Tras la polémica invasión de campo de varios barristas de Unión Magdalena en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, que agredieron a algunos futbolistas de su equipo durante un partido contra Atlético Bucaramanga, fueron varios los mensajes de rechazo a la violencia, así como las versiones de lo sucedido en el minuto 78 cuando se perdió el control de los asistentes y el partido tuvo que darse por terminado con resultado de 0-1.
En contexto: Nuevo escándalo para Unión Magdalena: su hinchada invadió la cancha para golpear a los futbolistas
De acuerdo con una versión que maneja el periódico El Heraldo de Barranquilla, el enfrentamiento entre hinchas y jugadores se produjo luego del ingreso de Fabián Cantillo.
Una vez ingresó Cantillo, Ronaldo Lora (futbolista saliente) se retiró por el costado oriental del Estadio Sierra Nevada, donde le empezaron a llover insultos e incluso una botella que lo impactó en el cuello. Molesto por la actuación del asistente agresor, Ronaldo Lora le habría contestado con insultos a la afición y eso provocó que un grupo de hinchas bajara de la tribuna para intercambiar golpes incluso hasta los banquillos del cuerpo técnico unionista.
Sin embargo, en diálogo con el programa El Alargue de la emisora Caracol Radio, el portero de Unión Magdalena de nacionalidad de guineoecuatoriana y colombiana, Carlos Bejarano, contó que por fortuna no recibió golpe alguno en el partido contra Bucaramanga del martes 15 de febrero, pero que temió por su vida al presenciar armas de parte de algunos fanáticos al interior del estadio de la capital magdalenense.
En la entrevista, Bejarano contó que intentó mediar para calmar a los hinchas y a sus compañeros, pero que la tensión fue escalando y la situación se salió de control con las intimidaciones de los aficionados armados. Estas fueron sus palabras en diálogo con el periodista deportivo Steven Arce:
Fui a tratar de calmar las aguas. A separar a mis compañeros, porque en esto los más perjudicados siempre somos nosotros. Y a hablar con los hinchas, pero hubo un momento en el que las cosas se pusieron muy tensas. Un hincha sacó un cuchillo y otro una varilla. Yo decía - Dios mío, he vivido tantas cosas, lo que viví en Cali y nunca pasó algo así -. Afortunadamente no pasó a mayores. Un acto muy feo, ojalá eso no vuelva a pasar
A sabiendas de que la nómina de jugadores y cuerpo técnico de Unión Magdalena pueda ser sancionada por la Dimayor y por las autoridades locales en medio del enfrentamiento y la riña, Bejarano dijo que al final de ese bochornoso momento solo pensó en escapar y preservar su integridad, pues nunca antes había visto un arma tan cerca en un estadio mientras ejerce su labor como profesional. Además confesó que pensaba que esto era un tema ya superado tras la eliminación de las mallas y las rejas de seguridad en cada recinto deportivo del territorio nacional:
¡Hombre, imagínate! Uno no sabe en estos tiempos. Imagínate que un hincha entre armado a un estadio. Uno solo tiene las manos para defenderse y el otro con arma. Uno lo que piensa ahí es en correr o algo así
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