia y el confinamiento, las mujeres son las primeras en abandonar el trabajo porque no hay sistemas de cuidado disponibles. Ya salimos de la pandemia, pero seguimos sin sistemas de cuidado, y eso es un problema grande: en promedio, las mujeres en Colombia tienen su primer hijo entre los 19 y 20 años, pero eso es un promedio y el rango es mucho más amplio. Es decir, necesitan sistemas de cuidado para poder desarrollarse laboralmente: guarderías, el ICBF debe tener un sistema de guarderías para esto.

La otra cosa es que la gran mayoría de mujeres en este país son madres cabeza de hogar: tampoco existe la posibilidad de que el papá se quede a suplir las labores de cuidado de la mamá porque no hay papá. Entonces, hay muchos factores adversos al desarrollo profesional de las mujeres madres; creo que el país está condenando a las mujeres entre escoger si tener una profesión o una carrera y tener hijos, y esa escogencia es perjudicial. Para empezar a cerrar esta brecha, hemos dicho nuevamente que los sistemas de contratación deben tener cuotas para las mujeres, y en distintos escalones, para que no sean como sucede en la política, mujeres de relleno, y además tenemos que invertir muchos recursos en la economía del cuidado, que es donde se necesita más ayuda para que la mujer se incorpore al mercado laboral.

Imagen: cortesía
Imagen: cortesía

Infobae: Ese término “mujeres de relleno en la política” es bastante fuerte al ver que en la Coalición Centro Esperanza la única mujer se fue peleando con otros miembros. En las otras coaliciones hay mujeres que son percibidas como relleno: Aydée Lizarazo en el Equipo por Colombia y Arielis Uriana y Francia Márquez en el Pacto Histórico, hay pocas listas con paridad... Como analista y candidata, ¿cómo ve la situación de la mujer en estas elecciones de 2022?

Es un camino que hasta ahora estamos empezando a andar: en el Congreso, 21% de las personas que están en el Senado y Cámara de Representantes es mujer, y si hay un rezago en el Legislativo ni hablemos del Ejecutivo. Este gobierno inició el proyecto de tener una distribución ministerial paritaria, que establece una línea alta para empezar, pero está lejos de ser suficiente. Y como usted lo sugiere, en la carrera presidencial, y sobre todo la Coalición Centro Esperanza, se raja en distribución de género. Sí diferiría en el caso de Francia Márquez, ella está lejos de ser un relleno. Me parece que esa mujer le ha cambiado al Pacto Histórico sustancialmente la cara, ha insertado temas fundamentales que no se habían discutido con seriedad en el escenario electoral y ha hecho una labor magnífica, pero está en una cancha desnivelada, por esencia.

Al contrario, en el Congreso siento que hemos avanzado mucho. Hay varias listas paritarias, la del Pacto Histórico y el Nuevo Liberalismo son paritarias, y la nuestra está encabezada por una mujer, así que, estrictamente hablando, somos mayoría de mujeres. Y son listas cerradas, lo que nos da muchísimo más chance de entrar a la política electoral a quienes hemos estado históricamente marginadas del poder. También está la lista de Estamos Listas, la primera lista feminista que hay en Colombia; yo creo que es un proyecto al que prestarle mucha atención.

Creo que estamos avanzando, a pasos lentos, pero estamos avanzando. Todavía hoy oye uno decir “no, es muy difícil conseguir mujeres que se le midan a esto”, y es parcialmente cierto, pero lo que pasa es que hay mucha mujer invisibilizada. Pero también, las ofertas no son muy atractivas y muchas son para cumplir con los requisitos de la ley de cuotas. Y además, la decisión de una mujer profesional de meterse en política es mucho más dura que la de un hombre, porque las restricciones son mucho más grandes. Hay unos factores estructurales para corregir en el futuro pero el camino ya se empezó a andar.

Imagen: Cortesía
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Infobae: En la lista está Carlos Fernando Galán, quien se lanzó a la Alcaldía de Bogotá en 2019, llegó al Concejo y renunció para entrar al Senado. ¿Usted lo ve comprometido con la campaña o mirando en las elecciones del 2023?

S.B.: Yo le tengo que decir: más que comprometido. Para empezar, la fórmula obvia hubiera sido que Carlos Fernando, que ya se ha medido electoralmente, que tiene la mayor experiencia de la lista y que sacó más de un millón de votos en Bogotá, hubiera sido el primero en la lista. Sin embargo, la decisión fue ocupar el sexto lugar, y con un objetivo muy diferente al que cree la gente. Los suspicaces dicen “se puso en el 6 para perder y lanzarse a la Alcaldía”, pero lo hizo para darle un ímpetu a quienes estamos encima de él en la lista, para asegurarse que su caudal electoral pudiera utilizarse para quienes estamos más arriba de él y no nos hemos medido electoralmente. Él quiere aumentarnos los chances electorales a quienes no hemos participado en política electoral y somos candidatos de opinión, para cambiarle la cara al Congreso.

Además, algo del día a día de la campaña, y es que todos le estamos metiendo la ficha a la campaña, algo que normalmente no pasa con las listas cerradas, pero el que tiene más energía y que se dedica a cada labor de la campaña como si fuera la última es Carlos Fernando. Tendría que verlo volanteando, algo absolutamente increíble. Yo nunca había volanteado, soy primípara, pero lo trato de hacer al lado de él y de aprender de su energía, de cómo habla, cómo se mueve, su carisma. Si está tratando de no quedar elegido, créame que lo que está haciendo en campaña no le está ayudando de ninguna forma… (risas)

Infobae: Mábel Lara nos decía en una entrevista previa que sentía miedo de quemarse. Usted nos habla del caudal de Carlos Fernando, el impulso del nombre “Nuevo Liberalismo” y Luis Carlos Galán, el trabajo de todos los candidatos, buscando una bancada numerosa. ¿Cuál es el objetivo en cifras del Nuevo Liberalismo en el Congreso?

S.B.: Fácilmente entre 10 y 12 senadores. Yo no le tengo nada de miedo a quemarme: este es un proyecto político sólido, serio, y está súper comprometido con la idea de no volver a vender humo. El lío que tenemos en este momento es que la gente no cree y no confía en los proyectos políticos porque los siente una repetición del anterior, como empresas en las que la gente se mete a usufructuar recursos del Estado y le da la espalda a la ciudadanía.

Nosotros desde el comienzo hemos hecho una campaña de la mano de la ciudadanía. Fuimos el único movimiento que lanzó la lista en Riosucio, Chocó, para acompañar a quien hemos llamado bellamente nuestro corazón de la lista, Yolanda Perea. Estamos absolutamente convencidos de que este proyecto solo se puede consolidar trabajando con la gente que ha estado históricamente ignorada por la clase política. Ese compromiso es muy serio. Todos tenemos hojas de vida disponibles para que la gente las revise cuando quiera, hemos contestado todas las preguntas sobre nuestras trayectorias de la forma más transparente posible, hemos recorrido todo el país, la Costa Atlántica, los Santanderes, los Llanos, el Eje Cafetero…

Hemos hecho esto todos en grupo para demostrar que este es un proyecto colectivo donde no hay espacio para caudillismos que le prometan a la gente que este país se parte en dos en su llegada. Nosotros no somos eso: somos un proyecto colectivo y creo que la gente ya entendió que esto es un aire totalmente distinto. Queremos llegar con una bancada sólida al Congreso y este es solo el comienzo de la consolidación de lo que va a ser uno de los partidos más importantes en la historia de la política en Colombia.

Infobae: En 2018 la Alianza Verde, con a Antanas Mockus como cabeza de lista, llegó a nueve senadores con 1′370.000 votos. Para hacer 10 tendrían que superar 1.5 millones de votos, ¿realmente cree que el partido pueda convencer a un millón y medio de personas?

S.B.: No se olvide que la Alianza Verde, en las siguientes elecciones, puso 70 alcaldes en este país. Yo creo que a las fuerzas políticas no hay que subestimarlas. Estoy aspirando a que seamos 10, si somos 10 es fantástico y si somos un poco menos seguiremos luchando. Pero como le digo, creo que este es el comienzo de un cambio trascendental en la forma de hacer política en este país. No creo que seamos los únicos: hay mucha gente en otros lugares, como la lista de la Alianza Verde Centro Esperanza, que está proponiendo hacer política de una manera distinta.

Infobae: ¿Y con tanto candidato de opinión, van a alcanzar los votos?

S.B.: Alguien me preguntaba eso esta mañana, y mi teoría es distinta. Mi teoría es que mientras más candidatos de opinión o que le apuntan al voto libre haya, más posibilidades hay de que ese voto se expanda, y que transformemos la cultura política de este país y convenzamos a la gente de que el clientelismo no es la forma para apuntarse al liderazgo en este país. Siendo politóloga, y con la dosis de pesimismo que eso trae, soy muy optimista con la conformación del nuevo Congreso.

Entiendo el escepticismo y el cinismo de la gente, el origen de estas actitudes y las creo perfectamente legítimas. Yo muchas veces me dejo invadir del cinismo de la clase política y el Congreso, pero creo que la gente va a entender que ese cinismo y ese escepticismo solo juega a favor de los políticos de siempre. No es un salto fácil, pero solamente el salto a creer que se puede cambiar esta vaina nos va a permitir cambiarla de verdad.

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