Piden indagar los bienes de Piedad Córdoba y allegados

El expediente que tiene hoy a Piedad Córdoba, exsenadora y candidata al Congreso por el Pacto Histórico, bajo indagación de la Corte Suprema de Justicia y guardada en los archivos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), por los documentos en la web y chats intervenidos con orden legal por la presunta financiación de su campaña con dinero que llegaba desde Venezuela; los correos del computador de Raúl Reyes y además por los bienes que tiene a su nombre.

Hace algunos meses, el despacho de la magistrada Cristina Lombana pidió a la Fiscalía General ubicar el proceso, y tras varias semanas de rastreo se supo que una fiscal de la Unidad Nacional Contra el Terrorismo lo archivó con el argumento de que su antecesora no había avanzado en las labores de política judicial ni pesquisas.

El expediente estaba rotulado como un caso de homicidio, pero se trata de los 10.514 correos, documentos en la web y chats intervenidos con orden legal a tres personas del entorno de Piedad que además los comprometerían con una presunta financiación de su compaña con dinero que llegaba desde Venezuela.

El caso revelado por el diario El Tiempo, el 23 de noviembre de 2010, da cuenta del rastreo de millonarios giros que salieron de los bancos Central de Venezuela y Microfinanciero, con destino a seis cuentas en Colombia. El dinero era proveniente de una constructora con sede en Valencia, Carabobo, y de la firma Led Media, que tenía un clon de Bogotá.

La indagación tiene dos asuntos, el primero es conocido como ‘Farcpolítica’. El alto tribunal busca establecer si Piedad Córdoba se benefició políticamente de la liberación de secuestrados de las FARC, en donde era conocida con el alias de ‘Teodora’, tal como lo señalan los testigos.

Sin embargo, El Tiempo evidenció que la principal evidencia del caso no es por el computador de Raúl Reyes, tras su recuperación en el bombardeo en 2008.

Según el testimonio ante la Corte de Andrés Vásquez Moreno, exasesor de Córdoba, la cercanía de su entonces jefa con Venezuela y con la cúpula de las FARC, le habría permitido decidir a quién liberar y cuándo, señalamiento que la candidata niega.

La indagación son los 10.514 documentos, según la hipótesis que se maneja es que el dinero habría provenido de fuentes ubicadas en Venezuela. Se usó para pagar vuelos chárter, gastos de campaña (entre 2009 y 2020) y la posible compra de bienes.

Andrés Vásquez habló sobre los giros en la declaración que le dio a la Corte, el 11 y 12 de octubre de 2021, y en medio de esto Carlos Balilla, le habría pagado a Córdoba por gestiones frente al régimen venezolano. María Alejandra Meza Luna, auxiliar de Balilla, mencionó que le había girado 300.000 dólares al colombiano Nilton Polanco Lasso.

Polanco admitió que con la plata que le enviaron desde Venezuela mandó a hacer 2 mil camisetas para la campaña de Córdoba, con quien se reunió 4 veces en su apartamento en Bogotá, según El Tiempo.

Por otra parte, Piedad Córdoba ignora los negocios que ella tenía con los venezolanos, aunque afirma que vio a la exsenadora moviéndose con ellos en chárter que se pagaban con cheques y en donde hablaban de camionetas blindadas.

La Corte Suprema busca establecer si hubo más giros, además, si están o no relacionados con dinero que el régimen de Nicolás Maduro le adeudaba a Álex Saab.

Adicional, basada en información de la Corte señala que Córdoba habría obtenido comisión por ayudar a que el régimen les pagara a empresarios deudas en dólares que debían pasar por la Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi).

Y aunque la verificación del origen de las propiedades de la familia de Córdoba aún está en fase preliminar, EL TIEMPO supo que se le solicitará a la Dian declaraciones de renta e información exógena y saldos en bancos.

Además, clientes y proveedores de las firmas. Tras consultar bases de datos, ubicó una veintena de bienes, por cerca de 4.000 millones de pesos. Además, una propiedad que estuvo vinculada a Juan Luis Castro, su hijo, en Wellington, Florida.

Su hija Natalia Castro Córdoba, gestora cultural (que en 2004 estuvo desaparecida), tiene un apartamento en Medellín de 300 millones de pesos. Y es representante de Aluminium de Colombia, compañía dedicada a actividades inmobiliarias y de construcción, en donde su hermano Camilo –aficionado al motocrós– es suplente.

Natalia también figura como accionista en Chenoa Siglo 21 S. A. S., firma dedicada a la explotación agrícola y pecuaria; y es representante suplente de Editorial El Podio, en liquidación.

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