De cien candidatos que el Centro Democrático avaló para buscar una curul en el Senado de la República, cuatro fueron precandidatos presidenciales del mismo partido y tres han ganado popularidad por sus personalidades reaccionarias: Rafael Nieto, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal.
El cuarto precandidato no tiene amplia recordación en el centro del país. No obstante, es muy estimado por el líder natural de ese partido, el expresidente Álvaro Uribe. El aprecio del líder natural del partido uribista queda bien explicado con el puesto que le dio en el tarjetón: el número 2. El afecto es correspondido por Barrera.
Para nuestra región, tener un número tan cerca en el partido de Gobierno, el más fuerte que hay en representación en los temas del Congreso, es muy gratificante y es una bendición. Es un número fácil de buscar y además demuestra que hay algún grado de cercanía y de confianza con nosotros.
A propósito de la cercanía: Alirio Barrera explica que en los Llanos Orientales, de donde él viene, es común que se llamen entre ellos con palabras de parentesco: pariente, primo, cuñado, hermano, entre otros. Según él, “son dichos muy recurrentes acá en nuestra región”.
Entonces, la gente fuera del Llano empezó a distinguirlo por ser el candidato que siempre lleva un sombrero vaquero y comenzaron a llamarlo “pariente”. Así creó el eslogan “hágale, pariente”, que usó en su precandidatura y recicló para su aspiración al Senado.
Logros para mostrar
Los otros cuatro candidatos contra los que compitió por la precandidatura presidencial, más un buen número de quienes están en la lista del Senado por el partido uribista, tuvieron acceso a universidades de prestigio: Zuluaga y Nieto Loaiza son javerianos, mientras que Valencia y Cabal son uniandinos.
Alirio Barrera, el pariente, es domador de caballos de oficio y estuvo cerca de ganar dos mundiales de coleo. Además, fue desplazado por la violencia desde Aguazul (Casanare), junto con sus padres y diez hermanos. Al llegar a Yopal, tuvo que desempeñar varios oficios en su niñez para ayudar económicamente en su casa, de modo que terminó el bachillerato por validación.
El pariente no tiene ningún diploma prestigioso para mostrar, pero sí tiene un logro a cuestas que también puede explicar por qué es el número 2: con todo y su precaria preparación, fue gobernador del Casanare en el periodo 2016-2019 y entregó el departamento libre de deudas.
Dejamos cobertura total para los muchachos que salgan del bachillerato, generamos unidades productivas, levantamos la productividad, disminuimos la pobreza y el desempleo, subimos la competitividad. Eso es lo que queremos nosotros llevar hacia el territorio nacional.
El país ideal de este campesino es uno en el que haya oportunidades para todos, como las que no tuvo él: “un país seguro, donde la gente tenga tranquilidad para trabajar, para prosperar, para salir adelante, un país donde haya oportunidades para que los muchachos estudien, trabajen o emprendan”.
Estado austero
Como es usual entre los candidatos uribistas, Alirio Barrera también le apuesta a un estado austero, aunque no dejó claro si eso también incluirían sus gastos de representación como eventual senador.
Se gasta en gastos de funcionamiento 210 billones de pesos, que es lo concerniente al 60% del presupuesto nacional, y el sector productivo solamente tiene el 0.7 %. Entonces, yo pienso que es es la ocasión de que empiecen a invertirle más al sector productivo y menos al sector de los gastos del Estado.
Barrera también dice que se debe invertir más en el sector social, aunque su concepto de la confianza inversionista implica que se reduzcan los impuestos a los industriales.
A veces creemos que vamos a generar más impuestos, pero no van a pagar eso los industriales. Cuando a usted le suben los impuestos como industriales o como empresa, lo que hace es que usted le sube al producto. No se ve reflejado como impuestos, pero sí se ve en el alza que de pronto no se siente y el que termina pagando todos estos impuestos es el pueblo. O sea, la solución no es elevar impuestos; es más bien generar confianza inversionista, generar seguridad, generar oportunidades para que la gente emprenda, para que estudie, para que salga adelante y para sacar de la pobreza a la gente de una manera efectiva.
Alirio Barrera cree que esa confianza inversionista no se logrará si Gustavo Petro es elegido presidente. Él compara al candidato del Pacto Histórico con Chávez, los Castro y Daniel Ortega. Asegura que su presidencia impondría un régimen similar en Colombia y que pondría en peligro la democracia del país, “y un país sin democracia nunca va a avanzar”.
Aquellos países en su momento tenían una economía estable, como Venezuela, Nicaragua, Cuba. Ninguno de estos países hoy quiere saber del tema del comunismo, sino buscan países donde haya capitalismo y empiezan todos a irse para allá. ¿Para dónde quieren irse los cubanos? Para Estados Unidos. ¿Para dónde quieren los venezolanos? Para Estados Unidos. ¿Para dónde quiere irse la gente de Nicaragua? Quieren buscar Estados Unidos.
En caso de que Óscar Iván Zuluaga, el candidato de su partido, no ganara la presidencia, Barrera consideraría como buenos candidatos a Rodolfo Hernández, Álex Char y Federico Gutiérrez.
Según él, están conectados con el sistema empresarial y evitarían el colapso de la democracia, algo que los empresarios están temiendo si gana el candidato del Pacto Histórico.
Mire: muchas personas hoy están pensando en que hay que esperar quién gana, y si no, nos toca irnos de Colombia. O sea, la gente, el empresario industrial está muy pendiente de que sucede en estas elecciones.
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