Cuatro quejas de consumidores enfermos por la bacteria cronobacter sakazarakii fueron recibidas recientemente por el laboratorio Abbott en los Estados Unidos, y ahora en Colombia el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos (Invima) alertó sobre una novedad relacionada con la fórmula.
La entidad, que en conjunto con el laboratorio ha enviado una alerta al país, indicó que la empresa retirará los lotes identificados, bloqueando los almacenamientos desde donde se distribuyen los productos, mapeando los puntos de comercialización y preparando la recolección de las existencias.
Las referencias en mención, que están siendo retiradas de forma voluntaria por el laboratorio en los países diferentes a los Estados Unidos, son, según el comunicado de Abott “Alimentum, EleCare y Human Milk Fortier”. No obstante, en las ciudades de todo el país solo la referencia Alimentum es la que se está retirando, pese a que informaciones previas del INVIMA anunciaron el retiro de las referencias EleCare en presentación de 400g, Nuevo Similac Alimentum HMO en presentación de 400 g y Similac Human Milk Fortier en presentación en caja de 50 sachets.
Al respecto el laboratorio aclaró que “ningún producto distribuido en el mercado testeó positivo a ninguna de estas bacterias” y añadió que continuarán realizando pruebas que se suman a sus extensos controles de calidad, los cuales incluyen análisis microbiológicos por cada lote de fórmula infantil fabricado.
De igual manera, afirmó que todos sus productos son testeados para cronobacter sakazakii, salmonella newport y otros patógenos, y que éstos, antes de salir al mercado, deben testear negativos. El laboratorio explicó además que el retiro del producto es voluntario debido a las cuatro quejas declaradas en los Estados Unidos, donde tras estudiar los casos y llevar al laboratorio las latas involucradas, la presencia de las bacterias resultó negativa.
En caso de riesgo
Lo que significaría tener productos con esta bacteria rotando por el mercado, según los centros para el control y la prevención de enfermedades, podría traer serias repercusiones. La bacteria, que es un microbio que se encuentra de forma natural en el ambiente y que algunas veces se puede encontrar en los alimentos secos, la leche en polvo, los tés de hierbas y los almidones, trae consecuencias en la salud humana. Como reacción, quienes terminan consumiéndola experimentan diarrea e infecciones urinarias, una situación que si se traslada a los bebés, sería grave en especial en menores de dos meses cuyas probabilidades de luchar contra este tipo de agentes externos puede terminar, en el peor de los casos, en meningitis.
Para hacer frente a la situación los expertos recomiendan considerar sobre todo la higiene. Antes de alimentar al bebé es importante lavarse las manos y posteriormente, lavar y desinfectar cada uno de los implementos (teteros, cucharas, embudos) que son usados en la preparación de la leche en polvo.
Adicional, señalan que por encima de todo, amamantar es mucho mejor pues los beneficios de la leche materna son insuperables: esta cuenta con las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas, grasa y proporciona los minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan con exactitud.
La fórmula de la OMS
Tras la situación que ha tenido que enfrentar el laboratorio en varios países ante la cual han declarado que su prioridad “es proporcionar productos nutricionales de la más alta calidad” y añaden que valoran la confianza que los padres depositan en ellos para una nutrición infantil segura, esta semana la OMS hizo un nuevo llamado a las madres para alimentar a sus hijos a través de la lactancia.
Destacando las propiedades y beneficios que la leche de las madres representa para la salud y crecimiento de los niños, la organización alertó sobre los resultados de un estudio en el que la mitad de los progenitores y las embarazadas recibieron publicidad engañosa que infringe las normas internacionales sobre alimentación infantil.
El estudio reveló que además, los fabricantes de estos productos aplican estrategias de comercialización poco éticas para incidir en la decisión de cómo alimentar a los niños. Con publicidad online que no es regulada, que resulta invasiva, redes de asesoramiento poco fiables, líneas de atención telefónica, promociones, regalos y prácticas que además buscan influir en el personal de salud y que son contrarios al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, la OMS exhortó a la sociedad para proteger a los niños de una industria que algunas veces confunde para sumar clientela.
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