No se robaron las grabaciones del testimonio de Otoniel, solo la grabadora: Comisión de la Verdad

El comisionado Alejandro Valencia aclaró que las personas que ingresaron a la casa del funcionario Eduardo Andrés Celis solo hurtaron artefactos y los testimonios del capturado jefe del clan del Golfo están a buen recaudo. Este lunes, Darío Úsuga deberá continuar con su declaración

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Fotografía cedida por la Policía Nacional de Colombia que muestra al número uno de la banda criminal del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David (c), alias "Otoniel", mientras es escoltado por agentes de policía en Bogotá (Colombia). EFE/Policía Nacional de Colombia
Fotografía cedida por la Policía Nacional de Colombia que muestra al número uno de la banda criminal del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David (c), alias "Otoniel", mientras es escoltado por agentes de policía en Bogotá (Colombia). EFE/Policía Nacional de Colombia

Pese al saqueo a la casa de uno de los investigadores de la Comisión de la Verdad, solo lograron llevarse los dispositivos con los que había sido grabado el testimonio de Dairo Úsuga David, alias Otoniel, pero sus declaraciones estarían a salvo.

En la noche del pasado viernes, sujetos ingresaron al apartamento del investigador Eduardo Andrés Celis, quien ha acompañado al comisionado de la Comisión de la Verdad Alejandro Valencia en las diligencias con alias Otoniel, y se llevaron dos grabadoras, un celular y un computador en el que se encontraban las grabaciones del testimonio del capo del Clan del Golfo.

El organismo denunció el hecho como un intento por acallar lo que tendría por contar Otoniel, un hombre que lleva desde los 15 años como actor del conflicto armado, pero no lograron su objetivo. El testimonio no se perdió y se conserva una copia.

“La información está asegurada, nos robaron fue los aparatos, tenemos copia, pero están detrás de lo que hablamos con él”, afirmó el magistrado Valencia en diálogo con la emisora W Radio.

Así mismo lo hizo en diálogo con el diario El Colombiano, en el que el magistrado Valencia sostuvo que “por fortuna” se logró conservar un respaldo de la información del interrumpido encuentro con el capo desde los calabozos de la Dijin.

El jueves 17 de febrero tuvieron una reunión con el capo capturado, pero tras unos minutos, los policías que lo custodian suspendieron el encuentro sin mayores explicaciones al comisionado y el investigador. Después de la denuncia del robo de los equipos, las autoridades han asegurado que tenían información de un supuesto plan de fuga, pese a que se encuentra en una reclusión de máxima seguridad.

Valencia ha expresado que Úsuga David tiene información sensible necesaria para el trabajo de la Comisión y además tiene voluntad de aportar. Sin embargo, son las autoridades las que han impedido su participación y no ha sido posible un espacio privado que otorgue garantía a sus declaraciones y custodia de la información.

Alias Otoniel lleva más de 35 años involucrado en la guerra. Fue reclutado junto a sus hermanos por la guerrilla de las Farc, pasó al Ejército de Liberación Popular EPL y después pasó a formar parte de las Autodefensas Unidas de Colombia. Aunque entró en el proceso de desmovilización de ese grupo, se negó a dejar las armas y conformó el clan Úsuga que terminó como el conocido Clan del Golfo, una de las organizaciones de mayor tamaño en el país en los últimos años.

De acuerdo con el diario El Espectador, este lunes la Comisión de la Verdad se reunirá nuevamente con alias Otoniel, a la espera de poder ampliar sus declaraciones. Este 22 de febrero, el ex capo del Clan del Golfo también será escuchado en la Jurisdicción Especial para la Paz, a la que solicitó ingresar como tercero responsable.

Ante ese organismo ha ofrecido información sobre la conformación de grupos paramilitares y la colaboración con altos mandos militares a los que señala de haber sido sus cómplices. Entre los nombres ha aparecido Leonardo Barrero Gordillo, ex comandante de las fuerzas militares, a quien señala de aliado de alias Matamba en el sur del país.

La ONU ya solicitó medidas cautelares para proteger a los comisionados y la información en custodia de la Comisión de la Verdad, así como avanzar en las investigaciones del hurto de los elementos de grabación, que son considerados una intimidación en contra de ese organismo que busca reconstruir la verdad del conflicto armado colombiano.

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