Son malos tiempos para enamorarse por internet. Tras la visibilidad que adquirió el estafador israelí Simon Leviev, conocido como “el estafador de Tinder”, varios casos de fraudes se han revelado en Colombia y el mundo.
Un ejemplo es el de un sujeto que se hacía pasar por ganadero para atrapar incautas, fachada con la cual logró robarse, al menos, 11 millones de pesos.
No obstante, a manos de la Fiscalía General de la Nación llegó un caso de amor a distancia que dejó de ser estafa para convertirse en una serie de crueles extorsiones. La víctima es un hombre italiano de 50 años a quien querían sustraerle 120 millones de pesos.
El europeo conoció a través de redes sociales al tolimense Eber Arley Moyano Cardona, nacido en Casablanca y con un gran atractivo físico. El italiano no resistió a sus encantos y mordió la carnada de Moyano.
Enamorado, se comportó con Moyano como un sugar baby: complació todos sus caprichos a cambio de su atención. Según reporta la emisora Ondas de Ibagué, incluso llegó a comprarle una lujosa camioneta Ford Edge, cotizada en 161 millones de pesos.
Tiempo después, Moyano fingió que le habían hurtado el vehículo y que le estaban pidiendo 30 millones de pesos por su rescate. El ciudadano italiano accedió a pagarlos. Al descubrir que el enamorado confiaba incondicionalmente en él, Moyano planeó su ataque final.
Según la Fiscalía, el joven tolimense rentó una finca en El Salado, en zona rural de Ibagué, y convenció a otras personas para hacer un video montaje: Moyano y Daniel Felipe Ocampo Olaya aparecerían sollozando y siendo golpeados por tres hombres más —Edier Antonio Peláez Ortiz, Faber Alberto Ríos Giraldo y Juan Felipe Soto Ospina—.
Ese videomontaje fue enviado al ciudadano europeo el pasado 21 de febrero con un mensaje en el que se le exigían 120 millones de pesos para no acabar con la vida de su pareja. Después, le hicieron una videollamada para insistir en el dinero del rescate.
El enamorado italiano se contactó con el GAULA desde el exterior para reportar el secuestro de su pareja. La Policía Nacional, que se toma bastante en serio los casos de secuestro, solucionó el caso en tiempo récord: Moyano fue visto saliendo de su apartamento como en un día cualquiera.
Tras descubrir que se trataba de un montaje, la Fiscalía los imputó por el delito de tentativa de extorsión agravada y los detuvo este viernes. Ni Moyano ni los demás procesados aceptaron los cargos en la primera audiencia, pero ahora tienen medida de aseguramiento intramural y les espera una audiencia de acusación.
Personas que estuvieron en la primera audiencia, entrevistadas por RCN Radio, aseguraron que el resto de imputados habían accedido a participar en el video extorsivo mediante engaños: Moyano, quien se presenta a sí mismo como influenciador de redes sociales, les aseguró que el material grabado no era más que un contenido de broma.
José Adán Becerra también fue imputado en calidad de cómplice: por 240 mil pesos, él le alquiló a Moyano la finca Mirador del Caballo, desde donde fue grabado el video y se hizo la videollamada, y en la cual trabaja como capataz.
Sin embargo, él no fue enviado a la cárcel porque aparentemente no estaba enterado del propósito para el que se alquiló la finca, no es allegado de Moyano y no tendría ninguna relación directa con la planeación y ejecución del autosecuestro.
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