El pueblo Pɨɨnémúnaa, que traduce a ‘comunidad Bora’ en su lengua homónima, tiene su origen en los límites fluviales de Putumayo y Caquetá, concretamente en el río Cahuinarí, localizado en este último departamento, y actualmente, habitan mayoritariamente la Chorrera del Amazonas, y al igual que los Uitoto, los Muinane y los Ocaina, buscan preservar sus tradicionales culturales y orales de la infalible industrialización y el predominio de lenguas como el español e inglés.
La coca, la yuca dulce y el tabaco son los padres de esta comunidad que a inicios del siglo XX sufrió el flagelo de la esclavitud y el genocidio por parte de varios actores que invadieron sus territorios nativos. De acuerdo Benhur Teteye Botyay en diálogo con Radio Nacional, detalló que ese periodo fue conocido como ‘La cauchera’ que se extendió hasta el Perú, y según recoge documentación histórica, de aproximadamente 3.100 integrantes Bora solo quedaron unos 100 para 1930. Fue en ese momento cuando comenzaron un proceso de regeneración que ha permitido, hasta ahora, contar con unos 500 miembros del lado colombiano.
Dichas labores de recuperación incluyen preservar su lengua y hacer constantes trabajos de memoria para dignificarla, es por eso que se lleva a cabo un proyecto que tendrá como resultado la creación de una cartilla educativa sobre la enseñanza de la oralidad bora dado su riesgo de desaparición, al menos en Colombia.
Dicha iniciativa nació con varios encuentros informales entre integrantes de varias comunidades indígenas que fueron desplazadas de sus territorios ancestrales. El canto, las historias alrededor de la cultura misma y experiencias personales fueron temas dentrales de la discusión, así como la importancia de preservar la oralidad y sus procesos espirituales.
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Todas esas ideas de recuperación y ejercicios de memoria sirvieron para que esos mismos líderes contactaran a la Universidad Nacional, sede Amazonía, con el ánimo de que esas tertulias fueran reunidas en un solo elemento de difusión masiva y que, por supuesto, rescatara su lengua. El antropólogo Juan Álvaro Echeverri, profesor además de esta institución, mencionó al medio citado que dos estudiantes son asesores lingüísticos: un indígena de la comunidas Ticuna y otro con una maestría de lingüística.
El equipo también lo conforman tres maestros en lengua Pɨɨnémúnaa, uno de ellos un cantor que junto con los demás expertos, tendrán que escudriñar en los orígenes de esta lengua. Con respecto a la cartilla, estará dirigida a adultos que no tienen bases en esta lengua y tendrá varias adaptaciones del bora al español; asimismo, llevará en sus páginas un breviaro de lo que fue cada encuentro con el fin de resaltar la importancia de sus conocimientos.
Dicho documento, que reunirá material visual, estará terminado para finales de año, y destaca también porque deja en claro varias particularidades de la lengua bora; por ejemplo, que es tonal, lo cual significa que maneja un significado especial a mayor altura del sonido. Para hacerse una idea, el español no maneja esta característica pero el chino sí.
Algunos términos de bora adaptados al español
Según pudo recoger la Radio Nacional, esta cartilla recoge expresiones como ‘Cááni’, la cual se usa para mencionar al papá, aunque también hace referencia al padre espiritual. ‘Chihñéjurilléjuco’ se asimila a usar en español ‘Entre otras cosas’ o ‘hablando de otro tema’ y ‘llé’ sirve para indicar el femenino de algún elemento o de la mujer misma.
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