Desde la noche del pasado jueves, una descarga eléctrica en medio de las montañas de Boyacá causó un incendio forestal de grandes proporciones. La emergencia se registró en los bosques ubicados entre los municipios de Villa de Leyva y Chíquiza, en las veredas Juan Díaz y Ritoque.
El comandante de Bomberos de Villa de Leyva, Jhon Edward Dulcey, aseguró que hay cerca de 120 personas trabajando en el área para controlar el incendio. En el sitio hacen presencia unidades de bomberos de Villa de Leyva, Chíquiza, Tunja y Cómbita, así como soldados de la Primera Brigada y la Brigada de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres del Ejército de Colombia.
Además, a la causa también se han unido civiles con picos y palas, convocados por las alcaldías de municipios como Sáchica. De igual manera, un helicóptero de Gestión de Desastres hizo su arribo desde Antioquia para ayudar con la mitigación y la Fuerza Aérea también está en la zona.
No obstante, el incendio ya ha consumido cien hectáreas de forraje vegetal y amenaza con llegar a la Reserva Natural Laguna de Iguaque.
La importancia de Iguaque
Cada año, el santuario de fauna y flora Laguna de Iguaque enfrenta temporadas de sequía entre enero y marzo. No obstante, se trata de un ecosistema de bosque y páramo que comprende 6.750 hectáreas.
Según la organización Colparques, allí viven especies como faras, murciélagos frugívoros, ardillas, armadillos, conejos silvestres, curíes, borugos, zorros y venados. Entre las aves se destacan alondras, perdices, pavas, tucanes verdes, tangaras, patos, colibríes, clarineros y, ocasionalmente, las caicas migratorias de América del Norte.
En los bosques, las principales especies vegetales son roble, frailejón, gaque, siete cueros, canelón, tobo, tinto, pino hayuelo, pino romerón, encenillo, musgos, líquenes, quiches, orquídeas y helechos. En el páramo sobresalen los frailejones, los pajonales y el mortiño.
Por otro lado, este punto geográfico era de gran importancia para la cultura muisca, ya que en él se hacían ofrendas a sus dioses.
¿Por qué es tan difícil apagar el incendio?
Según el comandante Dulcey, en declaraciones para RCN Radio, el protocolo usual para apagar un incendio es trasladar un carrotanque hasta el lugar y propulsar agua. No obstante, el terreno donde está ocurriendo el incendio es montañoso, inclinado y tiene vegetación. La ubicación del terreno se junta con los fuertes vientos de temporada y esparce más las llamas.
Además, en ese punto no hay carreteras por tratarse de una reserva natural. Por eso, los organismos de socorro se ven obligados a enfrentar las llamas de forma manual, con la tierra y el agua que puedan cargar y levantar con sus propias fuerzas.
Apoyo para los voluntarios
Por la complejidad de la conflagración, se estima que los equipos de socorro y los voluntarios tarden aún más tiempo en controlarla. No hay tiempo para regresar o dormir.
Por eso, desde la Alcaldía de Villa de Leyva están pidiendo la ayuda de los ciudadanos para que hagan llegar bolsas de merienda, con las cuales se mitigará el hambre de quienes siguen peleando contra las llamas.
Las ayudas se pueden hacer llegar a la casa de justicia del municipio y deben ir empacadas en bolsas con manija, para que sean más fáciles de asir.
Alerta roja por incendios
Según el Ministerio de Ambiente, 597 municipios del país registran algún tipo de alerta frente a incendios forestales. 99 de ellos están en Boyacá, el departamento con más municipios en esta situación. 17 están en alerta roja, 59 en alerta naranja y 23 en alerta amarilla.
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