La historia del colombiano elegido como “El héroe del pan” en EE.UU

Un ciudadano antioqueño que llegó a los Estados Unidos con 700 dólares en el bolsillo se destaca por la ayuda que hoy le presta a latinos, inmigrantes y méndigos con necesidades en el país norteamericano

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Manolo Betancur, propietario de Manolo‘s
Manolo Betancur, propietario de Manolo‘s Bakery, reconocido como Héroe del Pan gracias a su labor social. Foto: Instagram @manolobetancur

Los colombianos siguen dejando en alto el nombre del país. Tal es el caso de Manuel José Betancur Montoya, un panadero antioqueño de 46 años que, al ver las dificultades en su tierra, migró hace más de 25 años a los Estados Unidos donde no solo ha degustado a los gringos con sus creaciones culinarias, sino que ya suma varios reconocimientos.

Manolo, como le dicen sus amigos, familiares y hasta clientes, es propietario de Manolo’s Latin Bakery en la ciudad de Charlotte, en el estado Carolina del Norte. Su negocio hace oda a los latinos que han salido de sus naciones a encontrar el ‘sueño americano’ en esa nación que, hasta antes de que Joe Biden llegara al poder, tenía en la mira a los hispanohablantes, tal y como lo dice el mismo panadero.

De hecho, al ver la crisis que varios ciudadanos provenientes de Latinoamérica enfrentaban al llegar a suelo estadounidense, Manolo adecuó su panadería en un refugio que le ayudara a quienes migraban a ese país en busca de mejores oportunidades.

El impacto social del negocio del colombiano, oriundo del municipio de Carmen de Viboral (en Antioquia) ha sido tal, que en su local se firmó la Ley 287, en la cual se reglamentan las directrices de seguridad y protección para los inmigrantes, impuestas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).

“Nuestro propósito es ayudar a la comunidad inmigrante, así que en los últimos años hemos ayudado a 26 organizaciones no gubernamentales que apoyan a los inmigrantes”, señaló Manolo en diálogo con el portal La Noticia.

Y es que la labor social que realiza el también pastelero antioqueño ha sido tal, que incluso se ha dedicado a hacer tortas de cumpleaños para habitantes de calle y personas que, a raíz de la pandemia, vieron afectada su economía.

Así se lo contó Manolo al diario El Tiempo, donde destacó sus raíces humildes en el municipio que lo vio nacer y hasta donde narró cómo pasó por el departamento del Sucre y otros sectores del país siendo militar para salir adelante.

Sin embargo, al ver que no resurgía, partió al gigante norteamericano donde se convirtió en ‘el hombre del pan 2021’ (Bread Hero USA 2021), un reconocimiento que entregan en esa país a quienes innovan en la panadería y que trabajan en beneficio de los más favorecidos de los Estados Unidos. “Al principio no sabía cómo sentirme, pensé que se trataba de una broma”, le dijo el colombiano a La Noticia, sin embargo dice que sigue trabajando por los suyos.

Mi negocio no gira alrededor del dinero, el dinero es una herramienta de trabajo. Gira alrededor del cambio social, por eso me volví un luchador de los derechos de los inmigrantes”, destacó Molano, por su parte, a El Tiempo.

Manolo reconoce que hasta tuvo que vender sus creaciones de masa en las avenidas estadounidenses para mandarle plata a su familia en Colombia; tal parece que le funcionó, dado que ahora posee su propio negocio y cuenta con recetas de su natal Antioquia, que incorpora con la culinaria de Honduras, Argentina, México y otros países latinos.

De hecho, Manolo le contó a la prensa que evidenció que en su natal país no hay apoyo a quienes buscan ganarse la vida haciendo galletas, pasteles y tortas, lo que él vio “como una oportunidad perfecta para ayudarlos”, dijo, refiriéndose directamente a los colombianos.

En varios de sus platos también busca destacar las recetas de su tierra, como la famosa torta de vino, que combinó con una receta familiar proveniente de su abuela y que le ha servido para consolidarse en varios concursos de cocina en ese país.

“Sobrevivir a Trump fue difícil, pero siguió la pandemia. Nos cancelaron tortas de celebración, cocinábamos para escuelas y las cerraron. Pero empezaron a pedirnos en línea. Y nosotros, a trabajar con iglesias. Hicimos un contrato con el chef José Andrés y llegamos a cocinar mil comidas diarias. Empecé el Cake Project, que ningún niño en pandemia se quedara sin torta de cumpleaños, repartimos 5.000″, contó orgulloso Manolo a El Tiempo.

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