Con el propósito de fortalecer la Red de Viverismo Comunitario en el territorio nacional y la Escuela Campesina para la Restauración y la Reconciliación de la Amazonía, el Ministerio de Ambiente de Colombia inició una alianza interinstitucional con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Esta iniciativa, que está conformada por 12 organizaciones firmantes del Acuerdo Final de Paz entre el Estado colombiano y la desmovilizada guerrilla de las FARC, así como campesinos de diferentes departamentos, tiene el propósito de robustecer los procesos de restauración y protección de la Amazonía desde un enfoque comunitario, impulsando oportunidades para las comunidades rurales más afectadas por el cambio climático a pesar de sus escasas emisiones.
“La Red de Viverismo Comunitario es fundamental, porque el futuro es que las mismas comunidades hagan los proyectos de restauración y hacerles pagos por servicios ambientales. Este es el nuevo sistema ambiental, social y económico, y es lo único que va a parar la deforestación”, destacó el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa.
Este importante anuncio se llevó a cabo desde el corregimiento de Agua Bonita, en el municipio de La Montañita, Caquetá, en el que participó el coordinador de la Red de Viverismo por parte de la Corporación Arando la Paz y firmante del Acuerdo Final de Paz, Jorge Santofimio, quien destacó que esta iniciativa es un ejemplo de la reincorporación y la consolidación de la paz en los territorios, entre las comunidades campesinas y la institucionalidad ambiental.
Esta apuesta de la cartera de Ambiente se suma al apoyo realizado por la Red de Viverismo por parte del proyecto Amazonía Sostenible para la Paz, que hace parte del programa Paisajes Sostenibles de la Amazonía, el cual es financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y ejecutado por el PNUD, que buscan impulsar estos proyectos con las comunidades en pro de la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
“Desde el PNUD estamos comprometidos en apoyar las iniciativas que hagan realidad la paz y la reconciliación entre las comunidades y la naturaleza, y que, además, contribuyan a la lucha contra el cambio climático. No tenemos mucho tiempo y la articulación con las comunidades para salvar la Amazonía y el planeta es fundamental”, resaltó el representante residente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Sara Ferrer.
Esta red tiene la capacidad de producir más de un millón de árboles nativos anualmente, mediante la recuperación de semillas de los arboles en la Amazonía, que luego son dispersadas en los viveros que están ubicados en los departamentos de Meta, Caquetá y Putumayo, siendo estas localidades estratégicas para mitigar los efectos de la deforestación, debido a que son los departamentos en los que se concentran más núcleos de este crimen ambiental.
“La red cuenta con una Escuela Campesina de Restauración y Reconciliación, en la que, desde el diálogo de saberes campesinos, de firmantes de paz, de técnicos y científicos se conocen las especies de árboles, sus funciones en los ecosistemas y se llevan a cabo procesos de restauración de áreas de importancia ambiental como parches de bosques, fuentes de agua, bordees de carretera, lo que contribuye a la conectividad de más de 84 mil hectáreas en la Amazonía colombiana”, concluyó el ministerio.
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